El desengaño del nuevo convertido

DEVOCIONAL

Leyendo mensajes, reparé en uno de ellos, que más o menos venía a decir que se había llevado una gran sorpresa en su condición de nuevo seguidor de Jesús.

Y esa sorpresa no era otra, que el sufrimiento que afrontó desde que se convirtió…cuando pensaba que todo iba a ser mejor y viviría alegremente.

Confieso que me sorprendió el argumento, porque me pareció evidente que esta persona no había sido preparada para ser un nuevo hombre.

Nunca se puede enseñar que en la nueva vida, todo será alegría y que los problemas serán cosas del pasado. Por el contrario, al nacer de nuevo tenemos la capacidad de confrontar todo lo que hacemos con la Palabra del Hijo del Hombre.

Muchas veces crecer significa sufrir, porque duele desprenderse del pasado. Y ahí se originan los primeros conflictos, porque lo que antes era bueno, pasaba a ser malo, porque vivíamos sin normas y pasábamos a tenerlas.

Debemos saber que lo bueno sí vendrá, y como resultado del Plan que el Señor tenga para nosotros!

Juan 3:6-7
Lo que es nacido de la carne, carne es;
y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
 
No te maravilles de que te dije:
Os es necesario nacer de nuevo.

João 3:6-7
O que é nascido da carne é carne,
e o que é nascido do Espírito é espírito.

Não te maravilhes de te ter dito:
Necessário vos é nascer de novo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

EN ENERO…

Blog del TIEMPO

Los días pasan inexorables, unos tras otros y van desgranando los meses, los años. Dejamos atrás lo que parecen jornadas inolvidables y volvemos a la realidad.

Es entonces cuando aparecen los primeros síntomas de decaimiento, de apatía, de retornar a la rutina que devora lo mejor de cada uno.

Todos los años igual!

Por qué?

Simplemente porque nuestros sentimientos y nuestras emociones ocupan un lugar demasiado importante, cuando deberíamos vivir estos días tan significativos, con más serenidad, con más profundidad.

Ahora comprendemos que ni los regalos que entregamos ni los recibidos, cambian este aspecto tan especial de nuestro interior.

Las buenas obras no dependen de la euforia de las promesas de días mejores, sino de la actitud del corazón, esa que solamente Dios puede ver.

Las buenas palabras son solamente expresiones verbales, si no se corresponden con cuestiones concretas. Así es la fe, que solo la manifestamos con nuestros hechos.

Solamente poniendo nuestra mirada en lo Alto, podremos liberarnos de las circunstancias que nos llevan a un nivel de euforia injustificado con la lógica consecuencia, de una depresión, también injustificada.

Afrontemos la realidad que nos depara cada día, como se nos ha enseñado en la Palabra: Cada uno tiene su propio mal y su propio afán.

Diego Acosta

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QUIÉN MUERE…?

La natural tendencia a disfrutar de lo bueno y evitar aquello que no nos gusta, nos aparta de las grandes verdades que se atesoran en la Biblia.

Es completamente natural que esto ocurra, pero no es propio de nuestra condición de hijos de Dios que perseveremos en este tipo de actitudes.

Recuerdo que un maestro enseñaba que muchas veces por evitar lo malo, lo que estamos haciendo es descuidarnos y permitir que las brechas se abran para que el enemigo las aproveche.

Una de esas grandes brechas no es otra cosa que la falta de conocimiento que tenemos de la Palabra de Dios.

Sabiendo como sabemos lo que afrontó Jesús en el desierto al ser tentado por el diablo, deberíamos comprender la importancia de conocer en profundidad el Texto.

Jesús respondió con firmeza a cada tentación con un pasaje bíblico. Que podríamos responder si no sabemos la Palabra?

Vanos serían nuestros argumentos y torpes nuestras explicaciones. Quizás solamente conseguiríamos demorar el triunfo del mal sobre el bien.

Y será en ese momento cuando mueran a las promesas del Eterno, quienes nunca se preocuparon en conocer la Biblia.

Esto debemos entenderlo como una responsabilidad personal, porque el interés primero debe demostrarse.

Estoy advertido, estamos advertidos!

Oseas 4:6

 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.

 Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio;

 porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus

hijos.

