DECAPITACIÓN MUSULMANA

LA OTRA HISTORIA

Se cumple el primer aniversario de la brutal muerte por decapitación de un profesor francés, que había mostrado a sus alumnos imágenes sobre Mahoma.

Francia se debate ahora en torno a la mejor forma de honrar la memoria de Samuel Paty, alevosamente asesinado a la salida del colegio donde enseñaba.

El paso del tiempo permite entrar en los detalles del episodio y llegar entre otras conclusiones, a la penosa comprobación de que algunos de los alumnos denunciaron directa o indirectamente al profesor luego de mostrar las imágenes de Mahoma.

Esa miserable forma de denuncia, a cambio de dinero, involucró a quién sería el encargado de utilizar un cuchillo para decapitar al profesor cuyo error fue hablar de Mahoma.

Lo cierto es que en el nombre de Alá, otra vez la muerte por decapitación enlutó a una sociedad y preocupó a todo el mundo. Percibir al islamismo en su verdadera génesis es una responsabilidad colectiva.

Diego Acosta

 

EL HORROR ISLÁMICO

BLOG del TIEMPO

La dramática conquista de Afganistán por el movimiento islámico talibán, sigue conmoviendo al mundo, ante lo imprevisible de los acontecimientos.

Sin entrar en valoraciones políticas, hay otras cuestiones que a medida que pasan las horas, asumen el carácter de enormemente graves y preocupantes.

Una de ellas es el de la situación de las mujeres afganas, que deberán vivir de acuerdo a las normas islámicas, más concretamente bajo la vigencia de la ley sharía.

Esto significa la pérdida de sus derechos, que están consagrados en las convenciones internacionales. Y a pesar de esta dramática realidad las organizaciones feministas y las defensoras de las cuestiones del género mantienen un ominoso silencio.

Lo hacen por complicidad, por desinterés, por conveniencia?

Lo triste es que las mujeres afganas precisan que se defiendan sus derechos, pero para el movimiento feminista, pareciera que las mujeres que viven bajo el islamismo, se aceptan que no sean respetados.

El horror de las imágenes de los talibán y su dominio sobre el país, sobrecoge y muestra al islamismo con tal crudeza, que los argumentos para presentar una apariencia más tolerante, se derrumban ante el rigor de la realidad.

A esta panorama de horror islámico, se suma el de la preocupación por las minorías religiosas en el país. Clamar al Dios de Israel por su Misericordia, es más perentorio que nunca.

Diego Acosta

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SE AGRAVA LA OFENSIVA CONTRA LA LIBERTAD RELIGIOSA

islam

Blog… del TIEMPO

Un informe de AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA destaca que en el bienio 2014-2016, uno de cada cinco países ha sufrido ataques del islamismo radical.

5 de esos países son europeos y otros 17 africanos. El informe se realizó sobre la base de 196 países y se considera que en el 20 por ciento de ellos, se producen graves violaciones contra la libertad religiosa lo que afecta directamente a 38 países. En otros 23 se practica la persecución y en otros 15 la discriminación.

Las situaciones más graves se registran en Afganistán, Arabia Saudí, Corea delCorea del Norte, Irak, Nigeria, Somalía y Siria.

Los islamitas vulneran la libertad religiosa en 24 países y los estados autoritarios en seis. Se considera en esta última situación a China, Vietnam, Corea del Norte, Turkmenistán y Uzbekistán.

También afectan la libertad religiosa los nacionalismos y los grupos fundamentalistas, en ocho países: India, Birmania, Azerbaiyán, Bután, Kazajastán, Bután, Laos, Tajikistán y Ucrania.

El radicalismo islámico tiene como uno de los principales objetivos la eliminación de las comunidades religiosas de su patria ancestral mediante el éxodo masivo inducido, es decir la acción contra profesan un credo diferente al Islam.

Un líder religioso perteneciente al culto greco-católico melquita, de Siria, afirmó que los ataques perpetrados contra las minorías religiosas en Oriente Medio nos han hecho conscientes de la pretensión de la aniquilación total de la libertad religiosa en esta parte del mundo.

Esta es una parte de la dramática realidad que vivimos y sobre las que se pretende extender un manto de tolerancia y comprensión.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com