ROMANOS, HOY

Iniciamos una serie de entregas sobre la Epístola a los Romanos, documento fundamental de la Doctrina de la Iglesia de Cristo.

Por los Designios de Dios, el mismo hombre que persiguió a quienes creyeron en el Mensaje de Jesús, fue elegido para recibir la revelación de lo que constituyen los fundamentos de nuestra FE.

Pablo hijo de fariseo y él mismo practicante del fariseísmo, alumno del maestro Gamaliel, convencido de la lucha contra los cristianos, vivió un notable llamado de Jesús para convertirse en un hombre fundamental del Reino.

La vida de Pablo es un poderoso aliciente para permanecer fieles a Jesús, confiando en cualquier circunstancia en su Poder y en la plenitud de su Mandato de amarnos los unos a los otros.

Con este trabajo, deseamos aportar con humildad y respeto, a la extensión del Reino de Dios!

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

Adopción: ¿Sí o no?

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Cuando nació mi tercera hija, mi hermana me dijo: adopta un niño. Yo pensé: no tengo corazón adoptivo, amo a mis hijas y estoy feliz de que sean chicas. No sería capaz de adoptar un niño, ¿ysi llegará el día en el que yo lo rechazase?

Los años pasaron, mis 3 hijas crecieron y se volvieron mujeres preciosas, madres a su vez de hijos. Toda una alegría. Pero Dios tenía más para enseñarme.

Ya con 55 años, cuando pensé que no tendría más hijos, Dios me regaló dos chicas preciosas (sí, chicas también, ¡Pobre marido!) y me enseñó una cosa que ya sabía, pero que no conocía de esa manera: el corazón adoptivo de Dios Padre. El otro día, pasando por la ciudad donde ellas nacieron, intenté buscar en mi mente a las chicas que habían vivido allí, pero no las encontré. No podía identificar a mis hijas con aquellas niñas; no eran las mismas, eran otras. Ellas se parecen a mí: tienen la misma forma de pensar, de arreglar la casa, de cocinar y el mismo comportamiento ¡Tienen la misma identidad! Y fue ahí donde Dios me habló acerca de “su corazón adoptivo’’. Me emociono cuando lo pienso y hablo de ello.

Cuando Dios nos envió a Jesús fue para que aprendiésemos y nos convirtiésemos en sus iguales. Para que volviésemos a ser sus hijos. Para que nos identificaremos con él en su comportamiento,manera de hablar, de pensar, de actuar… en todo. Porque Jesús vino para romper con la ley, para que pudiésemos volver a tener acceso directo a nuestro padre, al Abba, en intimidad con él.

“ (…) Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo (…) De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre’’.
Gálatas 4:3-7, 31
La imagen que me vino a la cabeza es: Dios nos ha recibido, nos ha puesto en su regazo y hadicho: no sé quien eras, pero sí sé quien eres.
Adopción; hoy entiendo esto.
Muchas veces, nosotros, por haber experimentado problemas de relación y aceptación connuestros padres biológicos (cosa mucho más común de lo que pensamos) medimos nuestrarelación paterna con Dios en esta misma medida. Por lo que no sabemos ser aceptados, nosabemos confiar sin miedo, no sabemos entregar y hablar con nuestro padre, nuestro Abba,como conviene. Como Dios es un Padre que conoce a sus hijos, en lo más íntimo. Él haprovidenciado al Espíritu Santo para enseñarnos esto. Dios ha enviado a su hijo para rescatar esta intimidad. Dios quiere restablecer esta relación con nosotros.
La mayor prueba de intimidad que tuve con mis dos hijas fue cuando, un Domingo por lamañana, ellas vinieron a mi cama y se acogieron en mi intimidad, sin miedo, sabiendo queserían aceptadas y nunca rechazadas. Dios había cambiado mi corazón no adoptivo en uncorazón entregado a ellas como con las otras tres.Si Dios me ha hecho entender eso dentro de mi corazón, ¿puedes imaginarte como él quiererelacionarse con nosotros? “Una diminuta mota de polvo como yo“, tal como diría el cantante.
Déjate ser “adoptado“ por Dios y recibe la libertad con la cual el te libertó y te hizo hijo de lalibre, y no más de la esclava. Sé libre de entrar en la presencia de tu padre y de derramartedelante de él, sin miedo a ser rechazado. Conoce esta libertad en el amor de tu padre, del Abba. Conoce el corazón adoptivo de Dios y vive este amor sin comparación, sin medida, de un padre para con su hijo. De Dios Padre, Abba, para contigo, su hijo adoptado a través de Jesús.

