rojo septimomilenio

LA VARA

Reproductor de audio

La portentosa escena de Moisés alzando su vara para separar las aguas del Mar Rojo, puede ser una de las más notables revelaciones de la Biblia.

Los judíos acosados por los egipcios, se lamentaban de haber dejado ese país, ya que ahora también se enfrentaban a las aguas.

Tanto Moisés como los liberados, dudaron por lo que estaba ocurriendo!

Situación que tiene mucho de parecido con las que vivimos a diario, cuando dudamos primero de nosotros mismos y después del Eterno.

Por eso el patriarca le habló a su pueblo y les dijo que no temieran y permanecieran firmes.

Utilizó el temor, que pertenece a lo espiritual y no el miedo que afecta a lo físico. Y eso puede entenderse como la falta de confianza en el Señor.

Lo cierto es que aunque tengamos al enemigo acosando nuestra espalda y a nuestro frente un mar bravío, no debemos de temer.

No se debe inquietar nuestro ánimo, porque es evidente que no vendrá Moisés con su vara para darnos una solución, pero sí vendrá el Altísimo para ayudarnos en el momento preciso.

Todo depende de la medida de nuestra fe, como dependió de la medida de la confianza de Moisés en Jehová al extender su vara sobre el Mar Rojo.

Hoy y todos los días reflexionemos sobre esto…El Mar puede estar frente a nosotros en cualquier momento y es entonces cuando debemos tener la confianza necesaria y suficiente para esperar un milagro grandioso.

Esto lo digo y me lo digo, para que mi ánimo no decaiga, porque la vara de Moisés es el Poder de Dios!

Éxodo 14:15-17

 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería.

Êxodo 14:15-17

Então, disse o Senhor a Moisés: Por que clamas a mim? Dize aos filhos de Israel que marchem.

E tu, levanta a tua vara, e estende a tua mão sobre o mar, e fende-o, para que os filhos de Israel passem pelo meio do mar em seco.  

E eis que endurecerei o coração dos egípcios para que entrem nele atrás deles; e eu serei glorificado em Faraó, e em todo o seu exército, e nos seus carros, e nos cavaleiros.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

A Bíblia3 8

A BÍBLIA – Êxodo 18

O sogro de Moisés aconselha o Patriarca a procurar ajuda para os assuntos menores.

1 Ora, Jetro, sacerdote de Midiã, sogro de Moisés, ouviu todas as coisas que Deus tinha feito a Moisés e a Israel seu povo; como o Senhor tinha tirado a Israel do Egito.

E Jetro, sogro de Moisés, tomou a Zípora, a mulher de Moisés, depois que ele lha enviara,

com seus dois filhos, dos quais um se chamava Gérson, porque disse: Eu fui peregrino em terra estranha;

e o outro se chamava Eliézer, porque disse: O Deus de meu pai foi minha ajuda e me livrou da espada de Faraó.

Vindo, pois, Jetro, o sogro de Moisés, com seus filhos e com sua mulher a Moisés no deserto, ao monte de Deus, onde se tinha acampado,

disse a Moisés: Eu, teu sogro Jetro, venho a ti, com tua mulher e seus dois filhos com ela.

Então, saiu Moisés ao encontro de seu sogro, e inclinou-se, e beijou-o, e perguntaram um ao outro como estavam, e entraram na tenda.

E Moisés contou a seu sogro todas as coisas que o Senhor tinha feito a Faraó e aos egípcios por amor de Israel, e todo o trabalho que passaram no caminho, e como o Senhor os livrara.

E alegrou-se Jetro de todo o bem que o Senhor tinha feito a Israel, livrando-o da mão dos egípcios.

10 E Jetro disse: Bendito seja o Senhor, que vos livrou das mãos dos egípcios e da mão de Faraó; que livrou a este povo de debaixo da mão dos egípcios.

11 Agora sei que o Senhor é maior que todos os deuses; porque na coisa em que se ensoberbeceram, os sobrepujou.

12 Então, tomou Jetro, o sogro de Moisés, holocausto e sacrifícios para Deus; e veio Arão, e todos os anciãos de Israel, para comerem pão com o sogro de Moisés diante de Deus.

