SINFONÍA OTOÑAL

DEVOCIONAL

Mientras miraba un gigantesco árbol que se levanta frente a mi casa, me impactó la visión de que en cierta forma los humanos somos como esa preciosa Obra de la Creación.

Durante un tiempo luce radiante con el verde más luminoso, ofreciendo sus ramas y follaje a los pájaros que encuentran cobijo, sombra y protección.

Luego llega el otoño y aquel colorido se convierte en una mezcla se ocres, naranjas, amarillos y entonces comienza a verse la estructura del gran árbol.

Lo mismo ocurre con los humanos que luego del tiempo de la plenitud, nos llega el tiempo del ocaso, aunque sigamos fuertes pero ofreciendo un colorido diferente.

No el soberbio del esplendor sino los suaves que se corresponden con la madurez, tal vez con la serenidad y en cierta forma con la sabiduría.

Si fuéramos capaces de admirar y entender la Obra del Eterno, seríamos capaces de comprender como es nuestra vida y qué hasta en los tiempos del final, como cuando caen las hojas de los árboles, podremos ser útiles al Prójimo.

Deuteronomio 32:2
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
destilará como el rocío mi razonamiento;
como la llovizna sobre la grama,
y como las gotas sobre la hierba;

Diego Acosta / Neide Ferreira

EJERCICIO DE HUMILDAD

DEVOCIONAL

Una tarde estaba lavando la loza o los platos que se habían utilizado para la comida del mediodía, me vinieron estos pensamientos que me fueron de gran ayuda.

Antes, había estado terminando un trabajo relacionado con la Biblia y sus enseñanzas. Y de golpe me encontraba haciendo algo tan sencillo como lavar los utensilios que habíamos utilizado.

Lo primero que me vino a la cabeza fue un pensamiento irónico, porque había pasado de las profundidades bíblicas, a las simples tareas cotidianas.

Desde lo alto había caído a lo bajo, haciendo un resumen de lo que estaba en mi cabeza. Pero pronto el Espíritu Santo acudió para enseñarme.

Nunca debe importarnos lo que hagamos ni en la forma en que se producen nuestros quehaceres. Lo importante es con qué actitud del corazón los enfrentamos.

Si nos alegramos por unos y nos lamentamos por otros, con toda seguridad no podremos servir al Prójimo como nos mandó Jesús. Porque a veces usaremos la Palabra y a veces nuestras manos.

Marcos 12:32 Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que estos
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

HACER Y ENSEÑAR

HACER Y ENSEÑAR

El Príncipe de Paz formuló nuevas precisiones acerca de la vigencia de la Ley.

MATEO 5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.

Jesús enseñó sobre una cuestión fundamental: Qué en el Reino de los Cielos, hay rangos que son determinados únicamente por Dios y están relacionados con nuestros comportamientos.

De allí la importancia que tiene que vivamos como enseñamos, es decir que nuestras obras no contradigan nuestras palabras.

El Hijo del Hombre mencionó el hecho de quebrantar alguno de los mandamientos pequeños y enseñarlos de la misma manera, lo que determinará que será llamado pequeño en el Reino.

Debemos entender que no habrá impunidad para quienes desobedezcan, desacrediten o menosprecien la Palabra de Dios. Esto no significa perder la Salvación, pero en el rango del Reino, seremos considerados pequeños.

Por el contrario quienes obren correctamente, serán llamados grandes en el Reino de los Cielos. Pablo en su Carta a los Romanos en 2:12 profundiza en esta cuestión: Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados.

Diego Acosta

 

Goza de la vida con la mujer que amas

El Libro de Eclesiastés es una maravillosa
fuente de Enseñanza

que nos confronta con la realidad de todos los días
y con la que tendremos en el futuro.
Valoremos el Mensaje del Rey Salomón
como un compendio de Sabiduría que nos guiará
para vivir mejor.
Eclesiastés 9:7-11
EN ESTE DÍA

LA BIBLIA – Proverbios 1:7-33

Salomón nos instruye para que seamos fieles a la doctrina y apartarnos de los pecadores.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
    Y no desprecies la dirección de tu madre;

Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.

10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.

11 Si dijeren: Ven con nosotros;
Pongamos asechanzas para derramar sangre,
Acechemos sin motivo al inocente;

12 Los tragaremos vivos como el Seol,
Y enteros, como los que caen en un abismo;

13 Hallaremos riquezas de toda clase,
Llenaremos nuestras casas de despojos;

14 Echa tu suerte entre nosotros;
Tengamos todos una bolsa.

15 Hijo mío, no andes en camino con ellos.
Aparta tu pie de sus veredas,

16 Porque sus pies corren hacia el mal,
Y van presurosos a derramar sangre.

17 Porque en vano se tenderá la red
Ante los ojos de toda ave;

18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,
Y a sus almas tienden lazo.

19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
La cual quita la vida de sus poseedores.

20 La sabiduría clama en las calles,
Alza su voz en las plazas;

21 Clama en los principales lugares de reunión;
En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.

22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?

23 Volveos a mi reprensión;
He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
Y os haré saber mis palabras.

24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,

25 Sino que desechasteis todo consejo mío
Y mi reprensión no quisisteis,

26 También yo me reiré en vuestra calamidad,
Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
Y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

28 Entonces me llamarán, y no responderé;
Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,

30 Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,

31 Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.

32 Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;

33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

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LA BIBLIA – 1 Timoteo 4: 6-16

Pablo exhorta a su joven discípulo a que persevere en la enseñanza y la doctrina.

Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.

Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;

porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos.

10 Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

11 Esto manda y enseña.

12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.

14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

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