Oseias 4:6

O meu povo foi destruído, porque lhe faltou o conhecimento;

porque tu rejeitaste o conhecimento, também eu te rejeitarei, para que não

sejas sacerdote diante de mim;

visto que te esqueceste da lei do teu Deus, também eu me esquecerei

de teus filhos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA FE QUE VENCE

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Abraham se levantó muy de mañana, ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus siervos y a Isaac, su hijo. Después cortó leña para el holocausto, se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho. Génesis 22.3

La fe debe ser una de las cualidades que distingue al creyente. Existe, sin embargo, bastante confusión acerca de este tema. Para muchos la fe no es más que un deseo de que las cosas salgan bien. Es la esperanza de que las circunstancias se resuelvan favorablemente y que las dificultades no nos afecten demasiado. Una exhortación que escuchamos con cierta frecuencia es la de hacer las cosas con más fe, lo que delata una convicción de que la fe se refiere a manifestar mayor entusiasmo en los emprendimientos.
Este pasaje nos da una clara idea que la fe es algo enteramente diferente. Las instrucciones de Dios, que llamaban a Abraham a ofrecer en sacrificio a su único hijo, Isaac, le posicionaban en el centro de lo que podría ser una profunda crisis personal. La noche que pasaría debe haber sido una interminable agonía, mientras Abraham luchaba con las reacciones naturales a esta petición. ¿Cómo podía este gran Dios pedirle el hijo que tantos años había esperado, que Él mismo había prometido?
Sin embargo, Abraham no permitió que sus emociones fueran el factor decisivo en su comportamiento. Entendía somos llamados a la obediencia, aun cuando no entiende lo que el Señor está haciendo ni el porqué de las circunstancias en las cuales se encuentra.
Veamos la abundancia de verbos en el versículo: se levantó, preparó, tomó, cortó, salió, y fue. Sin importar la magnitud de su angustia, el padre de la fe comenzó muy de mañana con los pasos necesarios para hacer lo que se le había mandado, mostrando, de esta manera, lo que es la esencia de la fe.
La fe es una convicción profunda en la fidelidad de Dios, que conduce a la acción. Es la certeza de que, no importa cuán contradictorias y difíciles sean las circunstancias, Dios no se verá limitado en su propósito de cumplir su Palabra. En este caso, según el autor de Hebreos, Abraham creía que Dios era «poderoso para levantar a Isaac aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir» (Hebreos 11.19).
Estos son tiempos en los cuales podemos vernos constantemente rodeados de crisis, tiempos difíciles. Si esperamos que Dios actúe, nosotros debemos mostrar esa misma confianza en Su bondad, evidenciada en acciones concretas que no pierden tiempo en dudas, vacilaciones, ni argumentaciones.
La fe no es la seguridad que Dios hará lo que nosotros deseamos, sino la certeza que Dios hará lo correcto, pues su voluntad es agradable y perfecta.

José Gilabert – España

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DENUNCIA…!

Cuando hablamos del Evangelio en el fondo de lo que estamos hablando es de Jesús, que fue su proclamador.

Por ello podemos decir, que el propio JESÚS DENUNCIA:

…A los mercaderes de su Palabra,

así como lo hizo en el Templo cuando expulsó a quienes lo profanaban con su comercio.

…A los hipócritas,

así como lo hizo con los propios discípulos cuando los acusó de algunas de sus actitudes contrarias a lo que ÉL mismo les enseñaba.

…A los tibios,

así como lo denunció a los miembros de la iglesia de Laodicea, a quienes anunció que Dios los vomitaría de su boca.

Ciertamente en los tiempos que corren hablar del Evangelio me resulta incómodo, porque el primero en ser perturbado soy yo mismo.

Porque en el nombre de la Misericordia, justifico todo, aún lo más injustificable, obrando como lo harían los fariseos y los escribas.

O defendiendo los supuestos derechos de los líderes, para tratar de sacar provecho de los débiles, en lugar de servirlos como vino a hacer el propio Jesús.

Acaso buscar ser servido no es lo contrario de lo que predicó el Hijo del Hombre?

Como puedo hablar de su Iglesia, si estoy más preocupado porque se la conozca por sus comodidades, en lugar de por el rigor de la Palabra que se expresa desde el púlpito?