13 E aconteceu que, ao outro dia, Moisés assentou-se para julgar o povo; e o povo estava em pé diante de Moisés desde a manhã até à tarde.

14 Vendo, pois, o sogro de Moisés tudo o que ele fazia ao povo, disse: Que é isto que tu fazes ao povo? Por que te assentas só, e todo o povo está em pé diante de ti, desde a manhã até à tarde?

15 Então, disse Moisés a seu sogro: É porque este povo vem a mim para consultar a Deus.

16 Quando tem algum negócio, vem a mim, para que eu julgue entre um e outro e lhes declare os estatutos de Deus e as suas leis.

17 O sogro de Moisés, porém, lhe disse: Não é bom o que fazes.

18 Totalmente desfalecerás, assim tu como este povo que está contigo; porque este negócio é mui difícil para ti; tu só não o podes fazer.

19 Ouve agora a minha voz; eu te aconselharei, e Deus será contigo. Sê tu pelo povo diante de Deus e leva tu as coisas a Deus;

20 e declara-lhes os estatutos e as leis e faze-lhes saber o caminho em que devem andar e a obra que devem fazer.

21 E tu, dentre todo o povo, procura homens capazes, tementes a Deus, homens de verdade, que aborreçam a avareza; e põe-nos sobre eles por maiorais de mil, maiorais de cem, maiorais de cinquenta e maiorais de dez;

22 para que julguem este povo em todo o tempo, e seja que todo negócio grave tragam a ti, mas todo negócio pequeno eles o julguem; assim, a ti mesmo te aliviarás da carga, e eles a levarão contigo.

23 Se isto fizeres, e Deus to mandar, poderás, então, subsistir; assim também todo este povo em paz virá ao seu lugar.

24 E Moisés deu ouvidos à voz de seu sogro e fez tudo quanto tinha dito;

25 e escolheu Moisés homens capazes, de todo o Israel, e os pôs por cabeças sobre o povo: maiorais de mil e maiorais de cem, maiorais de cinquenta e maiorais de dez.

26 E eles julgaram o povo em todo tempo; o negócio árduo traziam a Moisés, e todo negócio pequeno julgavam eles.

27 Então, despediu Moisés o seu sogro, o qual se foi à sua terra.

www.septimomilenio.com

 

La Biblia 2 7

LA BIBLIA – Éxodo 18

El suegro de Moisés enseña al Patriarca acerca de buscar ayuda para los asuntos menores.

1 Oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de Egipto.

Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,

y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero[a] he sido en tierra ajena;

y el otro se llamaba Eliezer,[b] porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón.

Y Jetro el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios;

y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.

Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda.

Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová.

Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al haberlo librado de mano de los egipcios.

10 Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios.

11 Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.

12 Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios.

13 Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

14 Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

15 Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.

16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.

17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.

18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.

20 Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.

21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.

22 Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.

23 Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.

24 Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.

25 Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

26 Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño.

27 Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra.

www.septimomilenio.com

La Biblia 2 5

LA BIBLIA – Levítico 20:1-25

 

Jehová advirtió sobre adorar ídolos, sobre el adulterio y sobre imitar al mundo.

1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.

Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.

Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,

entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc.

Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.

Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.

Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.

Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.

10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.

12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos.

13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.

14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.

15 Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia.

16 Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.

17 Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.

18 Cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo.

19 La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán.

20 Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos.

21 Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.

22 Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra, no sea que os vomite la tierra en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella.

23 Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.

24 Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.

25 Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia; y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos.

www.septimomilenio.com

 

A Bíblia3 6

A BÍBLIA – Levítico 20:1-25

 

Jeová advirtiu sobre a adoração de ídolos, o adultério e sobre imitar o mundo.

1 Falou mais o Senhor a Moisés, dizendo:

Também dirás aos filhos de Israel: Qualquer que, dos filhos de Israel ou dos estrangeiros que peregrinam em Israel, der da sua semente a Moloque, certamente morrerá; o povo da terra o apedrejará com pedras.

E eu porei a minha face contra esse homem e o extirparei do meio do seu povo, porquanto deu da sua semente a Moloque, para contaminar o meu santuário e profanar o meu santo nome.

E, se o povo da terra de alguma maneira esconder os olhos daquele homem que houver dado da sua semente a Moloque e o não matar,

então, eu porei a minha face contra aquele homem e contra a sua família e o extirparei do meio do seu povo, com todos os que se prostituem após ele, prostituindo-se após Moloque.

Quando uma alma se virar para os adivinhadores e encantadores, para se prostituir após eles, eu porei a minha face contra aquela alma e a extirparei do meio do seu povo.

Portanto, santificai-vos e sede santos, pois eu sou o Senhor, vosso Deus.

E guardai os meus estatutos e cumpri-os. Eu sou o Senhor que vos santifica.

Quando um homem amaldiçoar a seu pai ou a sua mãe, certamente morrerá: amaldiçoou a seu pai ou a sua mãe; o seu sangue é sobre ele.

10 Também o homem que adulterar com a mulher de outro, havendo adulterado com a mulher do seu próximo, certamente morrerá o adúltero e a adúltera.

11 E o homem que se deitar com a mulher de seu pai descobriu a nudez de seu pai; ambos, certamente, morrerão; o seu sangue é sobre eles.

12 Semelhantemente, quando um homem se deitar com a sua nora, ambos, certamente, morrerão; fizeram confusão; o seu sangue é sobre eles.

13 Quando também um homem se deitar com outro homem como com mulher, ambos fizeram abominação; certamente morrerão; o seu sangue é sobre eles.

14 E, quando um homem tomar uma mulher e a sua mãe, maldade é; a ele e a elas queimarão com fogo, para que não haja maldade no meio de vós.

15 Quando também um homem se deitar com um animal, certamente morrerá; e matareis o animal.

16 Também a mulher que se chegar a algum animal, para ter ajuntamento com ele, aquela mulher matarás com o animal; certamente morrerão; o seu sangue é sobre eles.

17 E, quando um homem tomar a sua irmã, filha de seu pai ou filha de sua mãe, e ele vir a nudez dela, e ela vir a sua, torpeza é; portanto, serão extirpados aos olhos dos filhos do seu povo; descobriu a nudez de sua irmã; levarão sobre si a sua iniquidade.

18 E, quando um homem se deitar com uma mulher que tem a sua enfermidade e descobrir a sua nudez, descobrindo a sua fonte, e ela descobrir a fonte de seu sangue, ambos serão extirpados do meio do seu povo.

19 Também a nudez da irmã de tua mãe ou da irmã de teu pai não descobrirás; porquanto descobriu a sua parenta, sobre si levarão a sua iniquidade.

20 Quando também um homem se deitar com a sua tia, descobriu a nudez de seu tio; seu pecado sobre si levarão; sem filhos morrerão.

21 E, quando um homem tomar a mulher de seu irmão, imundícia é; a nudez de seu irmão descobriu; sem filhos ficarão.

22 Guardai, pois, todos os meus estatutos e todos os meus juízos e cumpri-os, para que vos não vomite a terra, para a qual eu vos levo para habitar nela.

23 E não andeis nos estatutos da gente que eu lanço fora de diante da vossa face, porque fizeram todas estas coisas; portanto, fui enfadado deles.

24 E a vós vos tenho dito: Em herança possuireis a sua terra, e eu a darei a vós para possuí-la em herança, terra que mana leite e mel. Eu sou o Senhor, vosso Deus, que vos separei dos povos.

25 Fareis, pois, diferença entre os animais limpos e imundos e entre as aves imundas e as limpas; e a vossa alma não fareis abominável por causa dos animais, ou das aves, ou de tudo o que se arrasta sobre a terra, as quais coisas apartei de vós, para tê-las por imundas.

www.septimomilenio.com

A Bíblia3 3

A BÍBLIA – Hebreus 12

A disciplina é formadora e prepara para entender e receber a Graça.

1 Por tanto, nós também, pois, que estamos rodeados de uma tão grande nuvem de testemunhas, deixemos todo embaraço e o pecado que tão de perto nos rodeia e corramos, com paciência, a carreira que nos está proposta,

olhando para Jesus, autor e consumador da fé, o qual, pelo gozo que lhe estava proposto, suportou a cruz, desprezando a afronta, e assentou-se à destra do trono de Deus.

