LECTORES RIGUROSOS

 

DEVOCIONAL

La Palabra de Dios es considerada por algunas personas como un atractivo libro de historia y por otros como una secuencia de hechos dramáticos.

Para quienes creemos que es la Revelación del propio Eterno, la Biblia adquiere una dimensión completamente diferente y su lectura se transforma en una fuente inagotable de Sabiduría.

De allí que es necesario reflexionar sobre cuál es nuestra actitud cuando nos adentramos en sus textos, para verdaderamente recibir la Bendición de su Palabra.

Desde siempre he creído que la única forma de leer la Palabra de Dios, es teniendo un profundo respeto por su contenido y también un gran rigor en su interpretación.

Todo lo que no sea entender que cada letra, que cada Palabra, que cada Libro, ha sido inspirado por el Eterno, se convierte en meras conjeturas sin valor y desafiantes de su sentido original.

Cada día me propongo ser un lector riguroso de la Biblia, para evitar ofender a su Creador y para NO tergiversar su Pensamiento. 

Deuteronomio 12:28
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando,
para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios,
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.

Diego Acosta / Neide Ferreira

ANTE EL TRONO

DEVOCIONAL

Un apreciado y respetado pastor predicaba que debíamos presentarnos ante el Trono de la Gracia confiadamente y sin temor en el corazón.

Ciertamente esa es la actitud, recordando que cada vez que oramos en la intimidad, nos estamos presentando frente al Trono con el solo propósito de Adorar a Jesús.

Esto significa que no será ese el tiempo en el que debamos presentar nuestras peticiones, sino solamente reverenciar su Gloriosa Majestad.

Puede que en esos momentos tengamos una pesada carga en nuestra vida y entonces nos decidamos a pedir algo al Príncipe de Paz.

Recordemos entonces que no hay nada que podamos pedir, sin que ÉL ya lo sepa, sin que ÉL conozca mejor que nosotros nuestras necesidades y todo aquello que tenemos en el corazón.

Cuando oremos ante el Trono, tengamos la humildad de adorar y la absoluta confianza, que nada que nos ocurra le resulta indiferente a quién se merece toda la Honra.

Apocalipsis 7:11
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono,
y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes;
y se postraron sobre sus rostros delante del trono,
y adoraron a Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira