No cometamos el error de confudir tener corazón de niños con infantilismo. Jesús nos enseñó que debemos tener corazón de niños para entrar al Reino de los Cielos y Pablo nos advirtió que no nos comportemos como niños. Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
Los que viven sin ley y hayan pecado sin ley perecerán. Los que bajo la ley han pecado por la ley serán jugazados, no hay justos los oidores, sino los obedientes. EN ESTE DÍA
Pablo se dirige a los Corintios para explicar la cuestión de la interpretación de las lenguas extrañas en la Iglesia, para que todos puedan decir Amén tanto a una oración como a una alabanza. EN ESTE DÍA
En la Carta a los Efesios Pablo reclamó que nos despojemos del viejo hombre y nos renovemos en el espíritu de nuestra mente y nos vistamos del nuevo hombre creado según Dios. EN ESTE DÍA
El Príncipe de Paz formuló nuevas precisiones acerca de la vigencia de la Ley.
MATEO 5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.
Jesús enseñó sobre una cuestión fundamental: Qué en el Reino de los Cielos, hay rangos que son determinados únicamente por Dios y están relacionados con nuestros comportamientos.
De allí la importancia que tiene que vivamos como enseñamos, es decir que nuestras obras no contradigan nuestras palabras.
El Hijo del Hombre mencionó el hecho de quebrantar alguno de los mandamientos pequeños y enseñarlos de la misma manera, lo que determinará que será llamado pequeño en el Reino.
Debemos entender que no habrá impunidad para quienes desobedezcan, desacrediten o menosprecien la Palabra de Dios. Esto no significa perder la Salvación, pero en el rango del Reino, seremos considerados pequeños.
Por el contrario quienes obren correctamente, serán llamados grandes en el Reino de los Cielos. Pablo en su Carta a los Romanos en 2:12 profundiza en esta cuestión: Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados.
En la Carta a los Romanos Pablo enseña que nos gloriamos en la Gloria del Señor y que en las tribulaciones tendremos paciencia, prueba y esperanza porque el Amor de Dios está sobre nosotros. EN ESTE DÍA
Dice Pablo, Tú siendo olivo silvestre has sido injertado en lugar de las ramas desgajadas. Recuerda que no sustentas tú a la raíz, sino que la raíz te sustenta a tí. EN ESTE DÍA
En la Carta a los Romanos el apóstol Pablo declara que todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, EN ESTE DÍA
Pablo su Carta a los Romanos advirtidió que no nos conformemos
a las cosas del mundo sino que transformemos nuestra mente para no aceptar lo atractivo y destructivo, que puede afectar nuestra vida espiritual. Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
Que agradable nos resulta leer en la Palabra de Dios, todas las promesas que están sobre nuestras vidas.
Y nos regocijamos una y otra vez recordando aquellos versículos que nos impulsan a acercarnos al Eterno, dando las gracias por tantas bendiciones.
Pero, y los deberes?
Nuestra actitud cambia por completo cuando en la Biblia, se nos recuerda que también tenemos obligaciones y que las bendiciones están relacionadas con el cumplimiento que tenemos de los Mandamientos establecidos por el Todopoderoso.
En nuestra vida cotidiana nos ocurre más o menos lo mismo, porque siempre estamos dispuestos a reclamar por todos nuestros derechos y también frecuentemente, nos olvidamos de aquello que nos obliga como miembros de la sociedad a la que pertenecemos.
Y en nuestra congregación repetimos lo mismo, reclamamos otra vez la defensa de nuestros derechos que tenemos por ser parte de la membresía, pero en cuánto se nos pide compromiso, reaccionamos malamente.
Es tiempo de obrar como personas mayores y responsables y abandonar actitudes que son más propias de niños.
1 Corintios 14:20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar,
sino sed niños en la malicia,
pero maduros en el modo de pensar.