DEVOCIONALES: UNA DÉCADA

Este es el primer Devocional que publicamos el 8 de Septiembre de 2011.

¿Por qué nos olvidamos tan fácilmente que Dios nos ama? ¿Por qué nos olvidamos que somos sus hijos amados en quienes tiene complacencia? ¿No fue así como bendijo a su Hijo cuando fue bautizado por Juan el Bautista?

¿Por qué nos negamos la gracia de una bendición tan grande? Aprendamos a vivir! Tengamos confianza en que la misericordia de Dios se renueva cada día y eso vale para hoy 8 de Septiembre de 2011. Tengamos conciencia que ninguna circunstancia nos puede apartar de su Amor. Toda nuestra confianza la debemos depositar en nuestro Señor y Salvador. Él debe ser nuestra única certeza.

No lo olvidemos. Es necesario APRENDER A VIVIR!

Romanos 8:35

Diego Acosta

EL AMOROSO AMOR

DEVOCIONAL

Dios cuida de los suyos!

La primera vez que escuché estas palabras me provocaron una profunda conmoción, porque pensé: Cómo es posible que el Todopoderoso, cuide de cada uno de sus hijos?

Y esta es la impresionante realidad, que efectivamente ÉL cuida de cada uno de nosotros, aún en los detalles más simples que a veces torpemente llamamos los pequeños anhelos del corazón.

Creo que no alcanzamos a entender, como el Eterno, pueda tener un Amor tan grande, que ofreció a su Hijo por nuestra Salvación y que todos los días se preocupe por la vida de cada uno.

Precisamente en eso radica la diferencia: Dios es un Dios de Amor y no de muerte y nadie puede quitarle la vida a nadie en su nombre, porque sería mucho más que un crimen.

Doy gracias al Señor por su infinita Misericordia y por la protección que nos demuestra cada día. Aunque a veces me parezca normal lo cierto es que no merezco tanto Amor!

Judas 1:21
Conservaos en el amor de Dios,
esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo
para vida eterna.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

 

LA DISCIPLINA

EL ABUELO SALOMÓN

Los hijos siempre se quejan y a veces amargamente, cuando sus padres los reprenden. Seguramente no saben, que esa es una de las mejores demostraciones de amor que puedan recibir.

Los humanos concebimos el amor de los padres, con gestos de cariño, con regalos, con actitudes obsequiosas. Pero nos equivocamos totalmente pensando así.

Yo he reprendido a mis hijos porque los amo!

Si no fuera así, simplemente me hubiera desentendido de cualquier situación en las que debería haber actuado, para hacerles comprender sus errores.

El padre y la madre, son los que más sufren cuando deben disciplinar a sus hijos, porque por naturaleza, no deberíamos hacerlo. De allí la importancia que tiene la firmeza.

No me arrepiento de la disciplina que apliqué a mis hijos y espero qué en su madurez, siendo ellos son padres, tengan la misma visión de lo que significa el amor hacia ellos.

El padre que reprende con amor, evita que sus hijos sean corregidos con rigor, por cualquier persona del mundo.

Diego Acosta

 

 

VOLUNTARIOS EJEMPLARES

DEVOCIONAL

En circunstancias muy especiales he podido disfrutar del trabajo de voluntarios, que forman parte de varias entidades de la ciudad en donde vivo.

Tal vez se podrían emplear otros calificativos, pero disfrutar significa apreciar la actitud de muchas personas, que se han volcado a servir al prójimo.

Como es natural me resulta muy difícil saber si estas personas son o no son creyentes, si tienen a Dios en sus vidas, pero sí puedo afirmar que tienen amor o misericordia por el necesitado.

Muchas veces cuando pienso en ser voluntario, me imagino grandes obras y grandes servicios, pero estos hombres y mujeres, me han enseñado que acercar un vaso de agua es algo maravilloso.

En la práctica se entiende perfectamente cuando Jesús enseñó, que ayudando al Prójimo es como darle un vaso a agua a ÉL mismo, otorgándole sentido a la condición superior del Amor.

Los voluntarios están impartiendo una gran lección de solidaridad, una ejemplar manera de romper con el frío indiferente de una sociedad, que como todas solo piensa en sus propios problemas.

Gracias por el ejemplo y gracias por la ayuda para comprender que la vida del creyente debe enriquecerse sirviendo al Prójimo, como enseñó el Hijo del Hombre.

Mateo 25:35
Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis;

Mateus 25:25
Porque tive fome, e destes-me de comer;
tive sede, e destes-me de beber;
era estrangeiro, e hospedastes-me.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

OTRO MILAGRO MÁS…

DEVOCIONAL

Creo que por causa de mi incredulidad, Dios persevera generosamente en mostrarme las evidencias de su Majestad y de su Amor por los más débiles.

En un episodio francamente menor, clamé a su Autoridad para mejorar una situación que no era grave pero que me afligía.

Y así ocurrió.

De una manera imposible para la lógica humana y tras clamar por última vez, afronté la situación y con tremenda sorpresa y gran alegría comprobé una vez más el Poder del Eterno.

Lo que me afligía mejoró a pesar de mis dudas, lo que me hizo reflexionar acerca de lo que a veces pedimos al Señor y como su Misericordia se muestra obrando en nuestras vidas.

Nada hay más elocuente para quienes dudamos, que la evidencia del Poder del Altísimo que como viento recio borra todas las dudas y flaquezas y hace resplandecer su Majestad. Gracias y Gloria a ÉL por otro milagro más.

Efesios 6:10
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor,
y en el poder de su fuerza

Efésios 6:10   No demais, irmãos meus, fortalecei-vos no Senhor
e na força do seu poder.
 

Diego Acosta / Neide Ferreira

EL DIOS BUENO

DEVOCIONAL

Generalmente quienes se oponen al Eterno, le adjudican todos los males del mundo. El hambre, el dolor, las muertes brutales, las pestes y también los fenómenos naturales.

Esta lista de cuestiones que afectan a nuestra especie y a la propia Tierra, puede ser ampliada hasta límites insospechados.

Pocos son los que se detienen a pensar sobre esto. Por qué?

Creo que forma parte de nuestra naturaleza elegir siempre un culpable y si ese culpable no se puede defender de forma ostensible, la splución es perfecta.

Así como fue Adán y Eva fueron descargando su responsabilidad por haber pecado en el propio Dios. Tal vez por eso repetimos que el Creador es el culpable de nuestros males.

Olvidando que los pecados del mundo provocaron el Diluvio, porque el Altísimo nunca consentirá las malas obras, pero si tendrá Amor y Misericordia, el día que nos arrepintamos.

Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis.

Jeremias 29:11
Porque eu bem sei os pensamentos que penso de vós, diz o Senhor;
pensamentos de paz e não de mal,
para vos dar o fim que esperais

Diego Acosta / Neide Ferreira