EL PELIGRO DEL ENGAÑO
Afirmar que Daniel escribió su Libro 200 años aC
en lugar de los 500 que es la absoluta verdad,
deja en evidencia la ignorancia de quienes creen
este nuevo intento de engaño bíblico.
Diego Acosta – MENSAJE
Afirmar que Daniel escribió su Libro 200 años aC
en lugar de los 500 que es la absoluta verdad,
deja en evidencia la ignorancia de quienes creen
este nuevo intento de engaño bíblico.
Diego Acosta – MENSAJE
En un libro una escritora inglesa comete la doble apostasía de manipular a quienes ingenuamente pueden aceptar
sus equívocos argumentos y de valerse de su apostasía
para negar la verdadera fe tal como nos anunció Jesús
en el Evangelio de Mateo.
Diego Acosta – ANTIVIRUS
DEVOCIONAL
Jesús nos advirtió a propósito del final de los tiempos, que no nos dejemos engañar. Y si ponemos por pasiva la frase, no nos engañemos a nosotros mismos.
El riesgo de caer en estas sutiles tentaciones del mundo, se produce a partir del momento en que aceptamos los halagos que nos sorprenden, que nos agradan.
Por eso siempre recuerdo la amonestación que me hizo una predicadora, cuando elogié su mensaje: Si realmente me respetas, nunca más vuelvas a halagarme.
Confieso que me causó sorpresa esta reacción que consideré desmesurada y también poco amistosa. Pero los años me enseñaron cuánta razón tenía quién aparentemente había sido excesivamente severa.
Aprendí que una de las formas más perversas del engaño, es el elogio, aunque sea merecido. Porque afecta directamente a nuestro corazón que se envanece porque lo considera como una distinción.
Si Jesús me mandó que tuviera cuidado con esta cuestión, sería un necio si no le obedeciera.
DEVOCIONAL
En otros tiempos tenía un amigo que siempre que le era infiel a su esposa, me decía: Menos mal que yo siempre me arrepiento después, nunca antes.
Tanto disfrutó de esta forma de olvido, que terminó por romper su matrimonio y ocasionar un grave daño a su familia. Un caso muy parecido al mío. Lamentablemente.
Haciendo memoria de estas situaciones, me vuelvo a colocar en la vida de aquel amigo que quedó en el pasado, cuando acepté a Jesús.
Y lo que veo me entristece porque fácilmente puedo advertir que el engaño, comienza por el propio engaño, por la mentira que nos hacemos a nosotros mismos, para perseverar en las malas acciones.
Ahora que mi vida ha cambiado radicalmente, entiendo que ser un hombre nuevo, implica entre otras cosas la libertad de cumplir con los Mandatos del Eterno y la alegría de ser libre de la tragedia del pecado.
Lucas 7:48
Y a ella le dijo:
Tus pecados te son perdonados
Diego Acosta / Neide Ferreira
ANTIVIRUS
La antigua opción de Verdadero o Falso, la estamos reemplazando por otra que es más dramática y perversa.
Se trata de que en estos tiempos la opción ha cambiado para falso o falso…sencillamente porque las alternativas que se ofrecen ignoran totalmente lo verdadero.
Si prestamos atención a los mensajes que recibimos advertiremos que la Verdad cada vez está más lejana de la realidad y nos debatimos entre anuncios que la niegan constantemente.
En los difíciles tiempos de la peste esta mutación, para utilizar un término de actualidad, cuando se afirma algo y luego se lo niega, se trata siempre de cuestiones que tienen en común que ninguna es verdadera.
Por esta razón es que debemos acudir a la Palabra de Dios, para recordar que nos manda escudriñar todo lo que llega hasta nosotros, en cualquier forma de mensaje.
Solamente así podremos rescatar el sentido de lo Verdadero o de lo falso y no dejarnos envolver por el cruel falso-falso.
Diego Acosta
DEVOCIONAL
La aplaudida actitud de ser tolerantes lleva a la sociedad a consentir todo o prácticamente todo. Porque pareciera que la cuestión es: Si te parece bien hazlo.
Entre tantas cosas admitidas, están los engaños o los pequeños engaños, que se comparan con las pequeñas mentiras o las mentiras piadosas o las semi verdades.
Esa tolerancia nos induce a olvidar que tanto el engaño como cualquier forma de mentira, por pequeña que sea o que busque la indulgencia de su propósito, siempre será una mentira.
Engañar, mentir está en contra de lo que Dios ha establecido como normas de vida para los hombres, para que vivamos mejor y para que seamos fieles a quién es Santo.
Cada vez que estoy a punto de engañar a alguien, aunque sea una cosa pequeña o realmente menor, no me olvido que eso es igual a una pequeña mentira.
Y la mentira siempre será mentira y la Verdad, siempre será Verdad.
Que la influencia del mundo no me haga rebelar contra el Eterno!
Job 27:4
Mis labios no hablarán iniquidad,
Ni mi lengua pronunciará engaño.
Jó 27:4
Não falarão os meus lábios iniquidade,
nem a minha língua pronunciará engano.
Diego Acosta / Neide Ferreira
Oremos para que caigan las vendas de los ojos!
Oremos para que se nos conceda discernimiento!
Oremos para que las mentiras no prevalezcan!
Oremos para que el engaño quede en evidencia!
Oremos para que nadie siga atado al mundo!
Oremos para que la Luz reduzca las tinieblas!
El engaño,
vulnera la credibilidad ante los hombres
y rompe la fidelidad con Dios!
Blog del TIEMPO!
En Francia a partir del primer día de octubre, las publicaciones deben mencionar cuando una fotografía de modelos, ha sido retocada.
La medida de compleja aplicación en la práctica, busca evitar la falta de rigor en las fotografías de modelos, que han sido retocadas para supuestamente, mejorar su aspecto.
Solo una de las grandes publicaciones francesas ha anunciado que una de las marcas publicitarias, ha utilizado una fotografía que no ha sido retocada.
Las demás, hasta el momento no han hecho mención a esta disposición que combate de manera frontal, el uso indiscriminado de los procesos de Photoshop en los fotografías de las modelos publicitarias.
Se busca evitar la distorsión de la realidad, que en algunos casos extremos, lleva a las profesionales a poner en riesgo su vida por el régimen alimentario que deben soportar.
El respeto hacia las personas, sorprende, en este mundo despiadado donde el todo vale parece haberse instalado como única ley. Sorprende también esta lucha contra una de las formas de engaño más utilizada.
Diego Acosta
Fuente: Le Monde / Francia