2018 septimomilenio 1

LAS SEÑALES DE JESÚS

CONGREGACIÓN

del SÉPTIMO MILENIO

En su Evangelio, Mateo refleja la respuesta que el Hijo del Hombre le dio a los discípulos cuando le preguntaron por las señales del fin de los tiempos.

Jesús las enumeró y colocó en primer lugar una que todavía hoy puede parecer sorprendente: Cuidad que nadie os engañe.

Qué razones podría haber tenido Dios hecho Hombre, para formular esta advertencia?

La de que estemos alerta, porque según avanzan los años, nos acercamos al final de los tiempos. Y el engaño está relacionado con los falsos profetas y éstos con el falso profeta y este último con el anticristo.

Estamos advertidos!

Al comenzar el Nuevo Año, tengamos una actitud de completa alerta! Velemos para que nadie nos engañe!

Así cumpliremos el Mandato de Jesús y sabremos discernir sus otras Señales!

Diego Acosta

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gilabert 1

¿UN NIÑO COMO REGALO DE NAVIDAD?

CONGREGACIÓN

del SÉPTIMO MILENIO

Lucas 2:12
“Y lo reconocerán por la siguiente señal: encontrarán a un niño envuelto en tiras de tela, acostado en un pesebre”

Navidad, significa “Nacimiento”, el enfoque que se le da en estas fechas es como recordatorio a lo que ocurrió hace más de dos mil años en un pesebre de Belén, pero Dios desea ir mostrando ese regalo a quienes se quedaron solamente en el acto histórico.
Mensajes de Salvador, Principe de Paz, Dios Grande, etc…son leyendas y canciones que se hacen patentes en estas fiestas de Navidad, pero me llama la atención como Dios expone la Navidad (Nacimiento) en la Biblia.

“Un niño envuelto en tiras de tela”

Qué características físicas más extrañas si relacionamos a Dios como Grande, Salvador, Libertador, Dador de Paz, Consejero y quien va a cambiar nuestras vidas a mejor. Eso es lo que esperamos de Dios. ¿pero un niño?
Esto me ha hecho meditar en que la Navidad es un regalo para nosotros, “Un niño nos es dado”,
¿Te imaginas que te regalaran un niño recién nacido, envuelto es ropaje de bebé? Porque ese es el mensaje de la Navidad, ¿Qué harías lo pondrías debajo del árbol envuelto? ¿Lo rechazarías? Pensarías ¿para que quiero yo un niño?…yo necesito Paz, necesito fortaleza en medio de la situación que estoy viviendo, necesito perdón, no necesito un niño, quiero un DIOS GRANDE, que me dé todo lo que deseo.
Pensamos, de forma errónea, que LA FIESTA RELIGIOSA DE LA NAVIDAD, como si de una varita mágica se tratara, nos ofrecerá todo eso que necesitamos, o que por ser la fechas que son, éstas por ellas mismas cambiarán nuestra situación en días de paz, nuestro corazón dejará de ser egoísta, nos convertiremos en personas solidarias, perdonaremos, nos reconciliaremos, nos hará mejores personas, a través de LA MAGIA DE LA NAVIDAD…la Navidad no es magia, la Navidad es un niño que desea que recibas en tu casa. Un niño envuelto en ropas de bebé, que desea ir creciendo contigo.
Un niño que si no le rechazas y le dedicas un poco de tiempo para descubrirlo te sorprenderá. Ve quitándole el ropaje que lleva, ve descubriendo lo hermoso que es, mira y disfruta de la hermosa sonrisa que tiene, ¿a quien no le produce alegría y gozo, el ver a un bebé cuando ríe, disfruta de su mirada, de cuando extiende sus manos para que lo abraces, arropalo en tus brazos, que puedas sentir su calor, disfruta de sus balbuceos, de sus primeras palabras que no entiendes….sí eso es NAVIDAD la relación con un niño que no entiendes, pero que desea hacerse grande dentro de ti y desea hacerte experimentar aquellas cosas sorprendentes que solo podrás recibir cuando te relacionas con un niño y que mientras vaya creciendo irás entendiendo.
Todo eso no está en el aire, no te lo darán los anuncios publicitarios, comprando lotería, los reyes de oriente, Papa Noel, poniendo un árbol en casa o adornando todo nuestro hogar de imágenes relacionadas con la Navidad.
Es tan fácil como complicado, fácil porque está cercano a ti, solo debes abrir el pesebre de tu corazón y recibir el regalo, por FE…. no nació en el Templo, ni en la Iglesia… y después ve descubriendo ese precioso Niño, abre tu boca y habla con él, es posible que tú no le entiendas ahora porque es pequeño, pero él si entiende lo que le dices y, sobre todo, disfrútalo cada día, siente como te ama, ¿qué hermoso es percibir el cariño de un niño verdad? Esos ojos mirándote y hablándote, sin expresar palabra…estoy seguro que si en estas navidades aceptas el regalo, lo abres y lo disfrutas, te vas a llenar de tanto amor por ese niño que desearás estar con él, hablar con él, expresar tus emociones con él, conocerle y descubrirle cada día.
Conozco padres, y estoy seguro que tú también, que me han dicho “El tener un hij@ me ha cambiado la vida”

