Una propuesta nos lleva a pensar que frente al drama personal o al drama colectivo la solución es la frivolidad. Aceptando esta propuesta añadiremos frustración
porque el Único Consuelo al drama es el Amor de Dios. Diego Acosta – PERSONAL
David clamó a Jehová por Misericordia y es lo que debemos hacer en estas horas de dolor y de angustia, especialmente en España. Solo el Todopoderoso nos consolará y renovará nuestra Bendita Esperanza. Diego Acosta -MENSAJE
Hace poco el fallecimiento luego de un accidente de un joven miembro de la familia, llamó poderosamente la atención por lo que ocurrió en sus últimos minutos de vida.
Estaba en el hospital, donde era atendido de las graves heridas que tenía y de las no menos graves consecuencias que tendría para su futuro, pero, los médicos anunciaron que moriría.
Rodeado de su familia, esperaba el desenlace, cuando se pronto, se dirigió a su esposa y le dijo que estaba viendo un cielo azul maravilloso, como nunca lo hubiera podido imaginar.
Y habló repetidamente de ese cielo azul que estaba admirando y en esas circunstancias, falleció. La familia y en especial su esposa comprendieron que quién los dejaba estaba con Jesús.
Que ÉL le había mostrado el cielo azul y que fue una Gracia para quién fuera su esposo y para ella, como el Consuelo maravilloso que había dejado de sufrir y que estaba en el Reino celestial.
Así son las cosas de nuestro Dios Todopoderoso.
Marcos 9:1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. Diego Acosta / Neide Ferreira
El Mesías continúa con el Sermón y sigue ampliando el concepto de las Bienaventuranzas.
MATEO 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Jesús centra su mensaje en una cuestión estrictamente personal, al aludir a los que lloran. Que no son otros que los lamentan su vida de pecado, provocando la tristeza piadosa que lleva al arrepentimiento genuino que finalmente lleva a la Salvación.
Son ellos los que recibirán consolación que no es otra cosa que el Perdón de los pecados y el cumplimiento de la promesa de la Salvación.
En el Antiguo Testamento podemos encontrar esta cuestión del dolor y de la consolación que solo pueden venir de lo Alto.
Recordamos: Salmo 126:5-6 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Isaías 61:2-3 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados,a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
La enorme riqueza espiritual del primer discurso del Príncipe de Paz, tiene especial relevancia en las otras bienaventuranzas.
Ante una dolorosa pérdida, un hermano decía que estaba viviendo horas difíciles pero confortado por el Amor de Jesús.
Es otro motivo para dar gracias al Señor por haber guardado el corazón de este hermano, para que no hubiera ni rebeldía ni resentimiento.
Guardando el corazón en circunstancias difíciles y dolorosas, tenemos la certeza del Consuelo de lo Alto, que solamente puede venir de Él cuando más lo necesitamos.
Esto anima y reconforta, porque he podido comprobar una vez más como la Gloria del Eterno, se manifiesta en todo tiempo en nuestra vida.
Cuando somos capaces de soportar el dolor de una pérdida, nos acercamos más a Dios, porque en Obediencia aceptamos que su Voluntad es Perfecta, porque ha librado de crueles sufrimientos a un ser amado.
Doy gracias por todo, sabiendo que los inescrutables designios del Todopoderoso, siempre serán para nuestro bien, aunque nos cueste aceptarlo en los penosos momentos que vivimos.
Isaías 57:18-19 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
En horas muy amargas un creyente, ha dejado un maravilloso ejemplo de fe y de confianza en el Señor, al aceptar la muerte de su joven esposa.
Quienes fuimos conmovidos por su desaparición, nos sentimos reconfortados con el mensaje de su esposo, mostrando como obra el Consuelo maravilloso del Espíritu en la vida de las personas.
Resulta conmovedor comprobar como el esposo consoló a quienes estábamos muy tristes y pesarosos, por la desaparición de la que fue su amada compañera.
Este ejemplo debe alentarnos a buscar al Dios Todopoderoso, para saber que sus designios son inescrutables y para aceptarlos aunque sean dolorosos e incomprensibles para la mente humana.
En la hora del dolor solo el Eterno puede darnos el Consuelo y el aliento, porque es una expresión de su Amor sobre nuestras vidas y de su Misericordia en la hora de una pérdida irreparable.
Nos alienta el mensaje de fe de un joven esposo y la certeza del reencuentro cuando nos llegue la hora de estar frente al Trono de la Gloria.
Salmo 94:22 Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza.
En las horas difíciles es legítimo que tengamos viva la llama de la esperanza, de que la Misericordia del Eterno transforme una situación.
En las horas de la prueba es cuando más nos debemos aferrar a la certeza del Amor de Dios, el único verdadero y el único que todo lo cubre.
Siempre he pensado que palabras se pueden decir a quienes están sufriendo las horas amargas de la espera y también las horas esperanzadas de un Milagro.
Y es muy difícil encontrar las palabras adecuadas, salvo aquellas que alientan a elevar la mirada hacia lo Alto, clamando para que la Misericordia, rompa la lógica y la sabiduría humana.
Aún sabiendo que el Propósito de Dios es inescrutable, es legítimo que clamemos por su Misericordia, porque en eso radica la esperanza y también la certeza de que debemos ser obedientes de sus decisiones sin caer en ninguna forma de rebeldía.
Hebreos 6:18-19
Para que por dos cosas inmutables,
en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo
los que hemos acudido para asirnos de la esperanza
puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,
y que penetra hasta dentro del velo,
A veces mirando una flor se nos puede cambiar el ánimo, de lo tormentoso pasamos al sosiego y de la tristeza al consuelo. Estos son algunos de los Propósitos del Señor al dejarnos pequeños presentes llenos de color. LA CREACIÓN
Cuando no entiendo algo que ocurre, tengo la sensación de ser un poco ignorante, un poco torpe en mis pensamientos.
Principalmente cuando no entiendo algunas cosas de Dios!
Por qué ocurre esto?
Es una cuestión personal?
Esta situación de ninguna manera es algo que me afecta solamente a mí, puesto que he escuchado y he leído comentarios en la misma dirección.
Sabiendo esto es bueno interrogarse sobre los fundamentos de nuestra fe y los principios que la sustentan.
No resulta un poco osado pretender abarcar a Dios?
No resulta algo alejado de nuestras posibilidades tratar de interpretar sus decisiones?
Tal vez la respuesta afirmativa, sea el principio de llegar a una conclusión sobre la cuestión de entender lo que el Eterno hace o ha dispuesto.
Recuerdo que en una ocasión ante un hecho de dolorosa realidad de mi vida, me pregunté por qué ocurrían cosas como esas.
Y también recuerdo como lo único que recibí del Supremo fue su Consuelo!
No hubo ninguna respuesta ni nada que pudiera ser interpretado como tal. Solamente esa maravillosa e inolvidable percepción del Consuelo del Amor Superior.
Con el tiempo llegué a la conclusión que ese día en el que recibí el Consuelo, si me hubiera rebelado contra el Padre, no lo habría recibido, sencillamente porque mi corazón hubiera estado endurecido.
Creo que cuando no alcanzamos a comprender las decisiones del Todopoderoso, lo único que nos cabe hacer es mantener nuestra confianza en ÉL, recordando que aunque nos duela, ÉL está en el control de todas las cosas.
Así como agradecemos las bendiciones, seamos sabios y aceptemos lo que nos hace gemir.
Proverbios 16:20
El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado.