En el nuevo año seguimos sufriendo la peste con confusión e incertidumbre, y con el despertar de la Iglesia de Jesús sin la burbuja y predicando el Evangelio. El Prójimo está más cercano al igual que el Reino de Dios! Diego Acosta – MENSAJE
Al cumplirse 250 años del nacimiento de Ludwig von Beethoven, se comenta y se exalta su figura. El maestro Daniel Barenboim, recordó en un reportaje en el diario EL MUNDO de España, unos conceptos muy relevantes.
Dijo que el histórico fundador de la Filarmónica de Berlín, afirmó que según su opinión Bach representaba a la música lo que el Antiguo Testamento a la Biblia y que Beethoven era en ese contexto el Nuevo Testamento.
Sin poder hacer consideraciones técnicas o de conocimiento sobre estas cuestiones, sí podemos expresar lo que creemos con relación a estos genios insuperables de la música.
Tanto uno como otro representan lo que los dones y talentos que Dios concede, pueden obrar en la vida y en los hechos de las personas.
Si en el caso de Bach se reconoce su obra por servir de forma manifiesta a Dios, en el caso de Beethoven, se puede decir que sus obras reflejan la Grandeza del Creador.
En un significativo aniversario de su natalicio, mientras los hombres honramos al genio nacido en Bonn, es bueno recordar que su obra testimonia la naturaleza inabarcable de quién le concedió el talento como para poder afirmar que cambió la historia de la música en su más elevada expresión.
Conocí a Maradona en el año 1983 en Barcelona, pues se me había encomendado que opinara sobre un proyecto, que resultó tan atractivo como irrealizable.
Cuando le confirmé los datos él me agradeció con desilusión, pero tenía la mirada alegre de un joven que comenzaba a mirar la gloria. Fue un poco tiempo antes que un miserable le destrozara un tobillo.
Lo volví a ver varios años después, pero sin poderlo saludar y pude apreciar que su mirada era la de un hombre que miraba la gloria cara a cara, pero sus ojos transmitían dureza y tristeza.
Lo que me hizo reflexionar acerca de lo que nos ocurre a los humanos cuando ansiamos, deseamos o buscamos la gloria que conceden otros hombres.
Siempre tendrá la dimensión pequeña que todos tenemos, por eso precisa de la desmesura, la grandilocuencia o la exageración. Olvidando lo que la Biblia nos advierte acerca de hacernos dioses, que como todos los dioses humanos son falibles y también perecederos.
El Único Dios verdadero, el Dios de Israel, está infinitamente por encima de cualquier dios humano, por ser Eterno y Todopoderoso. Con esta certeza me recuerdo del joven Diego, con su mirada alegre, tan distinta de cuándo conoció la gloria de los hombres.
Cada día del año podemos observar como los paisajes se van transformando por el colorido de las estaciones que Dios estableció para las estaciones del año. La maravilla de la Obra! LA CREACIÓN
Recordemos del maravilloso Libro el Cantar de los Cantares: Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. LA CREACIÓN
Dios es el Creador de Todo y de todos y también del tiempo. Como se puede concebir que siendo Eterno,
Perfecto y Santo no haya previsto que los hombres de nuestro tiempo, podríamos leer textos desactualizados? Diego Acosta – MENSAJE
Hace más de 15 años escuché hablar en España a dos líderes sobre la supuesta necesidad de actualizar la Biblia. Uno era uruguayo y el otro argentino y los dos utilizaron argumentos parecidos a los de un pastor de Brasil.
Entonces como ahora, con Amor y con firmeza, respondemos: Actualizar la Biblia es una propuesta que confronta, que se enfrenta con la Perfección y la Santidad de Dios.
Nunca será admisible respaldar la propuesta de actualizar la Biblia con el Mensaje de Jesús, siendo como es Hijo del Padre y enviado por ÉL a darnos el mensaje de Salvación. Es una evidente contradicción.
Dios es Perfecto y Santo y la Biblia, inspirada por ÉL tiene los mismos atributos. Por tanto manipular la Carta a Filemón, puede llevarnos a otra derivación como la de la prosperidad.