Elié Ferreira.

www.septimomilenio.com

CONSTANTINO SE CONVIERTE

HACIENDO MEMORIA – CMXXXVIII

27 de Octubre de 312

Durante el transcurso de la batalla de Monte Milvia, el que sería luego el emperador Constantino formula una importante revelación.

Anunció que vio las dos primeras letras del nombre de Cristo en idioma griego. Sus soldados también tuvieron la misma visión.

Como consecuencia de este acontecimiento, Constantino se convirtió al cristianismo, luego de vencer a su adversario Magêncio, en la lucha por consagrarse la máxima autoridad del imperio romano.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

HABLAR ES PLATA, CALLAR ES ORO

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Santiago 3:5-6
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Era un experto en repetir las habladurías que llegaban a sus oídos. “Lo malo no es, dijo el maestro, que las repitas, sino que cada vez lo hagas con mayor maestría”.
La lengua es un miembro pequeño, pero puede mucho. Es cierto, con la lengua damos vida o matamos, ponemos alas en el otro o lo hundimos. La palabra es creativa o destructiva, según se la use.
Una palabra agradable, dicha en el momento oportuno, ilumina toda la existencia y ayuda a caminar. La palabra sabia orienta; la palabra cariñosa levanta y da ánimo; la palabra amorosa es fuente de energía y de bendición. Basta una sola palabra de vida para que la sanidad ocurra al instante en quien la escucha.
Basta, sin embargo, una palabra hiriente para que el veneno del odio y el resentimiento aniden en el corazón. Basta una sola palabra para crear discordia, para destruir una vida, para matar el amor.
Hablar es muy fácil; saber callar ya es algo más serio, requiere prudencia y dominio. Saber hablar a tiempo, en el momento oportuno, es salvación para quien necesita esa palabra de vida; saber callar cuando la otra persona no está preparada para recibir un consejo o un reproche, es sabiduría que no tiene precio.
De la vida de Cristo me llama la atención, precisamente, el uso que hace de la palabra. Fue sincero, leal, acostumbrado a llamar a las cosas por su nombre. Llamó al pan, pan y al vino, vino. Con sencillez enseñó a los discípulos a decir sí o no, según lo exigía la pregunta.
La palabra del Maestro fue amable, penetrante y convincente. Con ella, sanaba, levantaba, animaba y bendecía. Pero también con su palabra denunciaba la ceguera, la hipocresía, el mal. Él supo hablar para hacer el bien y supo callar ante las infamias y atropellos que le hicieron. Con su palabra encendía corazones y con su silencio desconcertaba al enemigo.
¿Cómo usamos la palabra?
Hay muchas personas que usan la lengua para hablar orgullosamente de sí mismos y mal de los otros. Hay quienes, como víboras, cada vez que abren su boca, arrojan veneno y muerden a los demás. Pero también lo hay que usan la palabra para consolar, para restituir la fama de los otros, para aclarar chismes, para hablar bien del prójimo y mejor aún de Dios.
Si esto sucede con el hablar, lo mismo acontece con el callar. Hay personas que callan por cobardía, por quedar bien, por no comprometerse. Hay personas que tienen la obligación de hablar, de denunciar la injusticia y la opresión, y callan e imponen, a su vez, un silencio sepulcral a los demás. Hay personas que se pasan toda la vida callados, simplemente por miedo, por cobardía, porque es más fácil, porque no tienen nada que decir. Sin embargo, los hay valientes que callan ante los defectos del hermano o cuando hablan bien de sí mismos o cuando son calumniados e injuriados.
Es importante aprender a hablar y a callar. Es una asignatura pendiente que tenemos todos los humanos.

Proverbios 16:23-24
23 El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.

24 Panal de miel son los dichos suaves;Suavidad al alma y medicina para los huesos.

Proverbios 17:27-28
27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.
28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.

Pr. José Gilabert

www.septimomilenio.com

REFUGIO…!

En los momentos difíciles, es cuando siguiendo un impulso natural buscamos un refugio, para apartarnos del peligro.

De esta manera enfrentamos la adversidad, buscando un lugar que sea propicio para evitarnos males, pesares y no caer en el miedo.

Unos encuentran ese refugio en su propio orgullo, en su fortaleza física. Otros, en la proximidad de otras personas o consumiendo productos que nos hagan olvidar lo que ocurre a nuestro alrededor.

De todos quienes toman esta clase de decisiones, solamente aciertan quienes elevan la mirada por encima de las circunstancias y buscan a Jesús.

El Hijo del Hombre es el Único y Verdadero Consuelo!

Nadie como ÉL para cobijarnos, para darnos aliento y estímulo para superar cualquier momento difícil, por grande que sea el problema, por tremendas que sean las situaciones que enfrentemos.

Jesús será el Verdadero Refugio! Siempre!

1 Corintios 10:4

Y todos bebieron la misma bebida espiritual;

porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

1 Coríntios 10:4

E beberam todos de uma mesma bebida espiritual,

porque bebiam da pedra espiritual que os seguia; e a pedra era Cristo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

PONIENDO LA MIRADA ARRIBA

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Colosenses 3.1–2
1:Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2:Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

¿Has tratado alguna vez de hacer una hilera de pisadas perfectamente rectas en la nieve? ¡No es nada fácil! Ante este reto, la mayoría de las personas caminan de manera calmada, mirando hacia abajo y concentrándose intensamente en los pies. Siempre que alguien enfrenta este reto mirando hacia abajo, puedes estar seguro de que no lo logrará. Cuando caminamos mirando nuestros pies, no tenemos idea de adonde estamos yendo, porque la experiencia se centra totalmente en nosotros mismos. No hay ninguna perspectiva, porque no podemos ver el resto del entorno. No hay un foco verdadero, ya que la referencia de cada pisada es nuestra pisada anterior. Nosotros no nos vemos a nosotros mismos como parte de un entorno mayor. Por tanto, por más que lo intentemos, simplemente nos moveremos sobre la nieve sin tener un norte. La única manera para hacer una hilera de pisadas rectas es, literalmente, olvidarnos de los pies. El secreto es mirar hacia delante en línea recta fijando la vista en un poste o un árbol caído que esté a lo lejos. Luego, con la mirada puesta en ese objetivo, comencemos a caminar. Si fijamos nuestros ojos en algo que nos quede lejos, nos mantendremos caminando siempre en la dirección correcta. Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Si vivimos concentrados en nosotros mismos, no veremos todo el panorama y, sin duda alguna, nos moveremos sin un rumbo fijo.
Necesitamos tener los ojos puestos en algo más inspirador que las circunstancias en las que nos encontramos. Quizás sea el cumplimiento de una Palabra que el Señor nos dio. Quizás sea la realización de una visión que recibimos. O bien podría ser la finalización de un proyecto en nuestras vidas que hará que veamos la Gloria de Dios. Sea cual sea el tema, esto nos inspirará y animará a seguir adelante cuando ya las fuerzas parezcan desvanecerse.
Pero, cuando nos enfocamos más allá de nosotros mismos, fijando nuestros pensamientos y nuestros ojos espirituales en Jesús y Su Voluntad, podemos confiar en que nuestro camino será recto. No nos desviaremos y estaremos seguros en cada paso que demos. ¡Haz la prueba!
Isaías 26:3
«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.»

Pr. José Gilabert

www.septimomilenio.com

QUAL A MARCA QUE VAMOS DEIXAR?

