TIEMPO DE…

Comenzamos a revivir las dramáticas horas en la que el Hijo del Hombre, concretó en hechos tremendos las profecías sobre su juzgamiento, condena, crucifixión y muerte y Gloriosa Resurrección.

Tratemos de apartar nuestras miradas de lo que el mundo hace y dice y pongamos nuestros ojos en las dramáticas horas que se vivieron en Jerusalén hace más de 1.900 años.

Los hombres, todos los hombres, los que creen y los que dudan o niegan, tienen que aceptar lo que es un hecho absolutamente histórico: El juzgamiento y muerte de Jesús.

Los romanos que lo juzgaron y lo mataron en la cruz dieron fe de lo ocurrido, del mismo que los propios judíos, muchos de los cuales pidieron lo que era el cumplimiento profético del Antiguo Testamento. Es decir la muerte del Hijo del Hombre.

Cómo dudar de Jesús y su mensaje de Salvación?

Seamos sabios y abramos un tiempo de reflexión junto a los nuestros, para recordarles que es verdad el drama de la cruz del Gólgota, pero también es Verdad que el domingo se producirá la Gloriosa Resurrección.

Y la cruz quedará vacía como evidencia de la victoria de la Vida sobre la Muerte!

Gloria al Consumador de nuestra fe!

Romanos 6:10-11

ES –  Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas;

más en cuanto vive, para Dios vive.

Así también vosotros consideraos muertos al pecado,

pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

PT –  Pois, quanto a ter morrido, de uma vez morreu para o pecado;

mas, quanto a viver, vive para Deus.

Assim também vós considerai-vos como mortos para o pecado,

mas vivos para Deus, em Cristo Jesus, nosso Senhor.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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SEDUCIR

La vida de los que nos llamamos hijos de Dios, se caracteriza por una constante confrontación, entre los Mandatos del Eterno y las propuestas del mundo.

No en vano oró Jesús al Padre, para que nos guardara y que nos dejara en este difícil lugar en que estamos.

Debo de reconocer que siempre me llamó la atención, como se nos advertía acerca de que tendríamos problemas y que contaríamos con la ayuda del Espíritu para resolverlos.

Pero valorando mi experiencia, he llegado a la conclusión que mi mayor enemigo, soy yo mismo!

Sencillamente porque el mundo me atrae una y otra vez a sus propuestas, que son muy atractivas y sobre todo novedosas en grado sumo.

Y son las cosas nuevas las que más atracción me producen, quizás porque el enemigo de la fe, conoce que los hombres somos atrapados por todo lo que sea desconocido y bien presentado.

Todos los días lucho y todos los días pierdo. Pero también tengo la certeza de que todos los días el Eterno me ayuda para continuar la buena batalla.

Estamos advertidos: No es grave luchar todos los días. Lo gravísimo, es perder el ánimo para seguir a Jesús y no al mundo.

2 Pedro 2:9

ES – Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos,

y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.

PT – Assim, sabe o Senhor livrar da tentação os piedosos

e reservar os injustos para o Dia de Juízo, para serem castigados.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LO PEQUEÑO

El Señor utiliza las circunstancias más imprevistas, para revelarnos Su mensaje de edificación.

Estaba escuchando una música maravillosa, cuando advertí algo que me sorprendió. Como es posible que una misma partitura, que una misma sinfonía pueda ser ejecutada de maneras tan diferentes?

Y con resultados tan distintos los unos de los otros.

En algunos casos las ejecuciones son brillantes y están de acuerdo con el sentido de la genial partitura. Pero en otros, resultan pobres, tan limitados que hasta empequeñecen una obra distinguida mundialmente.

Entonces vino la Palabra del Eterno!

Si esto ocurre con una sinfonía, por extraordinaria que sea, no ocurre lo mismo con la Biblia?

No es acaso la Palabra de Dios?

Y por qué en ocasiones algunos hombres han dejado grandes enseñanzas y en otros casos, el mío sin ir más lejos, reducimos o pretendemos hacerlo, a nuestro propio nivel el Texto Sagrado.

Es evidente que todo depende de la actitud del corazón. Si un director de orquesta eleva su mirada, el resultado será notable. Si yo como creyente, deposito mis ojos en el Señor, lo que la Biblia me enseñe, estará relacionado con la Grandeza de su Autor.

