CRECIMIENTO
ANTIVIRUS
Tristemente hemos podido advertir como frecuentemente confundimos el crecimiento espiritual con los logros materiales.
Especialmente cuando se trata de las iglesias o las congregaciones donde se exhiben con grandes elogios, las obras realizadas en los lugares de culto, principalmente.
Es necesario que estemos atentos con esta clase de manifestaciones porque pueden llevar al engaño de creer, que estamos llamados a edificar o a tener grandes templos.
Cuánto más nos afanemos en las construcciones materiales, seguramente menos empeño pondremos en las cuestiones espirituales.
Sencillamente porque podemos interpretar o creer de buena fe, que cada ladrillo que ponemos en un templo, es para edificar la Gloria de Dios.
Cuando en realidad, lo que estamos edificando es la vana-gloria de un grupo de líderes y de hombres y mujeres, que creen en esta auténtica trampa espiritual.
Dios no precisa de grandes templos. Solamente cuando extendemos el Reino, es cuando verdaderamente podremos decir que estamos construyendo con fe y para su Única Gloria y Honra.
Diego Acosta