Considerai, pois, aquele que suportou tais contradições dos pecadores contra si mesmo, para que não enfraqueçais, desfalecendo em vossos ânimos.

Ainda não resististes até ao sangue, combatendo contra o pecado.

E já vos esquecestes da exortação que argumenta convosco como filhos: Filho meu, não desprezes a correção do Senhor e não desmaies quando, por ele, fores repreendido;

porque o Senhor corrige o que ama e açoita a qualquer que recebe por filho.

Se suportais a correção, Deus vos trata como filhos; porque que filho há a quem o pai não corrija?

Mas, se estais sem disciplina, da qual todos são feitos participantes, sois, então, bastardos e não filhos.

Além do que, tivemos nossos pais segundo a carne, para nos corrigirem, e nós os reverenciamos; não nos sujeitaremos muito mais ao Pai dos espíritos, para vivermos?

10 Porque aqueles, na verdade, por um pouco de tempo, nos corrigiam como bem lhes parecia; mas este, para nosso proveito, para sermos participantes da sua santidade.

11 E, na verdade, toda correção, ao presente, não parece ser de gozo, senão de tristeza, mas, depois, produz um fruto pacífico de justiça nos exercitados por ela.

12 Portanto, tornai a levantar as mãos cansadas e os joelhos desconjuntados,

13 e fazei veredas direitas para os vossos pés, para que o que manqueja se não desvie inteiramente; antes, seja sarado.

14 Segui a paz com todos e a santificação, sem a qual ninguém verá o Senhor,

15 tendo cuidado de que ninguém se prive da graça de Deus, e de que nenhuma raiz de amargura, brotando, vos perturbe, e por ela muitos se contaminem.

16 E ninguém seja fornicador ou profano, como Esaú, que, por um manjar, vendeu o seu direito de primogenitura.

17 Porque bem sabeis que, querendo ele ainda depois herdar a bênção, foi rejeitado, porque não achou lugar de arrependimento, ainda que, com lágrimas, o buscou.

18 Porque não chegastes ao monte palpável, aceso em fogo, e à escuridão, e às trevas, e à tempestade,

19 e ao sonido da trombeta, e à voz das palavras, a qual, os que a ouviram pediram que se lhes não falasse mais;

20 porque não podiam suportar o que se lhes mandava: Se até um animal tocar o monte, será apedrejado.

21 E tão terrível era a visão, que Moisés disse: Estou todo assombrado e tremendo.

22 Mas chegastes ao monte Sião, e à cidade do Deus vivo, à Jerusalém celestial, e aos muitos milhares de anjos,

23 à universal assembleia e igreja dos primogênitos, que estão inscritos nos céus, e a Deus, o Juiz de todos, e aos espíritos dos justos aperfeiçoados;

24 e a Jesus, o Mediador de uma nova aliança, e ao sangue da aspersão, que fala melhor do que o de Abel.

25 Vede que não rejeiteis ao que fala; porque, se não escaparam aqueles que rejeitaram o que na terra os advertia, muito menos nós, se nos desviarmos daquele que é dos céus,

26 a voz do qual moveu, então, a terra, mas, agora, anunciou, dizendo: Ainda uma vez comoverei, não só a terra, senão também o céu.

27 E esta palavra: Ainda uma vez, mostra a mudança das coisas móveis, como coisas feitas, para que as imóveis permaneçam.

28 Pelo que, tendo recebido um Reino que não pode ser abalado, retenhamos a graça, pela qual sirvamos a Deus agradavelmente com reverência e piedade;

29 porque o nosso Deus é um fogo consumidor.

www.septimomilenio.com

La Biblia 2 3

LA BIBLIA – Hebreos 12

La disciplina es formadora y prepara para entender y recibir la Gracia.

1  Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;

y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
    Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
    Ni desmayes cuando eres reprendido por él;

Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo. m

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;

13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,

19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,

20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;

21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,

23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,

24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.

La Biblia 2 19

LA BIBLIA – Deuteronomio 4:1-22

 

Moisés enseña a ser fieles al Pacto con Jehová y nos manda no caer en ningún tipo de idolatría.

1Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da.

No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.

Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.

Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.

Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.

Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?

Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

10 El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;

11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;

12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.

13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.

14 A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñase los estatutos y juicios, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a tomar posesión de ella.

