En los días de la Creación,
el Señor dispuso la existencia de las aves y comenzaron a poblar la tierra y también a pasear sus colores. Cada especie tiene su Propósito y algunas aves el de alegrarnos cuando las vemos. LA CREACIÓN
En América del Norte, Estados Unidos y Canadá se conmemora el agradecimiento
por lo recibido en el último año según la tradición, por el resultado de las cosechas. Los hombres debemos dar gracias al Eterno, por todo, porque siempre será lo mejor para nosotros. Diego Acosta – BLOG DEL TIEMPO
Conocí a Maradona en el año 1983 en Barcelona, pues se me había encomendado que opinara sobre un proyecto, que resultó tan atractivo como irrealizable.
Cuando le confirmé los datos él me agradeció con desilusión, pero tenía la mirada alegre de un joven que comenzaba a mirar la gloria. Fue un poco tiempo antes que un miserable le destrozara un tobillo.
Lo volví a ver varios años después, pero sin poderlo saludar y pude apreciar que su mirada era la de un hombre que miraba la gloria cara a cara, pero sus ojos transmitían dureza y tristeza.
Lo que me hizo reflexionar acerca de lo que nos ocurre a los humanos cuando ansiamos, deseamos o buscamos la gloria que conceden otros hombres.
Siempre tendrá la dimensión pequeña que todos tenemos, por eso precisa de la desmesura, la grandilocuencia o la exageración. Olvidando lo que la Biblia nos advierte acerca de hacernos dioses, que como todos los dioses humanos son falibles y también perecederos.
El Único Dios verdadero, el Dios de Israel, está infinitamente por encima de cualquier dios humano, por ser Eterno y Todopoderoso. Con esta certeza me recuerdo del joven Diego, con su mirada alegre, tan distinta de cuándo conoció la gloria de los hombres.
Tristemente los hombres buscamos cada día, la honra que nos pueden conceder otros hombres.
Tristemente porque nos afanamos en lograr que nos distingan otros hombres que tienen las mismas limitaciones, las mismas ambiciones, las mismas miserias.
Y esta pequeña visión que tenemos de nosotros mismos, es la que ambicionamos como algo importante para nuestra vida y en ese altar ofrendamos derechos y humillaciones.
Sabiendo esto, pido perdón por hacer lo mismo a pesar de que me considero hijo de Dios y cometo la indignidad de buscar el reconocimiento de otros hombres iguales a mí.
Solo el Eterno es el que concede la honra y ningún hombre si no fuera por su Gracia, estaría en condiciones de recibirla.
Pido perdón por mí y por quienes pavoneándose, se consideran mejores que los demás, más importantes que el resto y en realidad no somos otra cosa que pobres hombres que vivimos por la Misericordia del Supremo.
Proverbios 29:23 La soberbia del hombre le abate;
pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Provérbios 29:23 A soberba do homem o abaterá,
mas o humilde de espírito obterá honra.
Las grandes masas de agua nos impactan por su grandiosidad y los grandes desiertos por su inmensidad. En el caso de los desiertos, el impacto es mayor pues los podemos asimilar al desierto interior que tienen muchas personas. LA CREACIÓN
Los hombres podríamos decir que diariamente pedimos cosas a Dios, oramos por nuestras necesidades y esperamos y deseamos que nuestras peticiones se vean cumplidas.
Es cierto que muchas veces oramos por cuestiones inauditas que solamente la Misericordia del Eterno puede perdonar y puede olvidar para no tenerlas en cuenta, con relación a nosotros.
Pero hay otras ocasiones en donde además de orar, varios hermanos nos reunimos para levantar un clamor ante el Supremo, para que las voces lleguen hasta su corazón.
Sabemos que sus Designios son insondables y que tiene Autoridad sobre todo y sobre todos, pero hay situaciones donde es necesario clamar para que su Misericordia y ayuda llegue hasta el lecho de un enfermo.
Hemos levantado un clamor por muchos hermanos y renovamos ese pedido especial por otra persona que está sufriendo y que está sumiendo a su familia en un doloroso tiempo de espera.
Te clamo Señor, por esa vida!
2 de Samuel 22: 7
ES- En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios;
ÉL oyó mi voz desde su templo,
y mi clamor llegó a sus oídos.
PT – Estando em angústia, invoquei ao Senhor e a meu Deus clamei;
do seu templo ouviu ele a minha voz,
e o meu clamor chegou aos seus ouvidos.
En la capital de Corea del Norte se ha inaugurado un hotel que está chapado en oro, en sus lugares más emblemáticos.
Como en otros lugares del mundo se hace una ostentación indigna pensando en el valor del oro y en el uso que en casos como este, superan lo razonable.
Usar el oro en el caso específico de Corea del Norte, para exhibir un nivel de riqueza muy alto, se contradice con la realidad que vive el país, donde la mayor parte de la población está bajo los umbrales de la pobreza.
Esta situación nos debería hacer reflexionar acerca de cómo obramos los humanos y también para no caer en el facilismo de la crítica, que sería pensar cuántas familias podrían comer adecuadamente con ese oro.
Se trata de pensar que cualquier forma de ostentación ofende la Majestad de Dios e ignora la humildad con la vivió su Hijo, cuando estuvo entre los hombres.
Siempre hablamos del Amor supremo de Dios de entregar a su Hijo para consumar la Salvación de los hombres. También es necesario recordar
la Obediencia suprema de Jesús de entregar su Vida para cumplir el gran Propósito. Diego Acosta – MENSAJE CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO
Oremos por los que se declaran rebeldes! Oremos por los que simulan ser rebeldes! Oremos por los que se alejan de Dios! Oremos por los que son antisolidarios! Oremos por los que son infantilmente rebeldes! ORACIÓN
Un prepotente conductor casi chocó contra otro automóvil y estuvo a punto de producir un accidente absurdo, en el que yo también podría haber sido seriamente perjudicado.
Un accidente difícil de entender en un lugar señalizado por obras y cabe preguntarse: cómo es posible obrar con semejante actitud?
Luego del momento de tensión vino la calma y el agradecimiento al Señor porque finalmente no ocurrió nada. Aparentemente, porque si habían ocurrido varias cosas.
Una de ellas era que la prepotencia, había dominado casi por completo a una persona al punto que no desencadenó una grave situación, solamente porque la otra persona que conducía fue más prudente y porque Dios no lo permitió.
Que tiene en su corazón un prepotente? O cabría decir, que tenemos en nuestro corazón los prepotentes? O qué tengo en mi corazón cuando me comporto como un prepotente?
Creo que cuando permitimos que nuestra soberbia nos lleve a la prepotencia, estamos olvidando el Grandioso ejemplo de Jesús, que cuando pudo ser arrogante se comportó como un cordero, manso y tranquilo.
Y así nos trajo la salvación a todos, con humildad y sin prepotencia.
Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas;
Mateus 11:29 Tomai sobre vós o meu jugo, e aprendei de mim,
que sou manso e humilde de coração,
e encontrareis descanso para a vossa alma.