Quienes son los ASKENAZÍES

Quienes son los ASKENAZÍES

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Tras la destrucción del Templo por los romanos en el año 70, comenzó la diáspora de los judíos que habitaban en Israel. Los que se dirigieron en los siglos posteriores al centro de Europa, recibieron el nombre de askenazíes.

Este nombre seguramente proviene del bíblico Aschkenaz, con el que se denomina a las actuales Alemania y Francia. Originalmente el nombre identificaba a los pueblos que integraban el Sacro Imperio Romano Germánico.

A partir del siglo XII se produjo una nueva corriente migratoria pero hacia el este, provocada por la inestabilidad política del Sacro Imperio, principalmente hacia Rusia y Polonia. Este proceso continuó en los siglos siguientes.

La cultura judía floreció entonces y llegó a darse su propio idioma, el Jiddisch, yiddish, de origen germánico. Algunos estudios genéticos aseguran además, que los askenazíes tienen rasgos que los identifican con los pueblos del norte de África en el Mediterráneo Oriental.

De cualquier forma, los askenazíes sí pueden ser identificados con los pueblos que poblaron Canaán según relata la Torá escrita por Moisés y aceptada por la cultura hebrea y también por los protestantes surgidos con el Movimiento de Martín Lutero.

Precisamente el nombre que identifica a esta parte del pueblo judío aparece como descendiente del Patriarca Noé en el Libro de Génesis 10:3: Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.

Siguiendo con la genealogía bíblica, podemos identificar a Gomer como descendiente de Jafet, uno de los cuatro hijos de Noé nacidos después del Diluvio. En su Libro el Profeta Jeremías, hace mención en 51:27 sobre el destino futuro de Azkenaz.

Lo identifica como uno de los que lucharán contra Babilonia: Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.

En nuestros tiempos los askenazíes, son mayoría de entre los pueblos de Israel, tanto de los que viven en el Estado como los que residen fuera de él. Cabe destacar que otro grupo más reducido numéricamente de judíos, puede ser identificado como los sefardíes que son originarios de España, Portugal y algunas regiones del sur de Francia.

Diego Acosta

EL SUICIDIO JUVENIL

EL SUICIDIO JUVENIL

 

BLOG del TIEMPO 

El aumento de los porcentajes de suicidio juvenil, debería constituir por sí solo a ser un severo llamado de atención de todos quienes formamos parte de la sociedad.

Sin embargo es dramático advertir un alto grado de indiferencia con relación al problema, muchas veces como resultado del acomodaticio: a mí no me va a tocar. Ni por ser protagonista ni por tener una estrecha relación de parentesco o amistosa.

La cuestión se torna en desesperada cuando la realidad nos golpea de cerca y entonces seguramente comprenderemos que el suicidio es una responsabilidad compartida por toda la sociedad.

Una responsabilidad que comienza en la familia y que continúa extendiéndose a todos los ámbitos, pues ignorar el suicidio juvenil es ignorar de manera cómplice, que algo muy grave nos está pasando.

La frivolidad que es el signo de nuestro tiempo nos aparta del verdadero dolor y no escuchamos las señales angustiosas que nos envían quienes están sufriendo al borde del suicidio. Es tiempo de reaccionar y de actuar. Dios nos reclamará el cuidado que tuvimos de nuestros jóvenes y también de los que no son jóvenes…

Diego Acosta

La BENDITA PIEDAD

La BENDITA PIEDAD

DEVOCIONAL 

En el vértigo en el que vivimos olvidamos las cuestiones esenciales. El tiempo no nos alcanza para nada, porque estamos atrapados en hacer lo que el mundo quiere de nosotros.

Hemos dejado de pensar por nosotros mismos y nos sumamos a las modas, los estilos, de enfrentar la vida, desde comer hasta vestirnos, desde sonreír a entristecernos.

Todo lo que hacemos está determinado por las trampas del mundo, que nos llevan a pensar que no hay nada más importante, que aquello que nos justifica ante la sociedad y aspiramos a su reconocimiento.

Así es como nos olvidamos o nos hacen olvidar de lo que Dios ha dispuesto como la mejor forma de vivir, que es precisamente la opuesta a todo lo que nos afana día tras día, pues solo hacemos méritos para que el mundo nos acepte.

A pesar de todo la Piedad de Dios se mantiene sobre nosotros, porque Él verdaderamente nos ama y porque somos importantes para ÉL porque nos ha elegido como sus Hijos, aunque lo neguemos con nuestros hechos.

Elevemos nuestra mirada hacia el Todopoderoso y dejemos de ser esclavos del mundo para vivir con su Piedad y con su Amor.

Jonás 4:11
¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
Diego Acosta / Neide Ferrreira