ACEPTAR MALOS CONSEJOS

DEVOCIONAL

Cuántas veces habremos escuchado palabras de advertencia sobre malas compañías o los malos consejos?

Muchas seguramente, pero lo que resulta sorprendente es que no siempre esas palabras fueron atendidas y prevaleció lo que tenemos de soberbios y prepotentes.

El joven rey Roboam, desechó los consejos de los ancianos y no cumplió el Mandato que había recibido de su padre Salomón de cuidar al pueblo de Israel, haciendo todo lo contrario.

Es necesario comprender que los consejos de los jóvenes no eran malos por causa de sus edades, sino porque buscaban ser duros con el pueblo que gobernaban.

El resultado fue que a causa de estos malos consejos y por haberlos escuchado, Roboam apartó a Israel de la Casa de David y rompió la unidad nacional.

Cuántas veces por un mal consejo hemos tenido frutos amargos?

2 Crónicas 10:16
Y viendo todo Israel que el rey no les había oído,
respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David?
No tenemos herencia en el hijo de Isaí. Israel, cada uno a sus tiendas!
David, mira ahora por tu casa!
Así se fue todo Israel a sus tiendas
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

EL DÍA DE JERUSALÉN

LA OTRA HISTORIA

Durante la Guerra de los Seis Días, que libraron Egipto, Siria y Jordania contra Israel, en 1967 se produjeron varios hechos especialmente significativos.

Uno de ellos se verificó en el frente central, cuando las tropas israelíes al mando del general Mordechal Gur, ingresó a la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Previamente las fuerzas jordanas que la controlaban, lanzaron un ataque sobre el sector israelí de la ciudad, afectando varios edificios.

Con el avance de la guerra las tropas paracaidistas de Israel, se prepararon para lanzar el ataque final sobre la Ciudad Vieja de Jerusalén, controlando e Monte del Templo o la explanada de las mezquitas, como la denominan los árabes.

Con este ataque se consolidó el control por parte de Israel de toda la Ciudad Santa, históricamente ligada a Israel desde los lejanos tiempos del Rey David.

La Guerra que constituyó una importante victoria para el estado judío, significó para los árabes el Día de Nakba o el Día del Retroceso, ya que cientos de palestinos debieron dejar el territorio en el que vivían.

Jerusalén vive hora de gran tensión, por los reclamos de los palestinos.

Diego Acosta

LOS BUENOS Y LOS MALOS

DEVOCIONAL

En el Segundo Libro de Crónicas se revela como fueron los reyes y qué actitudes tuvieron delante de Jehová.

Algunos fueron buenos porque hicieron lo recto delante del Eterno y otros le desobedecieron y se desviaron hacia el mal y cometieron hechos que no fueron aprobados.

Leyendo la Biblia estuve pensando que ocurrirá cuando mis propios hechos sean confrontados en el Juicio y que se podrá decir de ellos y lo más importante: Seré aprobado o reprobado.

Creo que siempre tendremos una posibilidad de corregir los errores, pedir perdón por los pecados y buscar que la Misericordia de Dios venga poderosa sobre mi vida.

Grave sería que sabiendo esto, fuera capaz de perseverar en lo malo, de no arrepentirme y de no buscar el perdón por mis iniquidades. Algunos reyes según nos narra Crónicas, solo fueron capaces de ser fieles a los malos designios de sus corazones.

Corregir mientras tenga vida, me acercará a la Bendición del Final.

2 Crónicas 24:15-16
Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días;
de ciento treinta años era cuando murió.

Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes,
por cuanto había hecho bien con Israel,
y para con Dios, y con su casa.

Diego Acosta / Neide Ferreira

POR QUÉ DAVID…?

 

DEVOCIONAL

Repasando la historia de los reyes de Judá y de Israel, podemos preguntarnos por qué Dios preservó su herencia, para que de su casa naciera el Mesías?

La historia revela como la mayoría de los reyes se rebelaron contra el Eterno, con sus hechos y fundamentalmente con su idolatría a dioses menores impulsados en muchos casos por sus mujeres.

Y se puede pensar: Fue David un hombre perfecto?

De ninguna manera, pero lo que sí tuvo el hijo de Isaí fue un corazón dispuesto hacia el Todopoderoso, con una fe inquebrantable y temeroso de sus Mandatos.

Apreciando esto, me puedo preguntar: Preservaría mi casa el Dios de Israel?

Si es por su Amor y Misericordia, con toda seguridad, pero si dependiera de mis hechos, no lo haría. Es tiempo entonces de obrar en la buena dirección.

No basta con la fe, sino obrar con su inspiración para poder tener un corazón propicio para el Señor!

2 Samuel 22:51
ES –
El salva gloriosamente a su rey,
y usa de misericordia para con su ungido,
a David y a su descendencia para siempre.

PT – Ele é a torre das salvações do seu rei
e usa de benignidade com o seu ungido,
com Davi e com a sua semente, para sempre.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LA DECISIÓN

DEVOCIONAL

David le expuso a Jehová que había reunido importantes cantidades de dinero y también de materiales para construir el Templo.

Estaba explicando lo que estaba en su corazón de ser el hombre que levantaría el Templo que se consagraría para guardar el Arca y honrar al Eterno.

Este plan del rey no fue aprobado por Jehová y en cambio le anunció que sería su hijo quién haría la obra tan relevante para Israel, por cuánto sería un hombre de paz y no de guerra.

Profundizando en la cuestión, es para tener en cuenta cómo pueden ser de diferentes las propuestas que haga a título personal, con lo que Dios pueda disponer.

No basta con desearlo ni con haber trabajado duramente por realizarlo, si no está bajo la Voluntad del Supremo, porque ÉL conoce mi corazón y por tanto sabe de mis intenciones y de mis propósitos.

El caso del rey David y el Templo, bien puede aplicarse a mi vida desde la perspectiva de entender que ningún plan o proyecto es tan importante, como para no estar bajo la Autoridad del Padre.

1 Crónicas 22:16 
Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira