LA TENTACIÓN
y nos alejan de la Vida Eterna junto a Dios.
Que el diablo no nos gane la batalla para engañarnos
como a Adán y Eva.
Con la Ayuda del Eterno
debemos buscar la victoria como Jesús en el desierto.
Diego Acosta – MENSAJE-
El miedo es el carcelero del Diablo,
nos impida ver lo que debemos
y centramos nuestra mirada
con perspectivas diferentes a la realidad.
Jesús NUNCA nos abandonará.
Pr. Autilino Batista de Souza – MENSAJE
Jesús declaró que somos hijos del diablo,
porque queremos hacer sus deseos,
y él cuando habla
habla mentira
porque es el padre de la mentira.
PAN DE VIDA
Cada vez que miramos hacia atrás,
nos alejamos de Dios y permitimos que el Diablo
concrete su obra de destrucción en nuestras vidas.
Nos olvidamos de la Esperanza y
el diablo hace su obra de maldad.
Diego Acosta – MENSAJE
DEVOCIONAL
Desde siempre el hombre se ha visto enfrentado a tomar decisiones, que luego tienen una trascendencia definitiva, no solo para sus vidas, sino también para las del resto de personas.
El ejemplo más grande lo tenemos en nuestros padres Adán y Eva, que decidieron prestar oídos al enemigo simbolizado por la serpiente.
Lo asombroso es que seguimos repitiendo las decisiones equivocadas, porque no somos capaces de romper con nuestra humana condición que nos convence de que todo lo podemos, nada más que porque somos personas.
Un argumento tan siniestro, como el del diablo cuando engañó a nuestros padres, que no advirtieron que se les ofrecía lo que ya tenían, porque Dios se los había concedido.
Este ejemplo contrasta dramáticamente con otras decisiones que tomaron otros hombres, cuando comprendieron que la Única opción posible, es la de ser fieles a Dios.
Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Diego Acosta / Neide Ferreira
Jesús al inspirar el Libro de Apocalipsis,
incluyó a los cobardes
y a los mentirosos, entre quienes
sufrirán la segunda muerte,
que no es otra cosa que el sufrimiento eterno.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
La Biblia manda y enseña.
Nos manda guardar el corazón
y nos enseña como hacerlo
para no permitir que la estrategia del diablo
afecte nuestra vida espiritual.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO
Tras meses de mal convivir con la peste,
comenzó a surgir en el ánimo de muchos
la confusión, el desánimo, el desaliento.
Si no se busca a Dios
lo único que se encontrará
falsas esperanzas.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
DEVOCIONAL
Podríamos decir que todos los años el enemigo de nuestra fe utiliza una forma casi perfecta para destruir nuestros mejores propósitos y para hacernos un daño que cada vez duele más.
El diablo conocedor de nuestras debilidades, alienta nuestra mente para imaginar planes y actividades, que en la mayoría de los casos están fuera de toda forma de realidad.
De esta forma consigue sus propósitos de acabar con las buenas intenciones e incluso de apartarnos de Dios.
Con la simpleza de lograr que finalmente le adjudicamos al Creador, los errores que cometemos, dejando que el desaliento termine la obra del enemigo.
Para romper la estrategia del diablo, debo ser sensato, abandonar la desmesura de mis proyectos y comprender en cada tiempo, mis posibilidades reales de concretarlos.
Teniendo siempre presente, que nada podremos hacer en contra de la Voluntad del Eterno, que siempre tiene los mejores propósitos para mi vida. NO debo permitir que mi mente controle aquello que solamente está en manos del Señor.
Salmo 143:10
ES – Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
PT – Ensina-me a fazer a tua vontade, pois és o meu Deus;
guie-me o teu bom Espírito por terra plana.
Diego Acosta / Neide Ferreira
El diablo amenaza con su lazo para apartarnos de Dios
y esclavizarnos con sus mentiras
y destruirnos con su maldad.
Pero también cada uno de nosotros tiene su propio lazo
y es necesario romperlo con la ayuda del Señor.
Diego Acosta – BLOG DEL TIEMPO