En los tiempos finales se crecienta la rebeldía contra el Eterno desde las leyes contrarias a sus normas hasta los intentos de pretender un hombre inmortal. Que Dios tenga Misericordia de sus objetores. Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
Este es el primer Devocional que publicamos el 8 de Septiembre de 2011.
¿Por qué nos olvidamos tan fácilmente que Dios nos ama? ¿Por qué nos olvidamos que somos sus hijos amados en quienes tiene complacencia? ¿No fue así como bendijo a su Hijo cuando fue bautizado por Juan el Bautista?
¿Por qué nos negamos la gracia de una bendición tan grande? Aprendamos a vivir! Tengamos confianza en que la misericordia de Dios se renueva cada día y eso vale para hoy 8 de Septiembre de 2011. Tengamos conciencia que ninguna circunstancia nos puede apartar de su Amor. Toda nuestra confianza la debemos depositar en nuestro Señor y Salvador. Él debe ser nuestra única certeza.
La primera vez que escuché estas palabras me provocaron una profunda conmoción, porque pensé: Cómo es posible que el Todopoderoso, cuide de cada uno de sus hijos?
Y esta es la impresionante realidad, que efectivamente ÉL cuida de cada uno de nosotros, aún en los detalles más simples que a veces torpemente llamamos los pequeños anhelos del corazón.
Creo que no alcanzamos a entender, como el Eterno, pueda tener un Amor tan grande, que ofreció a su Hijo por nuestra Salvación y que todos los días se preocupe por la vida de cada uno.
Precisamente en eso radica la diferencia: Dios es un Dios de Amor y no de muerte y nadie puede quitarle la vida a nadie en su nombre, porque sería mucho más que un crimen.
Doy gracias al Señor por su infinita Misericordia y por la protección que nos demuestra cada día. Aunque a veces me parezca normal lo cierto es que no merezco tanto Amor!
Judas 1:21 Conservaos en el amor de Dios,
esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo
para vida eterna.
La dramática conquista de Afganistán por el movimiento islámico talibán, sigue conmoviendo al mundo, ante lo imprevisible de los acontecimientos.
Sin entrar en valoraciones políticas, hay otras cuestiones que a medida que pasan las horas, asumen el carácter de enormemente graves y preocupantes.
Una de ellas es el de la situación de las mujeres afganas, que deberán vivir de acuerdo a las normas islámicas, más concretamente bajo la vigencia de la ley sharía.
Esto significa la pérdida de sus derechos, que están consagrados en las convenciones internacionales. Y a pesar de esta dramática realidad las organizaciones feministas y las defensoras de las cuestiones del género mantienen un ominoso silencio.
Lo hacen por complicidad, por desinterés, por conveniencia?
Lo triste es que las mujeres afganas precisan que se defiendan sus derechos, pero para el movimiento feminista, pareciera que las mujeres que viven bajo el islamismo, se aceptan que no sean respetados.
El horror de las imágenes de los talibán y su dominio sobre el país, sobrecoge y muestra al islamismo con tal crudeza, que los argumentos para presentar una apariencia más tolerante, se derrumban ante el rigor de la realidad.
A esta panorama de horror islámico, se suma el de la preocupación por las minorías religiosas en el país. Clamar al Dios de Israel por su Misericordia, es más perentorio que nunca.
La Compasión es una manifestación superior del Amor que proclamó Jesús. Teniendo Compasión compartiremos las penas, el dolor y el sufrimiento del Prójimo como estableció el Hijo del Hombre. Diego Acosta – MENSAJE
Leyendo un comentario relacionado con un producto de un lujo desorbitado, un personaje vinculado con ese mundo, declaró que a raíz de la peste muchas personas se han dado cuenta que pueden morir en cualquier momento y por eso ha llegado el momento de disfrutar de la vida.
Y con esa frase justificaba la impresionante ostentación de lujo que mostraba, llegando al absurdo de explicar que esa exhibición era una forma de disfrutar de la vida.
Pregunto: Y los que no tenemos esos lujos podemos disfrutar de la vida?