15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego;

16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra,

17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,

18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.

19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

20 Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.

21 Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

22 Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella buena tierra.

www.septimomilenio.com

A Bíblia3 6

A BÍBLIA – João 5:30-47

Jesus disse que o seu testemunho é maior que o do João Batista, porque é o do Pai.

30 Eu não posso de mim mesmo fazer coisa alguma; como ouço, assim julgo, e o meu juízo é justo, porque não busco a minha vontade, mas a vontade do Pai, que me enviou.

31 Se eu testifico de mim mesmo, o meu testemunho não é verdadeiro.

32 Há outro que testifica de mim, e sei que o testemunho que ele dá de mim é verdadeiro.

33 Vós mandastes a João, e ele deu testemunho da verdade.

34 Eu, porém, não recebo testemunho de homem, mas digo isso, para que vos salveis.

35 Ele era a candeia que ardia e alumiava; e vós quisestes alegrar-vos por um pouco de tempo com a sua luz.

36 Mas eu tenho maior testemunho do que o de João, porque as obras que o Pai me deu para realizar, as mesmas obras que eu faço testificam de mim, de que o Pai me enviou.

37 E o Pai, que me enviou, ele mesmo testificou de mim. Vós nunca ouvistes a sua voz, nem vistes o seu parecer;

38 e a sua palavra não permanece em vós, porque naquele que ele enviou não credes vós.

39 Examinais as Escrituras, porque vós cuidais ter nelas a vida eterna, e são elas que de mim testificam.

40 E não quereis vir a mim para terdes vida.

41 Eu não recebo glória dos homens,

42 mas bem vos conheço, que não tendes em vós o amor de Deus.

43 Eu vim em nome de meu Pai, e não me aceitais; se outro vier em seu próprio nome, a esse aceitareis.

44 Como podeis vós crer, recebendo honra uns dos outros e não buscando a honra que vem só de Deus?

45 Não cuideis que eu vos hei de acusar para com o Pai. Há um que vos acusa, Moisés, em quem vós esperais.

46 Porque, se vós crêsseis em Moisés, creríeis em mim, porque de mim escreveu ele.

47 Mas, se não credes nos seus escritos, como crereis nas minhas palavras?

www.septimomilenio.com

 

benseña

EL PLAN DE DIOS

LA BIBLIA ENSEÑA / II

 

Desde siempre el Dios Trino contempló a los seres vivientes como la demostración de su propia Grandeza y al hombre, como la Creación a su semejanza.

La caída de los primeros padres, determinó el Plan de Salvación, que desde la Eternidad fue trazado para rescatar a los hombres de su propia maldad.

El Antiguo Testamento es el compendio de todas las situaciones que fueron formando el grandioso Plan de Salvación, que se concretaría con el Advenimiento de Jesús, con su muerte y gloriosa Resurrección.

Solamente queda pendiente de concreción de los Textos Sagrados, el Segundo Advenimiento de Jesús como Rey y su reinado milenario, como se nos ha revelado en el Libro de Apocalipsis, por inspiración del propio Hijo del Hombre.

El Soberano tuvo en un hombre, en Moisés, a su gran revelador y por eso es el más grande de todos los profetas. Basta advertir lo impresionante que resulta la vida de Moisés, ya que fue quién anuncióadvirtió a su pueblo, que luego de la liberación de la cautividad de un pueblo pagano, los egipcios, serían nuevamente esparcidos entre los paganos por apostatar del Señor. Y que la Tierra de la que tomarían posesión, sería dejada en ruinas.

Moisés fue el hombre que tuvo la inimaginable carga de ser el liberador, el profeta y también el legislador del Pueblo que sería bendición para todas las naciones, según la promesa que le hizo a Abram, a quién se llamaría luego Abraham.

Moisés tuvo además la responsabilidad de escribir los cinco primeros Libros del Antiguo Pacto, porque seguramente no había otro hombre como él, que fuera capaz de comprender por experiencia personal, los hechos extraordinarios que en ellos se narran.

Colocarse frente a la Biblia, es una tarea que supera el talento y la capacidad de los hombres. Solo por la Gracia, seremos capaces de acercarnos a la Verdad que Dios nos ha revelado en ella.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com