En estos días se cumplen treinta años de mi maravilloso encuentro con el Hijo del Hombre, un encuentro
que marcaría mi vida para siempre tratando de perseverar
y ser fiel en obediencia a quién me ha dado la Vida Eterna. Diego Acosta – MENSAJE
Jehová habla a su Pueblo y le prohibe hacerse ídolos y les promete que enviará la lluvia a tiempo y que los árboles darán frutos y que el enemigo será derrotado si cumplieren sus estatutos. Y serán su Pueblo. EN ESTE DÍA
Obedeciendo al Eterno será bendito nuestro entrar y nuestro salir, todo aquello sobre lo que pusiéramos la mano, será bendito el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra. EN ESTE DÍA
En estos tiempos convulsos que vivimos, pareciera que los hombres no nos ponemos de acuerdo, en torno a la cuestión de trabajar. Unos pretenden hacerlo lo menos posible y otros, sin límites, casi.
Frente a esto es importante hacer Memoria del sentido que Jehová le dio al sábado, al punto de llamarlo santo, la jornada consagrada al reposo en un profundo concepto.
El sábado es cuando deberíamos mostrar nuestra obediencia al Eterno y no hacer nuestra voluntad, ni ocuparnos de las cuestiones terrenales y no hablar palabras ociosas.
Puede impresionarnos el sentido que dio Jehová al sábado, pero es necesario que lo comprendamos, para estar en obediencia y recibir el deleite prometido y cumplir con su Mandato.
Dios prometió a los hombres qué si reservábamos este día, para distinguirlo de las normas mundanas, recibiríamos la recompensa de la heredad de Jacob.
Isaías 58:13-14 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.
El Eterno Creó todo lo que vemos y lo que no vemos, con orden y descansó al séptimo día. Nos dio los Mandamientos para que vivamos mejor y en abodiencia para recibir su Bendición. Diego Acosta – MENSAJE
En estos tiempos del principio de dolores como anunció Jesús debemos decidir si vivimos en obediencia y bajo la Bendición o nos rebelamos contra Dios viviendo bajo la maldición. Diego Acosta – MENSAJE
Jehová anunció que bendeciría a quienes guardaren y cumplieren sus mandamientos y a quienes no se apartaren ni a derecha ni a la izquierda para servir a otros dioses ajenos. Deuteronomio 28:2-14 EN ESTE DÍA
Todo nos puede ser perdonado, pero nunca las blasfemias contra el Espíritu Santo. Como sus templos vivientes su Guía nos llevará a las obras de fe y a la Verdad. Diego Acosta – MENSAJE
El Patriarca nos exhorta a ser fieles a Jehová porque en ello está la Sabiduría y la inteligencia. También nos exhorta a guardar nuestra alma, para que no olvidemos los milagros que hemos visto y para que enseñemos todo a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. EN ESTE DÍA
Juan el Bautista representó para los judíos que llegaban hasta la ribera del Jordán, un auténtico cuestionador de muchas de sus actitudes.
MATEO 3:9 Siguiendo con el tema de la fe, abordó la condición de hijos de Abraham, que muchos esgrimían para sentirse espiritualmente seguros. Era una forma de conferir a la descendencia genética la suficiente importancia como para sentirse herederos del Patriarca.
Tener a Abraham por padre, no significaba una herencia carnal, sino algo que estaba profundamente relacionado con su fe, como Pablo escribió en Romanos 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
Jesús en el Evangelio de Juan planteó esta cuestión en profundidad al dejar establecido como obrarían quienes se llaman hijos de Abraham, Juan 8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
Considerarse hijos de del hombre escogido por Dios en Ur, no era una cuestión de linaje, como podría suponerse, sino obrar como él con fe y con obediencia en todas las circunstancias.
Lo que Jesús estaba poniendo de manifiesto, era que los judíos incrédulos obraban precisamente en forma contraria a como lo hizo Abraham, principalmente la obediencia a todo lo que el Eterno le mandó que hiciera.
Así puede entenderse la dura manifestación del hijo de Elizabeth, de que Dios podría levantar hijos de Abraham, aún de las piedras que bordeaban el Jordán.