YO RUEGO POR ELLOS
Jesús se dirige al Padre orando por todos nosotros:
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo
sino por los que me diste; porque tuyos son.
PAN DE VIDA
Jesús se dirige al Padre orando por todos nosotros:
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo
sino por los que me diste; porque tuyos son.
PAN DE VIDA
Casi a diario de pretende ofender la Grandeza del Mesías, ignorando que no estamos en nuestra humana condición
de alcanzar su condición de ser el Hijo del Hombre
y por tanto ninguno de nosotros puede llegar a su altura como parta injuriarlo.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
El Hijo del Hombre es la Cabeza de SU Iglesia
y nosotros formamos su Cuerpo, por tanto la Iglesia
no tiene propietarios sino hombres y mujeres que le sirven para salvar almas.
Diego Acosta – MENSAJE
El Hijo del Hombre se apareció a los apóstoles
luego de su Gloriosa Resurrección y les habló
ante su incredulidad, dejándoles el Mensaje que se convertiría en el Gran Mandato.
PAN DE VIDA
El Hijo del Hombre nos anunció que el que persevere
hasta el fin será salvo,
porque esa es la victoria de los que no desmayan,
de los que no se rinden ante el enemigo porque confían
en la Bendita Esperanza.
Diego Acosta – MENSAJE
No creer en Jesús y no reconocerlo
como Señor y Salvador, no tiene perdón
y nos condena al sufrimiento Eterno. Si creemos
en el Hijo del Hombre,
viviremos eternamente el Glorioso Reino de Dios.
Diego Acosta – MENSAJE
En estas horas conmemoramos el Nacimiento de Jesús
que vino al mundo a darnos la Vida Eterna,
entregando su Vida por el perdón de nuestros pecados,
con mansedumbre y humildad.
Diego Acosta – MENSAJE
ESCUDRIÑAR
La joven nazarena que estaba desposada con José, cumpliendo el proceso hasta la consumación física del casamiento, recibió el anuncio celestial de que sería la Madre de Dios hecho Hombre, según leemos en Lucas 1:26-38.
La pregunta de María acerca de: Como será esto? Pues no conozco varón?, es decir que no había tenido relaciones físicas con ningún hombre, fue respondida de que sería por Obra del Espíritu Santo.
El debate sobre la pregunta de María, se cierra con el sencillo argumento de que en la vida de los judíos, no se contemplaba un casamiento sin que fuera consumado físicamente por sus miembros.
María respondió como lo hicieron siervos y profetas de Dios, según consta en Lucas 1:38, lo que demuestra la firmeza y profundidad de las convicciones de la nazarena.
La razón: Porque exponía su vida, al concebir un hijo sin estar casada según el rito judío y por lo tanto era digna de los castigos que se hacían a las mujeres en esa condición, es decir lapidación o apedreamiento.
José para evitar esta dramática situación decidió repudiarla, pero un ángel lo convenció de lo contrario y en obediencia aceptó a María, sabiendo que su maternidad era Obra Dina.
Tras ello María y José cumplieron fielmente con la demanda del imperio romano de censarse en Belén, pequeña población al sur de Jerusalén y que fue menospreciada por los hombres de su tiempo.
Allí llegaron y ante la falta de alojamiento nació Jesús en un establo, cumpliendo la promesa de Jehová Dios a David, según podemos leer en el Salmo 89:3-4.
La vida de María es la historia ejemplar de una Sierva de Dios que asumió ser la Madre del Mesías y luego formó una familia con José y sus cinco hijos. El hecho sobrenatural de la presencia del Hijo de Dios en la Tierra, tuvo materialización sobrenatural, a través de María.
Diego Acosta
El Hijo del Hombre nos dejó una maravillosa promesa en el Evangelio de Juan: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también;
y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
PAN DE VIDA
DEVOCIONAL
Los tiempos difíciles siembran el desconcierto y el desánimo en el ánimo de muchas personas. Incluyendo naturalmente a muchos de quienes nos llamamos hijos de Dios.
Siempre me he preguntado: por qué ocurre esto?
Y la respuesta es única: Simplemente porque dejamos de tener confianza en el Dios Todopoderoso, el que sabe todas las cosas y el que tiene Autoridad sobre todo y sobre todos.
Y cuando dejamos de confiar abrimos una peligrosa brecha que el Diablo aprovecha para hacernos caer en las dudas y nos lleva a que escuchemos el bullicio del mundo.
Cuando me interrogo a mí mismo sobre estas cuestiones, me viene a la memoria de que debemos llorar con el que llora. Porque entonces y solo entonces dejaremos de preocuparnos por nuestros propios afanes.
Y entonces podremos comprender la profundidad de la Compasión de Jesús, cuando miraba a los sufrientes. Y podremos comprender que tener compasión es el primer paso hacia la Misericordia, que es la forma superior del Amor que proclamó el Hijo del Hombre.
Romanos 12:15
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Diego Acosta / Neide Ferreira