NEGAR A DIOS…

 

DEVOCIONAL
Es relativamente fácil alejarse de Dios, porque en el ejercicio del libre albedrío, tenemos la facultad de tomas decisiones que incluyen esta tan gravemente importante.
Esto puede ocurrir por múltiples razones, todas engañosas y que nada tienen que ver con el Amor del Todopoderoso hacia nuestra vida.
Pero lo cierto es que lo hacemos, sin valorar las consecuencias que puede tener no contar con el Padre en cada uno de nuestros actos.
Sin considerar tampoco que estamos desechando la Misericordia que ÉL renueva cada día. Pareciera que un ataque de ceguera espiritual nos hubiera afectado.
Pero un día advertiremos que ya no contamos con el Poder del Soberano y entonces comenzarán los lamentos y la angustia.
Pero a pesar de nuestra indignidad, si nos arrepentimos ÉL nos recibirá con su Amor, pero debemos recordar que lo que no hará será librarnos de las consecuencias de nuestras malas decisiones.

Lucas 12:9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LLORAR CON EL QUE LLORA

DEVOCIONAL

Los tiempos difíciles siembran el desconcierto y el desánimo en el ánimo de muchas personas. Incluyendo naturalmente a muchos de quienes nos llamamos hijos de Dios.

Siempre me he preguntado: por qué ocurre esto?

Y la respuesta es única: Simplemente porque dejamos de tener confianza en el Dios Todopoderoso, el que sabe todas las cosas y el que tiene Autoridad sobre todo y sobre todos.

Y cuando dejamos de confiar abrimos una peligrosa brecha que el Diablo aprovecha para hacernos caer en las dudas y nos lleva a que escuchemos el bullicio del mundo.

Cuando me interrogo a mí mismo sobre estas cuestiones, me viene a la memoria de que debemos llorar con el que llora. Porque entonces y solo entonces dejaremos de preocuparnos por nuestros propios afanes.

Y entonces podremos comprender la profundidad de la Compasión de Jesús, cuando miraba a los sufrientes. Y podremos comprender que tener compasión es el primer paso hacia la Misericordia, que es la forma superior del Amor que proclamó el Hijo del Hombre.

Romanos 12:15
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

Diego Acosta / Neide Ferreira

ORAR POR UCRANIA

Al cumplirse un año de la brutal invasión de Rusia a Ucrania,
es tiempo de reflexión y de oración.
Una agresión que lleva al mundo
a un grave riesgo de colapso

y que ha provocado más de 300 mil muertos
en los dos bandos.

Oremos por compasión
y por Justicia para los instigadores del mal.

BLOG del TIEMPO – Diego Acosta

DIOS Y EL ANHELO

DEVOCIONAL

Seguramente todos hemos tenido un anhelo en lo más profundo de nuestro corazón, de tan difícil cumplimiento que un día lo descartamos por completo.

Eso es exactamente lo que me ocurrió: durante años atesoré un anhelo hasta que finalmente decidí poco más o menos que archivarlo porque pensaba que era irrealizable.

Para explicarlo en pocas palabras: Mi anhelo no estaba al alcance de mis posibilidades humanas y consideré que la idea de abandonarlo era la mejor decisión posible. Pero a pesar de eso nunca dejé de agradecer al Omnipotente por todo.

Cuando esa decisión estuvo enraizada en mi corazón, Dios obró! Lo hizo a partir del momento en que comprendí que con mis fuerzas nada podía hacer.

Pero al Todopoderoso le había placido que tuviera ese anhelo y que lo considerara fuera del alcance de mis fuerzas. Entonces ÉL pudo hacer realidad lo que había deseado durante tanto tiempo.

La enseñanza es qué si obramos por nosotros mismos, estamos intentando ocupar el lugar del Eterno. Si aceptamos nuestra incapacidad Dios puede mostrar su Misericordia.

Éxodo 20:6
Y hago misericordia a millares,
a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

IMAGINEMOS

EL ABUELO SALOMÓN

Los buenos consejos a veces no los entendemos o no los queremos entender. Entonces seguimos obrando, ignorando lo que podría ser bueno para nuestra vida.

Cuando hablamos del Prójimo, deberíamos ser generosos no solo con nuestros pensamientos, sino también con la obra de nuestras manos.

Porque tenemos la idea de sentirnos superiores, al poder ayudar a alguien que está en necesidad y nos convertimos en seres capaces de hacer el bien casi sin límites.

Pero algún día deberíamos poner estas ideas por pasiva y pensar que somos nosotros los que precisamos ayuda. Que somos nosotros los que precisamos que alguien nos tienda una mano no con soberbia sino con Misericordia.

Tal vez entonces nos gustaría imaginar que la persona que llegue hasta nosotros tenga la bondad en su corazón y no la soberbia que hay en el nuestro.

Cuando pensemos en el Prójimo, pensemos que tal vez un día el que precise de un corazón compasivo, seamos nosotros mismos.

Diego Acosta