Deuteronomio 6:5-6

Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón,

y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón

Deuteronômio 6:5-6

 Amarás, pois, o Senhor, teu Deus, de todo o teu coração,

e de toda a tua alma, e de todo o teu poder.

E estas palavras que hoje te ordeno estarão no teu coração

Diego Acosta / Neide Ferreira

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PEDIR

Cuánto nos cuesta a la mayoría de nosotros…pedir!

Cuánto!

A veces por no pedir me veo cometiendo errores imperdonables, que podría haber evitado con el simple gesto de haber pedido…una opinión, por ejemplo.

Que nos impide pedir?

En mi caso, el orgullo, la vanidad, la prepotencia.

Pidiendo algo, estoy demostrando que no soy capaz, que no puedo hacerlo solo, que no tengo capacidad, que mi ignorancia es mayor que la que pensaba.

Por eso me cuesta pedir, sobre todo cuando se trata de mostrar que no soy el hombre sabio que me creo, sino el hombre perfectible que soy.

Pedir, supone poner en marcha esa forma de humildad, que no me está sobrando, sino que me está faltando.

Del mismo modo que pido, con todo lo que me cuesta, cuando doy hago lo mismo. No soy humilde, tengo la prepotencia del que sabe y el aire de superioridad del que se cree mejor.

Creo que el Señor me hace pedir cosas, por simples y sencillas que sean, para demostrarme lo que verdaderamente soy y para dejarme en evidencia, con relación a lo que me creo.

Romanos 7:25

ES – Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.

Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios,

mas con la carne a la ley del pecado.

PT – Dou graças a Deus por Jesus Cristo, nosso Senhor.

 Assim que eu mesmo, com o entendimento, sirvo à lei de Deus,

mas, com a carne, à lei do pecado.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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OTRO MILAGRO

Con profundo sentido de la humillación, tengo que reconocer la torpeza con la que vivo mi relación con Dios.

Ha ocurrido un nuevo y extraordinario milagro en la familia, pero como siempre intento explicarlo con la lógica, con la ciencia de los hombres.

Este proceder, es el que me impide reconocer y admirar como obra el Todopoderoso y lo que hace, cuando nos unimos clamando su Misericordia.

ÉL responde!

Quién no responde soy yo, que torpemente me afano en tratar de entender, lo que no tiene ninguna lógica y se escapa a la forma de razonar de la mente humana.

También puede ser, que en el afán en el que vivo, no sea capaz de advertir que el Eterno está obrando en una situación, que no tiene el menor sentido ni permite alentar ninguna forma de esperanza.

Pero, Dios obra milagros!

Maravillosos, inimaginables!

Ahora no solamente pido para que haya milagros, sino que pido Sabiduría para advertirlos cuando ocurren!

Lo único cierto, es que el nuevo milagro de Dios ya tiene nombre y es la alegría de sus padres!

Cada nueva vida es otro Milagro del Omnipotente!

Génesis 2:7

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,

y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Gênesis 2:7

E formou o Senhor Deus o homem do pó da terra e soprou em seus

narizes o fôlego da vida; e o homem foi feito alma vivente.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LLAMADO

Puede que en medio del ajetreo de todos los días, hayamos escuchado algo que pudo habernos parecido que era un llamado.

Y podemos asegurar que eso que tuvo algo que nos llamó la atención, era efectivamente un llamado, una exhortación.

Así sucede cuando en el orden superior de la vida, el Dios que te dio el aliento vital, quiere decirte que te ha elegido para que seas su hijo.

Por muy loco que resulte este mensaje, es así de cierto, de grandioso y de sencillo!

En la locura de lo mundano, todos esperamos trompetas o acontecimientos extraordinarios, que nos colocan en el lugar de protagonistas.

Pero el Eterno habla con cada uno de nosotros, las joyas de su Creación. A cada uno en particular, como solamente ÉL sabe que debe hablarnos, porque nos conoce desde antes que fuéramos concebidos.

Si crees haber escuchado un mensaje…no lo deseches!

Busca a Quién te ha llamado!

Si lo buscas, Él te encontrará!

1 Samuel 3:9-10

ES – Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.