Esta denuncia de Jesús es directa y sin atenuantes!

No puedo argumentar ni desconocimiento ni error en la interpretación, porque fue ÉL mismo quién se explicó a través de los Textos Sagrados.

La cuestión ahora, es cómo comportarme, sabiendo que sobre mí pesa una grave DENUNCIA del propio Jesús!

Marcos 10:45

ES – Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir,

            y para dar su vida en rescate por muchos.

PT – Porque o Filho do Homem também não veio para ser servido,

            mas para servir e dar a sua vida em resgate de muitos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

HABLADORES

Que diríamos si se nos preguntara que somos: Habladores o Hacedores de la Palabra?

Una pregunta directa debe tener respuesta categórica. En mi caso diría: habladores!

Y por qué respondemos de esta manera?

Porque sin darnos cuenta estamos obrando cada vez más como los fariseos.

Oramos para que se nos vea piadosos.

Ayunamos para que se nos considere casi santos.

Predicamos para que se nos valore exitosos.

Es decir, hacemos todo para que nos vean los hombres y muy poco, para que solamente nos vea Dios.

Buscamos la honra que nos conceden los iguales a nosotros y no la Honra verdadera, la que solamente concede el Eterno.

Y que consecuencias tienen estas actitudes?

Una nefasta: Que los recién iniciados en el camino de la fe, pueden confundirse tremendamente porque no verán en nuestras obras cosas muy diferentes que las que hayan visto en el mundo.

Siempre hubo y siempre habrá quién precisa hacerse notar, ser alguien, ser distinguido, ser homenajeado,

ser considerado un personaje.

De allí la importancia de nuestros comportamientos, para no ser piedra de tropiezo para nadie, para que quienes están dando los primeros pasos en pos de Jesús, entiendan que cada uno tendrá su paga.

Los fariseos la tuvieron y la seguirán teniendo: En sus obras está la recompensa, solamente cosa de hombres. Y habrá quienes recibirán el presente de la Vida Eterna.

Es por eso que todos los días intento dejar de ser un hablador de la Palabra, para ser un Hacedor!

Y hacedor significa, que con mis hechos debo ser más elocuente que con lo que sale de mi boca!

Mateus  23:13 – Mas ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Pois que fechais aos homens o Reino dos céus; e nem vós entrais, nem deixais entrar aos que estão entrando.

Mateo 23:13 Mas !!ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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A BÍBLIA – 1 Pedro 1:13-25

Pedro nos convida para viver uma vida de santidade, lembrando que a Palabra permanecerá para sempre.

13 Portanto, cingindo os lombos do vosso entendimento, sede sóbrios e esperai inteiramente na graça que se vos ofereceu na revelação de Jesus Cristo,

14 como filhos obedientes, não vos conformando com as concupiscências que antes havia em vossa ignorância;

15 mas, como é santo aquele que vos chamou, sede vós também santos em toda a vossa maneira de viver,

16 porquanto escrito está: Sede santos, porque eu sou santo.

17 E, se invocais por Pai aquele que, sem acepção de pessoas, julga segundo a obra de cada um, andai em temor, durante o tempo da vossa peregrinação,

18 sabendo que não foi com coisas corruptíveis, como prata ou ouro, que fostes resgatados da vossa vã maneira de viver que, por tradição, recebestes dos vossos pais,

19 mas com o precioso sangue de Cristo, como de um cordeiro imaculado e incontaminado,

20 o qual, na verdade, em outro tempo, foi conhecido, ainda antes da fundação do mundo, mas manifestado, nestes últimos tempos, por amor de vós;

21 e por ele credes em Deus, que o ressuscitou dos mortos e lhe deu glória, para que a vossa fé e esperança estivessem em Deus.

22 Purificando a vossa alma na obediência à verdade, para amor fraternal, não fingido, amai-vos ardentemente uns aos outros, com um coração puro;

23 sendo de novo gerados, não de semente corruptível, mas da incorruptível, pela palavra de Deus, viva e que permanece para sempre.

24 Porque toda carne é como erva, e toda a glória do homem, como a flor da erva. Secou-se a erva, e caiu a sua flor;

25 mas a palavra do Senhor permanece para sempre. E esta é a palavra que entre vós foi evangelizada.

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