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Unas sorprendentes declaraciones, evidencian el peligroso nivel que ha alcanzado el feminismo o como se lo quiera llamar, en lo que hace a la valoración de la relación hombre-mujer.

Una joven manifestaba que ella soñaba con un mundo de mujeres solamente, pensando que así se lograría casi la perfección para el futuro de la humanidad

Cuando se le preguntó sobre el papel de los hombres, respondió qué en ese mundo imaginario, podría ser el de contribuir a la reproducción de la especie.

Obviamente utilizó otros argumentos, fácilmente imaginables, que rozaban la grosería. Resultaban tan explícitos como vulgares, pero ubicaban perfectamente al hombre en su supuesto nuevo rol.

Este panorama que sintetizó una joven, puede ser el resultado de la brutal campaña que se ha instrumentado acerca de los hombres, en un claro desafío a lo establecido por Dios.

ÉL nos creó hombre-mujer, declarando que no hacía acepción de personas, lo que representa la igualdad entre los dos sexos. Y para subrayarlo, varón y varona, como lo dijo nuestro padre Adán.

Diego Acosta