QUIÉN ME AMARA…
Si yo tuviera quién me amara… es la frase de alguien que no conoce a Dios y no tiene su Amor en su vida. Clamemos por ser osados y hablar del Amor de Dios a quienes sufren
y lloran por falta de lo Verdadero.
Diego Acosta – MENSAJE
Si yo tuviera quién me amara… es la frase de alguien que no conoce a Dios y no tiene su Amor en su vida. Clamemos por ser osados y hablar del Amor de Dios a quienes sufren
y lloran por falta de lo Verdadero.
Diego Acosta – MENSAJE
El Príncipe de Paz nos mandó
que no nos dejemos engañar por nadie,
y podríamos decir que por nosotros mismos.
Que es lo que hacemos
cuando juzgamos a los demás por su apariencia.
Diego Acosta – MENSAJE
Jesús nos enseñó en la sexta Bienaventuranza
cuál era la única condición para ver al Padre:
Tener limpio corazón,
viviendo en santidad
y alejados de la contaminación del mundo.
Diego Acosta – MENSAJE
Jesús dejó establecido que ÉL
es el único Mediador, Intercesor,
ante el Dios Padre,
y que nadie llega a ÉL sino a través suyo. Por eso oramos pidiendo en su Nombre.
Diego Acosta – MENSAJE
Científicos americanos anunciaron
que crearon vida sintética,
capaz de reproducirse a sí misma,
desafiando al Dios Todopoderoso,
el único que concede la vida y nuestro Creador.
Diego Acosta – MENSAJE
Ser rebeldes es oponernos a Dios
que reclama Obediencia y no sacrificios.
La rebeldía se origina en la envidia, el autoengaño,
el orgullo, los deseos carnales.
Pedir perdón, es el fin de la rebeldía.
Diego Acosta – MENSAJE
Jesús nos enseñó con sencillos ejemplos
acerca de la Grandeza de su Mensaje.
El buen vecino es una historia sencilla
que nos revela
como podemos convertirnos en el Prójimo.
Diego Acosta – MENSAJE
Solo el Consuelo Divino
puede aliviar nuestro dolor,
nuestra angustia o nuestro pesar.
Jesús nos prometió el Consolador
y el Espíritu Santo obra en nuevas vidas.
Diego Acosta – MENSAJE
Saber quién es nuestro Prójimo
es fundamental para amarlo, cuidarlo y respetarlo.
Así cumpliremos el Mandato contenido en la Biblia
sobre este personaje indisolublemente ligado a nuestra vida.
Diego Acosta – MENSAJE