LLEVARSE UN ÁRBOL

ANTIVIRUS

En tiempos en que parece más que necesario, urgente, repoblar el planeta de árboles, un rico de Georgia, hizo exactamente lo contrario.

Por absurdo que resulte, un millonario compró un árbol grandes dimensiones de 130 años y unos 40 metros de altura y lo trasladó hasta su propio parque con el consiguiente costo, ya que tuvo que atravesar el Mar Negro.

Esto significó que un campesino de pobre condición se resignó a perder un árbol de las características indicadas y ceder ante la necesidad económica.

Este hombre de campo no solo ha cambiado el paisaje de su lugar de sustento, sino que también se expone a que su falta modifique el régimen de lluvias o su intensidad.

No es desde luego un ejemplo de razonabilidad este episodio, que muestra una vez más como el poder del dinero es capaz de cambiar hasta el raciocinio de las personas. Ignorando lo que estableció el Creador: Que somos los mayordomos de la Creación.

Diego Acosta

LO QUE ES DE DIOS

DEVOCIONAL

Las imágenes que admiró en los paseos que realizó por los alrededores de la ciudad en donde vivía, inspiraron a uno de los más grandes autores a componer una de las más bellas páginas de la música universal.

La perspectiva que se tiene de la grandeza y de la propia pequeñez cuando se camina por el campo, es una suficiente demostración de lo que es la Inmensidad de la Creación.

Las flores, los frutos, los pájaros, los seres vivientes, colocan al ser humano ante la evidencia de la existencia de un Ser superior y que no es otro que el Creador.

Si fuéramos capaces de admirar y valorar todo lo que nos rodea, tal vez podríamos comprender la vanidad que encierran nuestros afanes de todos los días.

Como el gran compositor, la Grandeza de Dios, nos debe inspirar a ser testimonio viviente de los hechos maravillosos que reflejen Su Obra infinita.

Romanos 8:19
Porque el anhelo ardiente de la creación
es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira