TRI…ABUELO

DEVOCIONAL

Lo que para muchos sería una simple carta, el conocimiento de un mensaje de un anciano pastor a un familiar, tuvo sin embargo una especial atención de mi parte.

En la carta aludía a su condición de ser tri-abuelo… un privilegio que no muchas personas pueden exhibir, pero que en este caso no era mostrado con orgullo sino con agradecimiento.

Esa condición de tener descendencia hasta la tercera generación era motivo de un profundo reconocimiento al Señor, por la Gracia que le había concedido.

Aún en estas circunstancias el anciano maestro, dejaba una lección acerca de como debemos obrar ante las Decisiones del Todopoderoso.

Nunca entender que determinadas cuestiones son producto de nuestro saber o de nuestro merecimiento, sino que la Gracia Divina se ha derramado sobre nuestra vida.

Solamente así preservaremos nuestro corazón de cualquier amenaza de orgullo o de vanidad, por valederos que puedan ser los motivos que puedan provocarlos.

Proverbios 3:3-4
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
y hallarás gracia y buena opinión
ante los ojos de Dios y de los hombres.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

LA PALABRA CLAVE

DEVOCIONAL

Aunque tardemos bastante tiempo en saberlo, siempre llega el momento de conocer o de entender cuál es el Propósito que Dios tiene para tu vida.

La confirmación puede llegar de la manera más inesperada y sin dejar a dudas con relación a lo que verdaderamente quiere significar el mensaje recibido.

Como no hay mayor testimonio de la Verdad revelada, que la que podamos exhibir como la de nuestra propia vida, confieso con sencillez que en la palabra Perseverar está la clave de muchas cosas.

Perseverar en lo bueno y en desechar sin vacilación, todo aquello que contamina la relación personal con Dios, buscando y anhelando la santidad que es imposible de alcanzar, con nuestro esfuerzo.

En este día muy especial para mí, dejo el testimonio de mi agradecimiento al Señor por su generosidad y por guardarme desde siempre.

Y también por hacerme comprender, para qué he sido apartado!

 Salmo 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Diego Acosta / Neide Ferreira