Hablando del pastor de Brasil declaramos: Oramos por Ud. Señor para que el Dios Perfecto tenga Misericordia, por sus palabras y que sea misericordioso por el daño que causan sus argumentos. La Verdad os hará Libres, nos dice Jesús.
Recuerdo dos versículos del Libro de Apocalipse: 22:18-19
Porque eu testifico a todo aquele que ouvir as palavras da profecia deste livro que, se alguém lhes acrescentar alguma coisa, Deus fará vir sobre ele as pragas que estão escritas neste livro;
19 e, se alguém tirar quaisquer palavras do livro desta profecia, Deus tirará a sua parte da árvore da vida e da Cidade Santa, que estão escritas neste livro.
18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
Siempre me ha impresionado como Jehová lamenta actitudes de su pueblo: de Israel.
Del mismo modo pienso que ÉL puede lamentar actitudes mías, pues no existen diferencias en los comportamientos humanos, al ser rebeldes y pretender caminar según los propios pensamientos.
Esta cuestión ocupa páginas y páginas de la Biblia y por mucho que la comprenda y por mucho que la estudie, siempre tengo en el corazón esa voluntad de hacer lo que me place.
Por eso Jehová pone en condicional el cumplimiento de sus promesas y también de sus decisiones a favor de Israel, contra sus enemigos.
Puedo pensar que exactamente eso es lo que hace conmigo, cuando me creo superior y obra con necedad apartándome de lo que la verdadera Sabiduría me aconseja hacer.
Siempre pienso que algún día cambiará mi actitud y también la del Eterno, para que se cumplan las promesas que están condicionadas únicamente por mi rebelde corazón.
Salmos 81:16
ES – Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.
PT – E eu o sustentaria com o trigo mais fino
e o saciaria com o mel saído da rocha.
Recuerdo que en mis primeros tiempos de convertido, ocurrió un episodio que me impresionó grandemente, por lo inesperado.
Le comenté a un predicador que a mi juicio me había parecido muy bueno su mensaje y ante mí sorpresa, me contestó: Nunca más me vuelvas a decir eso.
No tuve posibilidad de seguir hablando con él, pero consulté con una de las maestras de la Biblia, que me explicó que el predicador no quería esas palabras, porque despertaban la vanidad en el corazón y porque revelaban también soberbia en el mío.
Me quedó muy claro el peligro de la adulación, que nunca fue mi intención, pero la había consumado y me preocupó porque era un hermano por el que tenía gran respeto.
Este fue un severo llamado de atención para mí caminar junto al Señor, para no cometer errores evitables, pensando antes de hablar o mejor todavía, ejercitando el don de la prudencia.
Salmo 12:3
ES – Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
y la lengua que habla jactanciosamente;
PT – O Senhor cortará todos os lábios lisonjeiros
e a língua que fala soberbamente.
Un maestro de la Biblia, reflexionaba acerca de las razones por las que Jesús, cuando hacía un milagro pedía que no se lo comentara públicamente.
Y la razón fundamental, era que si se hablaba del milagro, las personas no repararían en quién lo había hecho. Eso fue válido hace más de 1900 años y lo sigue siendo en nuestros días.
El diablo utiliza muchas estratagemas para apartarnos de lo Verdadero y si nos enfocamos en el milagro, nos olvidaremos de quién lo ha realizado y sobre todo de Su Amor, Misericordia y Compasión.
Cada día debo luchar contra mi mente carnal, que me lleva a prestar atención a lo superfluo y no a lo importante, por eso el enemigo de la fe, se aprovecha de mis torpezas y debilidades.
Los milagros son maravillosos, pero más importantes que ellos, es quién los ha realizado. Jesús debe ser el verdadero centro de mi atención!
Marcos 8:25-26
ES – Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase;
y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.
Y lo envió a su casa, diciendo:
No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.
PT – Depois, tornou a pôr-lhe as mãos nos olhos, e ele, olhando firmemente,
ficou restabelecido e já via ao longe e distintamente a todos. E mandou-o para sua casa, dizendo: Não entres na aldeia.