DIOS Y BEETHOVEN…!

BLOG del TIEMPO

Al cumplirse 250 años del nacimiento de Ludwig von Beethoven, se comenta y se exalta su figura. El maestro Daniel Barenboim, recordó en un reportaje en el diario EL MUNDO de España, unos conceptos muy relevantes.

Dijo que el histórico fundador de la Filarmónica de Berlín, afirmó que según su opinión Bach representaba a la música lo que el Antiguo Testamento a la Biblia y que Beethoven era en ese contexto el Nuevo Testamento.

Sin poder hacer consideraciones técnicas o de conocimiento sobre estas cuestiones, sí podemos expresar lo que creemos con relación a estos genios insuperables de la música.

Tanto uno como otro representan lo que los dones y talentos que Dios concede, pueden obrar en la vida y en los hechos de las personas.

Si en el caso de Bach se reconoce su obra por servir de forma manifiesta a Dios, en el caso de Beethoven, se puede decir que sus obras reflejan la Grandeza del Creador.

En un significativo aniversario de su natalicio, mientras los hombres honramos al genio nacido en Bonn, es bueno recordar que su obra testimonia la naturaleza inabarcable de quién le concedió el talento como para poder afirmar que cambió la historia de la música en su más elevada expresión.

Diego Acosta

 

 

SOMOS RACISTAS…?

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Pareciera que el racismo fuera uno de los grandes problemas de nuestro tiempo y los hechos que lo demuestran se multiplican constantemente.

Esto es parcialmente cierto. El racismo es un problema de la sociedad mundana de esta época y también del pasado, como lo demuestran las referencias bíblicas.

El propio Jehová dejó su mensaje en el Libro de Levítico:
Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros,
y lo amarás como a ti mismo;
porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Yo Jehová vuestro Dios.

La necesidad de recordar este Mandato, queda reflejada en el pensamiento de hacer un acto de profunda sinceridad, con relación al racismo.

Quién puede afirmar que no es racista?

Ya no solamente hablando de las personas del mundo, sino de aquellos que nos llamamos hijos de Dios y por eso es vital hacer Memoria de lo que expresó Jehová.

Mal haríamos en sentirnos excluidos como parte del problema,  porque quién lo haga, estaría cayendo en un triple error: estaría intentando engañar al Eterno, al Prójimo y tan grave como eso, se estaría engañando a sí mismo.

Diego Acosta