Juan el Bautista comienza a predicar – JESÚS Y MATEO XXIII

Juan el Bautista comenzó a predicar en el desierto de Judá, en la orilla del río Jordán y a una distancia de un día de viaje desde Jerusalén.

Su presencia, a pesar de la lejanía no pasó desapercibida, por varias razones. Una de ellas, era su apariencia y por la forma en que vivía

MATEO 3:4
 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.

Para comprender el impacto que provocó su presencia, debemos citar el texto de 2 de Reyes 1:8
Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.

El diálogo se registra entre el rey Ocozías y los hombres que había enviado a buscar al profeta Elías. Jehová le anunció la muerte al rey y él identificó por sus vestiduras, que eran inequívocas.

El pueblo judío conocía sobradamente lo que representó en la vida de Israel el profeta Elías y la relación que tenía con Jehová. Esto justifica el impacto del hijo de Elizabet entre los suyos.

Cabe agregar que los profetas tambien usaban un manto de características muy especiales, como consta en Zacarías 13:4
Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir.

La alusión de Elías como tisbita, obedece a que había nacido en la ciudad de Tisbé, en la región de Galaad, en las altas mesetas al este del río Jordán.

Cabe agregar que Juan el Bautista se alimentaba de miel y langostas, que era un alimento permitido según consta en Levítico 11:22
 estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, el langostín según su especie, el argol según su especie, y el hagab según su especie.

En medio del clima que se vivía en el Reino de Judá, por la dura forma de obrar de los representantes del imperio romano, la figura de Juan, se tornó cada vez más relevante.

Diego Acosta

Los Reyes Ezequías y Manasés

 

ARQUEOLOGÍA BÍBLICA

Se reveló que decenas de sellos del Primer Templo de Jerusalén fueron desenterradas, en un almacenamiento que tiene alrededor de 2.700 años de antigüedad.

La Autoridad de Antigüedades de Israel, informó que corresponden a los días de los reyes judíos Ezequías y Manasés, en excavaciones que se realizaron en el vecindario de Arnona en Jerusalén.

En el sitio fue descubierta una gran estructura inusual para la época, construida con paredes de sillares concéntricos, así como unas 120 asas de jarras con impresiones de sellos que contenían una antigua escritura hebrea.

La singularidad del descubrimiento radica en el hecho de que muchas de los mangos tienen la inscripción «LMLK», que puede traducirse como perteneciente al rey.

También se encontraron restos que identifican a altos funcionarios o a personas que fueron contemporáneas en el período del Primer Templo, desde el siglo VIII al siglo VII a.C.

Se considera que este es uno de los descubrimientos más significativos del llamado Período de los Reyes en Jerusalén. Además se pudo comprobar cómo se recaudaban los impuestos a los productos agrícolas como el vino y el aceite de oliva.

Para contribuir a la importancia del hallazgo, se anunció que los investigadores descubrieron que la gran estructura estaba cubierta por una enorme pila de piedras de silex, que formaba una colina artificial que tenía casi dos metros de altura y con una superficie de casi siete mil metros cuadrados.

Diego Acosta

 

Clamemos por Israel

Israel estudia anexar Cisjordania a su territorio
cumpliendo con las promesas electorales.
Todo lo relacionado con Israel debe ser observado desde la perspectiva de la Palabra de Dios.
Por esto resulta importante que los territorios a anexar reciban sus nombres bíblicos: Judea y Samaria
Diego Acosta – Blog del TIEMPO

JESÚS Y MATEO – 17

 

Comienza el proceso que habría de desencadenar la tragedia ordenada por Herodes por el Nacimiento de Jesús.

En otra de las pocas apariciones de los ángeles celestiales, un Ángel del Señor habló en sueños a José, dándole instrucciones acerca de lo que debía hacer.

Mateo 2:13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.

Dios otorga la responsabilidad de la familia a José, al ordenarle lo que debía hacer con el Niño y su madre. Con toda precisión le indica que debe regresar a Egipto, de donde salieron sus antepasados hacía más de mil años.

Así fue como José dio cuenta del Mandato recibido y marchó a Egipto.

Se cumplía así lo profetizado por Oseas, según se registra en su LIbro, 11:1: Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

La permanencia en las tierras de Faraón habría sido muy breve, de algunas semanas, por cuanto la muerte de Herodes se produjo al poco tiempo de haber llegado. Reiterando la cuestión de los errores del calendario, la muerte de Herodes se habría producido alrededor del 4 a.C.

Herodes enfurecido mandó a matar a todos los niños menores de dos años, por cuanto consideró que el viaje de los sabios desde Oriente, se habría iniciado cuando vieron la estrella. Es decir, dos años antes de que llegaran a Jerusalén. La muerte de los menores comprendió a todos los que habían nacido en Belén sus alrededores.

Se cumplió así lo profetizado por Jeremías en 31:15, que habla del lamento de Israel durante la cautividad en Babilonia, en el año a.C 586. La versión del texto de Mateo, difiere solo en sus primeras palabras.

Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.

El texto está encabezado en el original de Jeremías por la frase: Así ha dicho Jehová.

Herodes sería responsable de la cruel matanza de inocentes.

Diego Acosta

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EN ESTE DÍA-Las Maravillas

Recordemos el Salmo 114

Cuando salió Israel de Egipto,
    La casa de Jacob del pueblo extranjero,

Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.

El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.

Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.

¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y vosotros, collados, como corderitos?

A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A la presencia del Dios de Jacob,

El cual cambió la peña en estanque de aguas,
Y en fuente de aguas la roca.

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