EL VERDADERO MATRIMONIO

ANTIVIRUS

Si nos dejamos llevar por la influencia del mundo, podríamos llegar a la conclusión que la institución consagrada por Dios como la forma superior de la relación de un hombre con una mujer, es otra cuestión menor y sin importancia.

Incluso se ha llegado a exhibir como algo natural, que en un matrimonio se impliquen otras personas, con lo que se ha dado en llamar el amor compartido.

Y los bochornosos casos donde públicamente se muestran los acuerdos para simular convivencias, que no son otra cosa que meros acuerdos económicos.

Frente a esto, debemos ser extremadamente rigurosos para hablar de lo cierto y lo verdadero a nuestros hijos, para que el mundo no consagre la idea de que el matrimonio es algo que se puede usar y tirar como tantas otras cosas.

La gravedad de la situación exige máxima claridad y contundencia, para no enredarnos con las palabras ni usar argumentos que disimulen la gravedad de la situación.

Estamos llegando al tiempo en que cada palabra que digamos o que callemos, nos será reclamada.

Diego Acosta

CERO A SEIS

ANTIVIRUS

Sorprende como las administraciones estatales pretenden enseñar a los niños desde que son recién nacidos, hasta que cumplen seis años, en cuestiones tan fundamentales como la de su propia condición.

Es decir: Un niño nació niño y seguirá siendo niño desde que nace y hasta los seis años o en adelante. Lo mismo ocurrirá con una niña. Entonces qué es lo que se pretende enseñar?

Y surgen varios interrogantes todos ellos muy serios, porque están directamente relacionados con las convicciones de los mayores naturales, es decir los miembros de una familia con su padre y con su madre.

Quién le enseñará a un niño de 4 o 5 años las cuestiones relativas a su sexo? Que garantías le ofrece a los padres naturales que sus enseñanzas o las orientaciones que puedan sugerir son armónicas con sus propias creencias?

Dejar que este tipo de enseñanzas se puedan formalizar en las instituciones del estado, recuerdan a regímenes donde desde el gobierno se pretende controlar la vida de las personas. Aunque tengan desde cero a seis años.

Diego Acosta