Un científico anunció que crearía vida sin Dios sin explicar el origen de los elementos que utilizará.
Lo que deja en evidencia su intento de ignorar
al Todopoderoso ya que su supuesto experimento se basa en cosas existentes. Diego Acosta – ANTIVIRUS
Una pregunta que seguramente no nos haremos con frecuencia y está relacionada con nuestra existencia en el tiempo.
Y por qué no lo hacemos?
Sencillamente porque esa parte del futuro no nos interesa saberla. En el fondo, todos o casi todos obramos como si fuéramos a vivir sin límite de tiempo.
Lo curioso es que no fantaseamos con la idea de la inmortalidad, llamándola de esa manera. Pensando que vamos a vivir más de lo que sería razonable.
Sanos, con la mente brillante y con la sabiduría plena de quienes son ejemplares, probos, dignos. En suma un auténtico ejemplo para propios y extraños.
Confieso que me identifico con muchos de los términos expresados, pero arrepintiéndome de mi torpeza y de mi falta de sentido común.
Confiando como confío en las decisiones Soberanas del Dios Todopoderoso, del Dios de Israel. En ÉL confío mi futuro.
Génesis 3:19 con el sudor de tu frente comerás hasta que vuelvas a la tierra;; pues porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
La declaración de la futura reina de Inglaterra
reveló la maldad de quienes se atreven a hablar de cosas como el futuro, que solo están reservadas al Dios Todopoderoso, que tiene todo bajo control. Diego Acosta – MENSAJE
En algunas ocasiones las revelaciones del Espíritu son impactantes, tremendas porque nos sitúan en una realidad que ni siquiera nos podíamos imaginar.
Una de ellas es la relacionada con las malas palabras o los insultos que decimos, en algunos casos como el mío, constantemente aunque termine de justificarme que muchas de ellas tienen un origen casi folklórico.
Pero lo cierto es que deberíamos saber, que cada mala palabra o insulto que pronunciamos, es una ofensa. una espina hiriente en los oídos Santos del Padre.
Tenemos espinas en la boca?
Por asombroso que resulte, es lo que el Espíritu nos emplaza a imaginar y entonces pensemos: Que haríamos con las espinas en nuestra boca?
Cada vez que decimos alguna inconveniencia, añadimos otra espina a las que ya habían y en una cadena sin fin, iríamos agregando esos perturbadores elementos que podrían destruir nuestra boca.
Todavía seguiremos hablando malas palabras o insultando?
Efesios 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Jesús nos advierte que desde que nos habló
ya no tenemos excusa para con nuestros pecados,
Paulo extendió esa amonestación hacia todos los que reniegan de Dios, porque la Creación lo revela en toda su Grandeza. Diego Acosta – MENSAJE
Todas las veces que miro como corren las aguas de un río, viene a mi memoria la enseñanza de Jesús sobre las aguas vivas…las únicas que verdaderamente sacian la sed.
Pensando en eso también llego a la conclusión de lo necesario que resulta, que siempre tengamos en cuenta de no levantar obstáculos para que las aguas fluyan.
Si las dejamos libres son Aguas de Vida, pero si nos empeñamos en estancarlas, se convierten en aguas que tienden a perder sus propiedades y se vuelven sucias hasta llegar a la podredumbre.
Seamos sabios y mantengamos libres las Aguas del Espíritu, porque ellas nos darán Vida y también podrán fluir para que la reciba nuestro Prójimo.
Solamente así nos renovaremos cada día, como se renuevan constantemente las aguas que corren por el Río portentoso del Señor.
Jeremías 17:13 ¡Oh Jehová, esperanza de Israel!, todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
Cada tanto la cuestión de la corrupción acapara los primeros niveles de las informaciones, provocando reacciones más o menos condenatorias.
Infelizmente esa grave problemática, es uno de los resultados de la falta de temor ante Dios, porque el hombre carece de los límites que ordenarían su conducta.
Debemos comprender que la corrupción no es privativa de un país, sino que enloda a todas las naciones, porque allí donde haya más de un hombre habrá riesgo de esta lacra.
Debemos recordar que para que haya un corrupto, indefectiblemente tendrá que haber un corruptor porque por la naturaleza del problema, siempre es por lo menos cosa de dos.
Como nos recuerda la Palabra de Dios, el que esté en lo alto, cuidese de no caer. Y en este caso, debemos cuidarnos de no caer al lodo contagioso de la corrupción.
Cuando Adán y Eva pecaron por comer del árbol prohibido, nos enseñaron que cada día podíamos hacer lo mismo, es decir desobedecer e ignorar a Dios haciendo lo prohibido, que nos lleva a la muerte eterna y renunciando
a la Vida Eterna en el Reino Glorioso. Diego Acosta – MENSAJE