Vive y disfruta de la verdadera Navidad, ese Niño te cambiará la vida, para mejor y para siempre.

FELIZ NAVIDAD!!

Isaías 9.6
6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Pr. José Gilabert

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diego septimomilenio

MIEDO… AL MIEDO

La sociedad de la que formamos parte de una manera sobrenatural, vive seducida por sus propios logros, por su propia superación.

Aunque reflexionando en profundidad, los supuestos logros y la supuesta superación, puede ser cuestionada tanto en el sentido moral como en el práctico.

Pero ocurre además, que la sociedad orgullosa y ostentosa, cada tanto manifiesta sus miedos…a sus propios miedos.

Resulta contradictorio que esto sea así, por cuanto se supone que si estamos tan orgullosos de lo que somos y de lo que hemos logrado en lugar de miedo deberíamos tener coraje.

Se nos ocurre que ese miedo al futuro que la sociedad parece tener, es la que impide que todo sentimiento de coraje se manifieste más allá de lo que es puramente formal.

Interpretando que el miedo está relacionado con lo físico, con nuestra propia integridad, con lo que poseemos y con lo que creemos que somos.

Tenemos miedo al futuro se origina porque advertimos que cada día que pasa hay menos certezas de que nuestra propia vida esté resguardada, que lo que tenemos como bienes físicos los podamos perder y que lo que somos vive colgado con alfileres, si se nos permite la torpe figura.

Estos son nuestros miedos!

Y en qué nos diferenciamos los hijos de Dios?

En algo que debemos apreciar con mucho cuidado. El mundo tiene miedo a todo y principalmente al futuro. En cambio nosotros deberíamos tener temblor ante la Majestad del Eterno.

El miedo es una cuestión física, el temor es una cuestión espiritual!

Si lo entendemos así comprenderíamos que cuánto más miedo tenga el mundo, más temblor deberíamos de tener quienes declaramos ser seguidores de Jesús.

La razón? Que los miedos del mundo se verifican en el plano puramente material y el temblor se registra en el nivel superior de la existencia.

Si compartimos los miedos del mundo, significa que estamos alejados del Eterno y por tanto nuestro temblor disminuye.

En estos días tan especiales que vivimos, apartemos un tiempo para analizar estas cuestiones, porque el resultado de nuestros pensamientos, será revelador del estado de nuestra relación con el Supremo.

Solo a Dios nos debemos y solo a Dios obedecemos! Sin miedo y con temblor!

Diego Acosta

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SI JESÚS TE DICE VEN…NO DUDES!

CONGREGACIÓN

del SÉPTIMO MILENIO

Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !Señor, sálvame!
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:28-33
¿Cuántas veces pedimos a Dios un milagro y cuándo recibimos lo que pedimos nos sorprendemos, miramos lo que nos rodea y dudamos?

Lourdes Diaz

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EL RIESGO DEL CONSEJERO

CONGREGACIÓN
del SÉPTIMO MILENIO

Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, ensilló su asno, se levantó y se fue a su casa en su ciudad; y después de poner la casa en orden, se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre. 2 Samuel 17.23

Cómo debemos actuar cuando otros no aceptan nuestros consejos? Para entender bien el dramático final de esta historia necesitamos considerar el lugar que ocupaba Ahitofel entre los consejeros del rey. No hace falta deducir nada del texto, pues el mismo historiador nos dice que «el consejo que daba Ahitofel era como si se consultara la palabra de Dios, tanto cuando aconsejaba a David como a Absalón» (2 S 16.23). Este hombre no solamente era una persona con una evidente gracia de Dios para aconsejar en los problemas más complicados. Era, además, una persona que durante una larga trayectoria se había acostumbrado a que los hombres más poderosos de la nación lo consultaran en todo. El pueblo y los funcionarios lo tenían en alta estima.
Llegó, sin embargo, el día en el cual el usurpador del trono, Absalón, decidió desatender el consejo de Ahitofel. Su decisión se basó en el consejo de otro hombre, Husai. A Absalón le pareció mejor este segundo consejo, y descartó la palabra que le había dado el hombre que durante años había dirigido los pasos de David. En un sorprendente desenlace, Ahitofel volvió para su casa, puso en orden sus asuntos, y se quitó la vida.
Ser escuchado como consejero tiene cierto efecto intoxicante en nosotros. Cuánto más nos escuchan, más propensos somos a creer que nuestro aporte ha sido muy importante para la resolución del problema. Cuando nuestra trayectoria como consejeros es extensa, siendo muchos los que han acudido a nosotros para recibir sabiduría, no ha de sorprendernos la facilidad con la cual se instala en nosotros la idea de que nuestra participación en toda decisión es indispensable.
La naturaleza de un consejo, no obstante, es precisamente que se ofrece en calidad de sugerencia, no de mandamiento. Algunos piden que compartamos con ellos nuestro parecer en cuanto a determinada situación, porque aprecian el aporte que podemos hacer. Pero ninguno de los que acude a nosotros, como líderes, está obligado a hacer lo que nosotros aconsejamos. La buena consejería se construye sobre esta premisa: el respeto absoluto por la libertad que tiene la otra persona para tomar sus propias decisiones (y también para acarrear las consecuencias de ellas).
¿No es así el trato de nuestro Padre Celestial con nosotros? ¡Él puede ser, en ocasiones, sumamente persuasivo! Pero todo el misterio de nuestra relación con Dios gira entorno del hecho de que Él respeta nuestra libertad de elección. Richard Foster declara que «Dios nos concede perfecta libertad porque Él desea criaturas que libremente escogen tener una relación con Él… Relaciones de este tipo nunca pueden ser manipuladas o forzadas». De la misma manera, un consejero sabio hace el regalo más precioso a las personas que lo escuchan cuando les da libertad de aceptar o rechazar sus consejos.

Pr. José Gilabert

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EL CUMPLIMIENTO

El Ministerio Terrenal de Jesús comenzó en Galilea, en Nazaret que fue el lugar que eligieron sus padres María y José, para vivir.

Luego de ser conocido por los vecinos como el hijo del carpintero, fue a la sinagoga y allí fue invitado a leer un versículo del Antiguo testamento.

El pasaje elegido fue el de Isaías 61, versículos 1 y 2, que fueron leídos por el Hijo del Hombre de esta manera:

El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;

A predicar el año agradable del Señor.

El propio Isaías destacó la importancia de estas palabras que fueron dirigidas por Jehová al pueblo de Israel, que mucho había sufrido y que ahora recibiría la promesa de un nuevo Pacto Eterno.

De allí las palabras de Jesús al terminar la lectura:

Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Esta rotunda afirmación que fue hecha por Jesús hace más de 1900 años, sigue teniendo plena vigencia en nuestros días.

ÉL vino a dar buenas nuevas a los pobres, que somos todos nosotros, que podemos recibirlas a través de los cuatro Evangelios.

También vino a traer sanidad a los quebrantados de corazón, para que podamos iniciar una nueva vida en su condición de Salvador.

Del mismo modo están vigentes sus palabras de que daría libertad a los que están cautivos del pecado, vista a los ciegos que no pueden ver el Milagro de la Salvación, libertad a los oprimidos por sus iniquidades y a traernos la Predicación del año agradable del Señor.

Impresionante Mensaje que debemos hacer nuestro para recuperar todo lo que hemos perdido a causa de nuestros pecados, de nuestra ceguera espiritual y a disfrutar de la sanidad que solamente ÉL puede darnos.

Atesoremos este Mensaje!

Lo guardemos como el más preciado tesoro, porque tiene los fundamentos del Ministerio de Jesús hecho Hombre!

Demos gracias por estas palabras, que son las mismas que usó el profeta Isaías cuando vino a anunciar un nuevo Pacto Eterno con quienes somos Su Pueblo.

Diego Acosta

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LA FE EN ACCIÓN…!

La existencia de Dios se manifiesta en un movimiento continuo.

Es verdad que se nos reveló que en el séptimo día descansó, pero también es verdad que la Creación siguió sin ninguna clase de pausa.

Hasta hoy.

Que nos está indicando esta Verdad?

Que del mismo modo en que Dios siempre está en acción, nuestra fe también debe estar siempre en acción para que se manifieste a través de nuestras obras.

Puede resultar contradictorio que en algunos versículos bíblicos se nos enseñe que debemos hacer pausas y en otros se nos incita a la acción constante.

Es preciso entonces destacar que cuando se nos señala la necesidad de detenernos, es por cuestiones muy determinadas.

