DÍA ??? de la MUJER

DÍA ??? de la MUJER

BLOG del TIEMPO

Se vuelve a celebrar el llamado día de la mujer, reclamando derechos sobre su igualdad con relación al hombre. Un reclamo que tiene múltiples facetas que confunden, tanto que las asociaciones que representan a la mujer, son varias en una manifiesta división.

Esencialmente esta proclamación de la igualdad, puede llamar la atención por cuanto cuesta entender qué es lo que exactamente se quiere decir. En el ámbito laboral por ejemplo, la paridad entre hombres y mujeres en determinados cargos, no hace otra cosa que complicar el entendimiento.

Una mujer debe ocupar funciones en función de su capacidad y nunca porque lo determinen las normas. Sostener este criterio lejos de ayudar a la mujer, la colocan en un difícil plano de ser iguales, por el simple imperio de las disposiciones.

Como es obvio estamos rotundamente en contra de la postergación sistemática de la mujer, por su sexo. Por tanto resulta difícil entender el proclamar la igualdad desde la perspectiva de instaurarla por la vigencia numérica.

Desde nuestra perspectiva de creyentes recordamos lo establecido por el Dios Todopoderoso, con la proclamación de que ÉL no hace acepción de personas. Y desde el momento mismo de la Creación, hombre y mujer, son iguales ante el Eterno.

Diego Acosta

calmadios sabe todo

CALMA…DIOS SABE TODO

DEVOCIONAL

Tanto en la alegría como en la aflicción, nuestro ánimo sufre peligrosos movimientos que nos llevan desde sentirnos poderosos hasta hundirnos en la depresión.

Por qué nos comportamos de esta manera?

Creemos que por falta de confianza en el Todopoderoso, porque ignoramos tanto en un caso como en el otro, que ÉL sabe qué cosas somos capaces de soportar.

Si nos sentimos hombres especiales o si nos angustiamos hasta casi lo infinito, sencillamente es porque está fallando nuestra percepción de quién es realmente Dios.

Nunca podríamos creernos seres superiores, si tuviéramos la verdadera perspectiva de quién nos ha Creado. Del mismo modo tampoco deberíamos hundirnos por el dolor.

Cuando afirmamos que Dios Sabe la medida de nuestra capacidad tanto para la alegría como para el sufrimiento, tenemos plena conciencia de su Poder.

ÉL nos ha prometido que nunca tendremos más de lo que podamos soportar. Entonces por qué reaccionamos perdiendo la calma?

Diego Acosta / Neide Ferreira