EL PASTORADO
CONGREGACIÓN
Del SÉPTIMO MILENIO
En los tiempos que nos toca vivir, quizás sea importante hacer algunas reflexiones relacionadas con la misión del pastor.
Jesús en su Ministerio Terrenal, dejó rotundamente establecido que había venido a servir y no a ser servido.
Una tremenda declaración de principios, que es bueno repensar en función de la tarea y de la forma que realizan muchos siervos.
Todos los pastores sirven y no son servidos?
Por qué produce irritación cuando se habla de este tema en las congregaciones?
Todos los pastores son fieles a lo establecido por Pedro de no establecer señorío sobre las congregaciones?
Por qué cuando se habla de esta cuestión, rápidamente se habla de rebeldía en contra del pastor?
Estas y otras muchas preguntas se pueden hacer en torno a la forma en que muchos hombres y mujeres desempeñan sus funciones de pastores.
En muchos casos, como lo expresó el propio Jesús, tienen comportamientos de asalariados y por eso abandonan a sus ovejas ante la menor dificultad.
Son estos líderes los que guiarán a los miembros del Cuerpo de Cristo, en los difíciles tiempos bíblicos que se avecinan?
Es necesario que vez de producir respuestas airadas, se hagan reflexiones serenas. Y fundamentalmente se hagan exámenes de conciencia profundos y sinceros.
Por todo lo expuesto, es importante recordar las propias palabras de Jesús, en el Evangelio de Juan 10:7-13:
7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
En todo caso y como reflexión final, bueno será recordar que las ovejas no pertenecen a NINGÚN pastor y que están a su cuidado, según el Mandato del Hijo del Hombre. A su especial cuidado, para servirlas y no ser servidas por ellas.
Diego Acosta