Es decir: No se nos está diciendo que nos detengamos, sino que hagamos una pausa en lo que estamos haciendo, seguramente para que se nos enseñe alguna cosa, se nos haga una recomendación o también una amonestación.

Los mandatos siempre tienen un propósito, aunque en su momento no lo podamos advertir o no seamos capaces de valorar las circunstancias.

En TODO lo que hace el Eterno hay un Propósito!

Cuando mandó a Abram a salir de Ur, lo envió a un destino desconocido pero que el Patriarca aceptó en obediencia…y por fe.

Esto significa que en nuestra vida cotidiana nuestra fe está constantemente confrontada con la realidad de nuestros hechos. Si obramos bien, estamos haciendo lo correcto y por lógica consecuencia cuando hacemos el mal, estamos mostrando nuestra poca fe.

Además es en estas circunstancias cuando podemos ser ejemplos vivientes, aún sin decir una palabra. Quién mire nuestros buenos hechos, estará viendo como la fe se vive cada día con obras. Sin ellas no hay ejemplo porque nada tenemos que mostrar.

De allí la importancia que tiene que comprendamos que así como el Universo es un continuo movimiento, nuestro pequeño universo también debe estar en acción sin pausas.

Si el movimiento se detuviera por una mínima fracción de tiempo, podrían ocurrir desastres imprevisibles, trasladando el ejemplo a nuestras vidas, podemos decir que si nos detenemos en el ejercicio de nuestra fe, podemos también producir hechos imprevisibles.

Abraham nos mostró una forma de vida, adoptemos su ejemplo para la nuestra.

Diego Acosta

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BUENOS DÍAS

                                                     CONGREGACIÓN

del SÉPTIMO MILENIO

Me desperté pensando en la vida…

Cuando somos bebés no tenemos ni idea de lo que es ser bebé…

Cuando ya estamos aprendiendo a ser bebés, nos tornamos niños…

Cuando ya estamos aprendiendo a ser niños, nos tornamos adolescentes…

Cuando ya estamos aprendiendo a ser adolescentes, nos tornamos jóvenes..

Cuando ya estamos aprendiendo a ser jóvenes, nos tornamos adultos…

Cuando ya estamos aprendiendo a ser adultos, nos tornamos mayores..

Cuando ya estamos aprendiendo a ser mayores, nos tornamos viejos..

Cuando ya estamos aprendiendo a ser viejos, morimos y viene la eternidad…

Entonces sí, sabemos lo que es ser eternos, porque la eternidad la llevamos dentro, y vamos disfrutarla con Él, Nuestro Amado Jesús, esto es si hemos andado con Él durante todo nuestro aprendizaje!

Conozcamos y prosigamos la misión de conocer a Jesucristo!!!!

Para. Arlete Batista Ferreira

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CUANDO LA DISCIPLINA DESTRUYE

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

6 Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos;7 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza.8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él. 2ª Corintios 2:6-8

En la iglesia en Corinto había una persona que había cometido un error. La disciplina es una herramienta efectiva para conseguir el fin de mejorar o de corregir hábitos perjudiciales, aunque tenemos que admitir que ésta tiene muy mala fama y se considera como una herramienta represiva e incluso se la utiliza de forma inadecuada, perdiendo así su efectividad. Por eso aquí, en este pasaje se hace necesario que Pablo corrija la severidad en el trato que había recibido esta persona. La razón es que toda corrección tiene como objetivo restaurar al caído y ayudarlo a volver a caminar de la manera adecuada y beneficiosa para él.
Existe en nosotros, sin embargo, la tendencia de acompañar nuestros esfuerzos por disciplinar con una buena dosis de ira o rencor. ¿Cuántas veces, como padres, hemos sido excesivamente duros con nuestros hijos, porque no actuamos en el momento indicado? Nuestra paciencia no fue paciencia sino negligencia, y permitió que se acumularan sentimientos de saciedad y rabia. Cuando llega el momento de corregir, lo usamos también para descargar todo nuestro disgusto sobre nuestro hijo. La presencia de estos elementos anula el beneficio de la disciplina porque utiliza un espíritu incorrecto.
De la misma manera, en otros ámbitos la disciplina frecuentemente es prolongada por un espíritu de dureza hacia el infractor. Se le somete a humillaciones innecesarias y muchos optan por tener el menor contacto posible con esa persona. No obstante, la disciplina es una experiencia sumamente positiva para la vida de los que anhelan un adecuado crecimiento como persona. Por medio de ella podemos ser corregidos y encaminados correctamente, y quisiera recordar que la vara que se le adjunta a un árbol plantado, no es para golpearlo, sino su propósito en marcarle una dirección y guía hacia un correcto crecimiento. También debemos admitir que es algo sumamente desagradable; no nos gusta ser disciplinados. Nos sentimos agredidos y nuestro orgullo inmediatamente comienza a florecer y tendemos a justificarnos. Nos puede producir tristeza y desconsuelo que, de prolongarse, podría tener repercusiones serias, dañando nuestro estado emocional, produciéndonos el efecto totalmente contrario al deseado. Sabiendo esto, Pablo anima a que no «cargue» con demasiada tristeza a la persona disciplinada. El deseo es que la persona no sea enterrada y hundida por nuestra actuación, porque la disciplina perdería su sentido.
Descubramos que nos mueve a corregir a alguien, llamarle la atención, disciplinarlo o amonestarlo, llámalo de la forma que quieras, pero antes de proceder seamos sinceros y preguntémonos que sentimos por esa persona, podremos determinar si en realidad deseamos que mejore en lo personal, que haga las cosas correctamente para su bienestar y el de todos o simplemente es un asunto de imposición, reconocimiento de autoridad y en el peor de los casos solo para humillar y satisfacción propia.
En lugar de esto Pablo anima a «reafirmar el amor» hacia el caído. El poder que más transforma la vida de otros es el que proviene del amor. La disciplina corrige, pero es el amor el que cala hondo en el corazón y lo abre a las experiencias transformadoras.