 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

PT – Pelo que Eli disse a Samuel: Vai-te deitar, e há de ser que, se te chamar, dirás: Fala, Senhor, porque o teu servo ouve. Então, Samuel foi e se deitou no seu lugar.

Então, veio o Senhor, e ali esteve, e chamou como das outras vezes: Samuel, Samuel. E disse Samuel: Fala, porque o teu servo ouve.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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SIEMPRE HABRÁ

En cumplimiento de la promesa de Jehová, tenemos la certeza de que todos los días de nuestra vida, su Misericordia se renovará sobre nosotros.

Todos los días!

Hasta el fin!

Esta maravillosa promesa del Eterno, nos debería alentar para corresponder con nuestros hechos, el Pacto que hemos hecho.

Para algunos es una realidad.

Para otros no.

Incluso hay quienes no solo no aceptan la Misericordia del Todopoderoso, sino que rechazan hasta su propia existencia.

Sin embargo, la Misericordia se mantiene inmutable sobre nuestras vidas, solo que como no la aceptamos no la recibimos.

Esa es la gran cuestión que debemos resolver. O aceptamos la Misericordia del Altísimo o la rechazamos con soberbia y prepotencia.

Las consecuencias de una u otra decisión, son exclusivamente nuestras. Como la Misericordia que todos los días derrama el Señor!

Oseias 4:1

Ouvi a palavra do Senhor, vós, filhos de Israel,

porque o Senhor tem uma contenda com os habitantes da terra,

porque não há verdade, nem benignidade, nem conhecimento de Deus

na terra.

Oseas 4:1

Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel,

porque Jehová contiende con los moradores de la tierra;

porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la

tierra.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA ENSEÑANZA

 

Un viejo y añorado maestro hablaba a propósito de la importancia de aprender, todos los días, un poco más sobre la Biblia.

Siempre fue un hombre directo, sin caer en el ejercicio de dejar sugeridos argumentos, que podían dar lugar a interpretaciones equivocadas.

Con ese estilo, una tarde inolvidable nos sorprendió con una afirmación. Se refirió a la humildad y a la importancia que tiene en la vida de los creyentes.

Pero dijo algo más: La humildad es un obstáculo casi insuperable cuando no está en el corazón de quién recibe la enseñanza.

Y agregó: Pero también la humildad es un obstáculo casi insalvable, cuando no está en el corazón de quien imparte la enseñanza.

Tanto en un caso como en el otro, la importancia de la humildad es tan grande, que la mayoría de las veces grandes maestros y aventajados alumnos, no llegan a la profundidad de la Palabra de Dios, por su falta de humildad.

Desde entonces, me aplico la enseñanza y oro para no ser vanidoso al enseñar y orgulloso cuando me enseñan.

Santiago 4:10

Humillaos delante del Señor,

y ÉL os exaltará.

Tiago 4:10

Humilhai-vos perante o Senhor,

e Ele vos exaltará.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ESPERAMOS O DESESPERAMOS?

Una frase del mundo asegura que quién espera, desespera!

Esta frase es una de las grandes verdades con las que se manejan quienes viven bajo la influencia mundana, dando como cierta una consecuencia del hecho de esperar.

Confieso que durante mucho tiempo, también hice mía esta afirmación, por la sencilla razón de que también formaba parte de mi realidad.

Creo que somos muchos lo que significa desesperarse cuando estamos esperando algo…cualquier cosa que sea, desde una respuesta hasta la compra de algo muy valioso.

Un día dejé de creer en esta frase y a entender que no se puede vivir de esta manera, bajo una casi permanente desesperación.

Por qué?

Porque desde nuestra humana condición, es natural y lógico que todos los días estemos esperando algo. Pero si seguimos viviendo como el mundo desea que vivamos, continuaremos así.

Cuando acepté a Jesús, comprendí el grave error que estaba cometiendo por desesperarme ante una espera. Casi, hasta lo consideré absurdo.

Cuando esperamos en Dios, lo hacemos con la confianza de que todo llegará y lo que llegue será lo mejor para cada uno de nosotros.

Entonces: Por qué desesperarnos?

Miqueas 7:7

Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación;

el Dios mío me oirá.

Miqueias 7:7

Eu, porém, esperarei no Senhor; esperei no Deus da minha salvação;

o meu Deus me ouvirá.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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