QUIÉN ERES TÚ?

QUIÉN ERES TÚ?

DEVOCIONAL

Que responderíamos si alguien nos hiciera esta pregunta: Quién eres tú? Habría tantas contestaciones como existimos, pero el verdadero fondo de la cuestión seguiría sin resolverse.

Yo diría, por ejemplo que trato cada día de superar mi pasado y verdaderamente convertirme en un hombre nuevo, aunque los resultados sean mínimos por no decir imperceptibles.

Sabiendo que cada testimonio tiene su valor y por supuesto su origen, mi testimonio es o puede ser común, al de muchas personas que se esfuerzan, que luchan denodadamente por cambiar.

Y cambiar significa modificar las conductas incorrectas, las cosas que aprendimos y que deberíamos ignorar por erradas o todo aquello que es producto de la influencia del mundo en mi vida.

Este punto quizás sea el más grave inconveniente para realmente mudar mi mente, porque la seducción del mundo es muy grande y los atractivos con los que somos engañados, son muy poderosos.

Razón por la que vamos de un lado para otro, sin seguir un rumbo definido y vamos aceptando que hoy se nos diga algo y mañana aceptamos que se nos afirme lo contrario, generando una incertidumbre o desconcierto que al final, estoy aceptando como una forma de vivir.

Que triste es esta realidad y me puedo imaginar como ofenderá al Padre, que un hombre que fue elegido para ser discípulo de su Hijo, no sea capaz de cambiar de vida y ser lo que debe ser.

Proverbios 25:14
Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de falsa liberalidad.
Diego Acosta / Neide Ferreira

anhelemos ser perfectos

ANHELEMOS SER PERFECTOS

 

JESÚS Y MATEO

El Hijo del Hombre cerró una parte del Sermón del Monte, aludiendo a una cuestión que es virtualmente imposible de alcanzar para los seres humanos. MATEO 5.48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Con esta exhortación para que seamos perfectos, Jesús culminó una parte importante de su enseñanza, que comprendió dentro del capítulo 5 de los versículos del 17 al 48.

El tema de la Perfección, lo encontramos en el Antiguo Testamento teniendo como protagonista al Patriarca Abram antes de que se cambiara su nombre.

Génesis 17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.  También para él era un propósito inalcanzable.

En el Libro de Levítico, vuelve a aparecer esta cuestión fundamental, cuando se establecen las normas para los levitas que tendrían que cumplir tras ser apartados para servir en el Templo. Levítico 18:13 Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.

Este grado de Perfección planteado por Jesús e imposible de cumplir para los hombres, revela que Dios no puede rebajarlo, porque de hacerlo comprometería su propia condición.

Es obvio qué siendo Perfecto, en modo alguno podría fijar un nivel que fuera imperfecto en cuánto a la rectitud. Solo Jesús alcanzó la Perfección, como leemos en 2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Aún sabiendo que nos resulta imposible de lograr, anhelemos ser Perfectos como Jesús hecho Hombre, lo fue.

Diego Acosta

 

hijos del padre

HIJOS DEL PADRE

HIJOS DEL PADRE

El Hijo del Hombre siguió enseñando a propósito del Mandamiento del Amor y de su dimensión.

MATEO 5:45 Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.  Esta afirmación está dirigida a dejar la evidencia de como es el Amor de Dios.

Se extiende sobre los enemigos y es el Amor que ÉL brinda indiscriminadamente, pero el Hijo aclara la alternativa que existe ante este concepto.

Veamos Juan 8:44: Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Una vez más Jesús nos confronta con esta realidad: O seguimos a Dios o seguimos al Diablo. Dios brinda su Amor Eterno al elegido: Jeremías 31:3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.

David en el Salmo 145:9 destaca otro aspecto relacionado con el Dios Eterno: Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. De esta manera se explica lo que dijo Jesús: que el sol salía sobre buenos y malos y sobre justos e injustos.

Diego Acosta