LA BIBLIA – En el principio

 

ESTUDIO 4.

GÉNESIS / 4

El nombre del primer libro de la Biblia, coincide tanto en su versión hebrea, como en la griega: En el principio. Traducido al español, mantiene el nombre con el que lo conocemos.

Es fundamental comprender que Dios no inspiró a Moisés un Libro de contenido científico, tampoco histórico. Ni siquiera justificó su propia existencia. Esto, con relación a la Creación.

En esa primera parte de Génesis, Dios revela lo que podríamos llamar la Eternidad pasada y a partir del Capítulo 3, comienza a definir su gran obra con relación a los hombres.

Se trata de la Salvación de la especie superior que había Creado a su imagen y semejanza y que se completa en el último Libro de la Biblia: La Revelación o Apocalipsis, en sus Capítulos 21 y 22.

Dios plantea a los hombres que ÉL es el Creador y el Único a quién le deben Reverencia, contrariando el contexto de otras civilizaciones y más específicamente las que pueblan la región mesopotámica.

El mundo conocido por los humanos en los tiempos iniciales era muy reducido con relación a la totalidad que hoy tenemos.

Debe recordarse con relación al Antiguo Testamento o Antiguo Pacto, que fue escrito por judíos y para los judíos, con una profunda connotación oriental.

Esto queda reflejado en una sencilla referencia: El hebreo se lee y escribe al contrario del idioma que utilizamos cotidianamente. Es decir los textos en hebreo, comienzan de atrás hacia adelante. Para decirle de otra manera, de lo que sería nuestro final, hacia lo que es el comienzo.

Diego Acosta

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LA BIBLIA – Moisés

 

ESTUDIO 2.

GÉNESIS / 1

Dios inspiró a Moisés el Texto del Primer Libro de la Torá, revelando su propia existencia Eternal. Produciendo otro hecho que solo ÉL estaba en condiciones de realizar y que pudiera ser creído y aceptado por los hombres.

Se mostró como el Autor de todo lo conocido, ante un pueblo que acababa de ser liberado de su cautividad en Egipto.

Debe considerarse que los más de 400 años vividos en la tierra de los faraones, es un tiempo lo suficientemente largo como para influir en el ánimo, los pensamientos y las creencias de varias generaciones.

Podían los israelitas liberarse de la adoración que tenían los egipcios del dios sol?

Y siguiendo esta línea de pensamiento podían ser ajenos a todo lo que significaban los otros dioses que tenían los pobladores del imperio del Nilo?

Dios enfrenta esta realidad, mostrándose como el Creador de todo lo que los hombres veían, incluyendo al propio sol, el dios a quienes lo egipcios adoraban.

Podían los israelitas adorar a un dios que había sido creado por el verdadero Dios, Eterno y Todopoderoso?

Así pasaron a través del Texto inspirado a Moisés del politeísmo al monoteísmo. Salieron del politeísmo y debían ir hacia tierras donde se adoraban a otros muchos dioses.

Dios fue el Creador de todo, ÉL era el Único a quién debían adorar y a quién debían obediencia.

Su Omnipotencia fue el que doblegó al faraón, cuyos supuestos poderes no fueron suficientes para enfrentarlo y para aceptar que finalmente abandonaran Egipto.

Diego Acosta

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LA BIBLIA – Libro

 

 

 

ESTUDIO 1.

La Biblia es el Libro más leído y publicado del mundo. Fue el primer Libro impreso por el alemán Johannes Gutenberg. Su primera parte, a la que conocemos como Antiguo Testamento o Antiguo Pacto, tiene un claro trasfondo oriental. Fue escrita en hebreo y en algunos pasajes de los Libros de Esdras y Nehemías, se utilizó el arameo, que era el idioma coloquial de la región. Jesús también usó breves frases en arameo.

Su segunda parte, que denominamos Nuevo Testamento o nuevo Pacto, tiene una predominancia de la cultura helena y sus textos están escritos en griego.

Podríamos decir que la Biblia revela a los hombres el comienzo de la Eternidad, a través del Libro de Génesis y como será el fin de los tiempos o la Eternidad futura, con el Libro del Apocalipsis o La Revelación.

Quién pudo revelar el pasado relacionado con la Creación?

Solamente Dios.

Quién puede revelar el futuro?

Solamente Dios, encarnado en el Hijo, como Jesús, miembro de la Trinidad.

La Biblia es la Palabra de Dios, se explica a sí misma y es sagrada y santa porque así lo declara el propio Texto.

Es inerrante, Salmos 12:6, 119:140, Proverbios 30:5, Juan 10:35. Y también es infalible como declara Pablo en 2 Tito 3:16-17.

La Biblia es un Texto de Dios para los hombres y no es otro libro de historia o de ciencia. Es la Palabra del Eterno para la humanidad. Es la Revelación del Creador de todo lo que es bueno para ser conocido por las joyas de su Creación.

Diego Acosta

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LA BIBLIA – Santiago 3

Santiago nos da las pautas para vivir una vida santa y agradable al Señor, con la Sabiduría que viene de lo Alto.

1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.

Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;

pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.

10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;

15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

LA BIBLIA – Juan 8:12-32

Jesús enseña que es el enviado del Padre y habrá Salvación para el que crea.

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.

14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.

15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.

16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.

18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

25 Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.

26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.

27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.

29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

30 Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él.

31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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LA BIBLIA – 1 Juan 2:1-14

Juan advierte acerca de la imperiosa necesidad de permanecer fieles a las enseñanzas de Jesús, ante la obra de maldad de los falsos profetas.

2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
2:7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 
2:8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 
2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 
2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 
2:11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
2:12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 
2:13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 
2:14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 

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