 

  CONGREGAÇÃO  SÉTIMO MILÊNIO

Que número de sapato você usa?

Se tem uma coisa que deixamos nossa marca é no sapato.

Posso usar o mesmo número que você mas meu pé tem um formato diferente do seu, dificilmente um pé é igual ao outro. Minhas 5 filhas usam números diferentes e algumas parecidos, mas o formato do pé delas é diferente, uma tem o pé tortinho para fora, outra tem joanetes, outra dedão alto, outra número pequeno e outra pé gordinho. Então quando elas pisam deixam a sua marca.

Qual é a marca que deixamos quando passamos?

Hoje pela manhã li um versículo que me impactou, como sempre.

«Se sobre ele manejares a tua ferramenta, profaná-lo-ás.” (Êxodo 20.25)

O altar era construído com pedras toscas, sem marca de nada nem de ninguém, não se podia ver a “marca registrada” do fabricante, nem de quem tinha trabalhado nele. Ninguém poderia relacionar aquele altar a uma pessoa mas somente com o “por quê e para quem” ele era edificado.

Nós muitas vezes queremos deixar a “nossa marca” na vida das pessoas, ou no que Ofazemos, ou como falamos de Deus, ou como vivemos.

Se seguimos o que Paulo falou: “não vivo eu mas Cristo vive em mim”, qual a marca que vamos deixar? Quem refletimos quando olham para nós?

Se queremos que nos vejam e reconheçam nosso modo de vida, que nos valorizem como “cristãos”, que nos elogiem e atribuam as “boas obras”, deveríamos parar e reavaliar nossa “construção do altar/igreja/eu”.

– O incenso está sendo queimado para nós mesmo?

– As pedras estão sendo colocadas segundo meu entendimento e querer?

– A oferta que vou colocar é para agradar a nós mesmo?

A marca do nosso pé, da nossa vida deve ser aquela que tenha o tamanho e formato exato do “pé” de Deus, da Sua palavra, do Seu amor, da Sua vontade. Para que possamos refletir isso, Ele nos deu uma manual de instrução que deve ser consultado antes de tudo e diante de qualquer dúvida ou questionamento.

Quando eu tinha uns 16 anos li um livro que foi muito importante na minha vida toda (já são 43 anos passados, kkkk) “Em teus passos que faria Jesus?” – esse livro foi dirigido a um grupo de jovens de uma igreja, eles foram desafiados a antes de fazer qualquer coisa pensar nisso: que faria Jesus agora? Como Ele agiria? Como Ele falaria? Atualizando: o que Ele postaria nas redes sociais? Que “influencers ou bloggers ” Ele seguiria? Qual seria seu status?

Quero desafiar você que está lendo isso a pensar durante 1 mês inteiro, antes de tomar decisões, aceitar convites, seguir alguém nas redes sociais, postar alguma foto ou comentário ou no seu comportamento diário a pensar: Que faria Jesus agora? Como Ele agiria?

Desafio:

– Que seu altar/igreja/você, tenha a marca de Cristo.

– Que quando alguém olhar para você não veja mais um, mas veja um reflexo dAquele que criou você e que anda segundo o “Manual de instruções de sobrevivência – a Bíblia“ que Ele nos deu.

Vamos viver e ser conforme o que Ele nos chamou e projetou para que fossemos = iguais a Ele.

Viver em Espírito e em Verdade!!

“Calçados os pés na preparação do evangelho da paz” – Efésios 6:15

Elié Ferreira

www.septimomilenio.com

DEPENDER…?

De quién dependemos?

De nuestra fuerza de voluntad?

De nuestra propia energía?

De nuestra capacidad?

Y con qué resultados?

Si dependiéramos de Jesús, no hablaríamos de resultados sino de una vida con el Propósito de servir y por tanto, una vida Plena y sin temores!

Colosenses 2:8

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Colossenses 2:8

Tende cuidado para que ninguém vos faça presa sua, por meio de filosofias e vãs sutilezas, segundo a tradição dos homens, segundo os rudimentos do mundo e não segundo Cristo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com