«El lugar más solitario del planeta es el corazón humano al que le falta el amor». Anónimo.

Pr. José Gilabert

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HABLAR ES PLATA, CALLAR ES ORO

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Santiago 3:5-6
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Era un experto en repetir las habladurías que llegaban a sus oídos. “Lo malo no es, dijo el maestro, que las repitas, sino que cada vez lo hagas con mayor maestría”.
La lengua es un miembro pequeño, pero puede mucho. Es cierto, con la lengua damos vida o matamos, ponemos alas en el otro o lo hundimos. La palabra es creativa o destructiva, según se la use.
Una palabra agradable, dicha en el momento oportuno, ilumina toda la existencia y ayuda a caminar. La palabra sabia orienta; la palabra cariñosa levanta y da ánimo; la palabra amorosa es fuente de energía y de bendición. Basta una sola palabra de vida para que la sanidad ocurra al instante en quien la escucha.
Basta, sin embargo, una palabra hiriente para que el veneno del odio y el resentimiento aniden en el corazón. Basta una sola palabra para crear discordia, para destruir una vida, para matar el amor.
Hablar es muy fácil; saber callar ya es algo más serio, requiere prudencia y dominio. Saber hablar a tiempo, en el momento oportuno, es salvación para quien necesita esa palabra de vida; saber callar cuando la otra persona no está preparada para recibir un consejo o un reproche, es sabiduría que no tiene precio.
De la vida de Cristo me llama la atención, precisamente, el uso que hace de la palabra. Fue sincero, leal, acostumbrado a llamar a las cosas por su nombre. Llamó al pan, pan y al vino, vino. Con sencillez enseñó a los discípulos a decir sí o no, según lo exigía la pregunta.
La palabra del Maestro fue amable, penetrante y convincente. Con ella, sanaba, levantaba, animaba y bendecía. Pero también con su palabra denunciaba la ceguera, la hipocresía, el mal. Él supo hablar para hacer el bien y supo callar ante las infamias y atropellos que le hicieron. Con su palabra encendía corazones y con su silencio desconcertaba al enemigo.
¿Cómo usamos la palabra?
Hay muchas personas que usan la lengua para hablar orgullosamente de sí mismos y mal de los otros. Hay quienes, como víboras, cada vez que abren su boca, arrojan veneno y muerden a los demás. Pero también lo hay que usan la palabra para consolar, para restituir la fama de los otros, para aclarar chismes, para hablar bien del prójimo y mejor aún de Dios.
Si esto sucede con el hablar, lo mismo acontece con el callar. Hay personas que callan por cobardía, por quedar bien, por no comprometerse. Hay personas que tienen la obligación de hablar, de denunciar la injusticia y la opresión, y callan e imponen, a su vez, un silencio sepulcral a los demás. Hay personas que se pasan toda la vida callados, simplemente por miedo, por cobardía, porque es más fácil, porque no tienen nada que decir. Sin embargo, los hay valientes que callan ante los defectos del hermano o cuando hablan bien de sí mismos o cuando son calumniados e injuriados.
Es importante aprender a hablar y a callar. Es una asignatura pendiente que tenemos todos los humanos.

Proverbios 16:23-24
23 El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.

24 Panal de miel son los dichos suaves;Suavidad al alma y medicina para los huesos.

Proverbios 17:27-28
27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.
28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.

Pr. José Gilabert

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