La respuesta seguramente no la debemos esperar de quién vive de los lujos ajenos, pero sí la podemos encontrar en nuestra vida sabiendo lo que tenemos en el corazón.
Si en el corazón solo tenemos afanes y angustias por logros mundanos no alcanzados, la conclusión será que no podemos disfrutar de la vida.
Pero sí tenemos la aceptación de que somos y tenemos lo que Dios quiere para nosotros, entonces sí podremos disfrutar de la vida, a pesar de los pesares.
Y los lujos nos parecerán superfluos y quienes hacen ostentación de ellos solo deberían clamar por Misericordia.
En horas muy amargas un creyente, ha dejado un maravilloso ejemplo de fe y de confianza en el Señor, al aceptar la muerte de su joven esposa.
Quienes fuimos conmovidos por su desaparición, nos sentimos reconfortados con el mensaje de su esposo, mostrando como obra el Consuelo maravilloso del Espíritu en la vida de las personas.
Resulta conmovedor comprobar como el esposo consoló a quienes estábamos muy tristes y pesarosos, por la desaparición de la que fue su amada compañera.
Este ejemplo debe alentarnos a buscar al Dios Todopoderoso, para saber que sus designios son inescrutables y para aceptarlos aunque sean dolorosos e incomprensibles para la mente humana.
En la hora del dolor solo el Eterno puede darnos el Consuelo y el aliento, porque es una expresión de su Amor sobre nuestras vidas y de su Misericordia en la hora de una pérdida irreparable.
Nos alienta el mensaje de fe de un joven esposo y la certeza del reencuentro cuando nos llegue la hora de estar frente al Trono de la Gloria.
Salmo 94:22 Mas Jehová me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza.
En las horas difíciles es legítimo que tengamos viva la llama de la esperanza, de que la Misericordia del Eterno transforme una situación.
En las horas de la prueba es cuando más nos debemos aferrar a la certeza del Amor de Dios, el único verdadero y el único que todo lo cubre.
Siempre he pensado que palabras se pueden decir a quienes están sufriendo las horas amargas de la espera y también las horas esperanzadas de un Milagro.
Y es muy difícil encontrar las palabras adecuadas, salvo aquellas que alientan a elevar la mirada hacia lo Alto, clamando para que la Misericordia, rompa la lógica y la sabiduría humana.
Aún sabiendo que el Propósito de Dios es inescrutable, es legítimo que clamemos por su Misericordia, porque en eso radica la esperanza y también la certeza de que debemos ser obedientes de sus decisiones sin caer en ninguna forma de rebeldía.
Hebreos 6:18-19
Para que por dos cosas inmutables,
en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo
los que hemos acudido para asirnos de la esperanza
puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,
y que penetra hasta dentro del velo,
Estudiar la Biblia es un Mandato que debemos de cumplir cada día, porque nos aproxima a la Majestad del Dios de Israel.
Sin embargo más de una vez he leído y he vuelto a leer un determinado texto y me produce una sensación de desconcierto muy grande no poder entender lo que está ante mis ojos.
Por qué ocurre esto?
Es que la Palabra de Dios es confusa?
Como tengo claro que no es confusa, entonces me pregunto que es lo que estoy haciendo mal. Y en su Misericordia el Altísimo siempre termina mostrando donde está mi error.
Sorprendentemente se produce cuando quiero ir más allá del Texto y sumergirne en teorías o interpretaciones, que se alejan por completo de lo que fué inspirado.
Me cuesta entender que nuestra lectura debe ser directa, sin buscar segundas intenciones, porque no las hay. NO hay intenciones de ocultar nada, sino por el contrario, revelarlo todo. Solo que cuando leo debo orar para que sea el Espíritu el que me guíe.
No mi pequeña mente humana, tan lejana de la Grandeza del Eterno!
Eclesiastés 12:13 El fin de todo el discurso oído es este:
Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre.
Eclesiastes 12:13 De tudo o que se tem ouvido, o fim é:
Teme a Deus e guarda os seus mandamentos;
porque este é o dever de todo homem.