mentira 3septimomilenio

MENTIRIJILLAS

En algunos países se utiliza el término mentirijillas, con la idea de que son mentiras, pero pequeñas, irrelevantes, para no ser tenidas en cuenta.

Esta justificación está muy extendida en su uso, porque es una forma de decir mentiras sin que ser condenado ni enjuiciado por eso.

Esta forma de pensar siempre me preocupó, porque me recordaba otra expresión igualmente peligrosa: mentiras piadosas.

Esta cuestión me fue aclarada por un añorado maestro, que me puso el siguiente ejemplo: Si Ud. me roba una moneda del valor que sea, me está robando.

Si, por supuesto!

Y si me roba un millón de monedas?

También lo estoy robando!

Pues esa es la explicación. La mentira será siempre mentira aunque la llamemos piadosa o mentirijilla.

Dios no admite la mentira y nos recuerda quién es su padre.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;

nadie viene al Padre, sino por mí.

João 14:6

Disse-lhe Jesus: Eu sou o caminho, e a verdade, e a vida.

Ninguém vem ao Pai senão por mim.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

olivo septimomilenio

MIEDO…?

Creo que todos podemos recordar a personas que teniendo grandes dones y talentos, tienen dificultades para ponerlos en acción.

En que radica el problema?

Tal vez en el miedo que tienen de que alguien les arrebate aquello que es de ellos, aquello que creen que es uno de los grandes logros de su vida.

Comprendo esta situación porque en los primeros años de convertido, albergaba un sentimiento parecido con relación a mi lugar en la congregación.

Es más: Tenía un fuerte miedo a que ese lugar que ocupaba y que tanta alegría y vanidad me producía, pudiera ser entregado a otro miembro de la Iglesia.

Comprendo esto que hacía, porque a pesar de mis afirmaciones, todavía no tenía en mi corazón la idea de que la más grande obra que podemos hacer los hijos de Dios…es servir.

Como sirvió Jesús!

Todo lo demás carece de importancia, porque los títulos y los honores son tan temporales como los hombres que los otorgan.

El único miedo que debemos de tener, es a perder la honra que solo el Eterno concede!

Jueces 9:9

Mas el olivo respondió:

¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los

hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?

Juízes 9:9

Porém a oliveira lhes disse:

Deixaria eu a minha gordura, que Deus e os homens em mim prezam,

e iria a labutar sobre as árvores?

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

TROPIEZO septimomilenio

EL RIESGO

Según pasan los años y me voy acercando a ese tiempo indefinible que es la vejez, me sigue preocupando no convertirme en piedra de tropiezo para nadie.

Quizás la forma más fácil de caer en esa situación, sea la de confiar en mi propia sabiduría, pensando que domino, lo que creo ningún hombre puede llegar a dominar.

El conocimiento de la Palabra de Dios supone no solamente años y años de estudios, sino también años y años de revelaciones.

Es decir: A todo lo que podamos haber aprendido, le debemos agregar lo que por Gracia podamos haber recibido para el discernimiento de los Tesoros ocultos de la Biblia.

Estos pensamientos se originan cuando advierto con cuánta ligereza, muchos hombres jóvenes se atribuyen un nivel de sabiduría, que seguramente en la vejez los avergonzaría.

El proceso debería ser al revés o al menos trato de aplicarlo en mi caso. Cuánto más conocimientos tengo, más aumenta mi certeza de que lo que ignoro es mucho mayor.

Es grave confundirnos. Pero más grave en confundir y enseñar erradamente al prójimo.

1 Pedro 2:8

ES – y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,

porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes;

a lo cual fueron también destinados.

PT – e uma pedra de tropeço e rocha de escândalo,

para aqueles que tropeçam na palavra, sendo desobedientes;

para o que também foram destinados.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

trabajo2 septimomilenio

TRABAJO…!

Hay quienes se quejan constantemente del esfuerzo que deben realizar para lograr el sustento para sí y para su familia.

Creo que son los mismos que tienen una apasionada visión por la libertad de vivir como si fuéramos la autoridad suprema de nuestra existencia.

Es decir: La queja se origina cuando no podemos hacer lo que nos parece bien o como nos plazca. Entonces reaccionamos con disgusto.

Pero, hemos pensado por qué el hombre debe ganar su sustento con esfuerzo?

Fuimos Creados hombre y mujer para tener control sobre la tierra, para ser sus mayordomos, con responsabilidades concretas sobre todos nuestros hechos.

Pero, un día nos rebelamos contra Dios!

Yo me rebelé contra Dios? Cuando?

Acaso yo nací junto con Adán y Eva?

Dolorosamente la respuesta es afirmativa, como ocurre casi siempre que me debo enfrentar con la realidad originada por mis pecados, por mis iniquidades.

Cada vez que peco, estoy en rebeldía con el Eterno. Y estoy haciendo lo mismo que hicieron los padres de la especie.

Por tanto, no debo quejarme por el esfuerzo para lograr el pan de cada día. Debo quejarme de mi obstinada forma de vivir, sin aceptar el Orden Superior del Todopoderoso.

Génesis 3:19

Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,

porque de ella fuiste tomado;

pues polvo eres, y al polvo volverás.

Gênesis 3:19

No suor do teu rosto, comerás o teu pão, até que te tornes à terra;

porque dela foste tomado,

porquanto és pó e em pó te tornarás.

Diego Acosta / Neide Ferreira

jesus septimomilenio

NO POR MÍ…!

Primero con asombro y luego con dolor, escuché un comentario acerca de una frase que estaba escrita en un cuadro: Jesús murió por las personas del mundo, pero no por mí!

Categórica manifestación en contra de la Gloriosa Obra de la Cruz, de un significado tan importante que determinó la historia de la humanidad.

Ante esta clase de actitudes, he aprendido a no reaccionar con rigidez, sino a pensar bien lo que era capaz de expresar.

No me cabe ninguna duda que cada uno de nosotros, puede tomar las decisiones que crea conveniente, esa es la libertad que nos ha dado el Eterno.

Admitiendo esto, creo también en la libertad que tengo y que tenemos de oponernos a esta forma de pensar y de decidir.

Negar a Jesús y su Obra Redentora, también me produce una profunda pena, porque es una forma de negarse a uno mismo lo mejor para su propia vida.

No sé quién es o quienes son los autores o los que participan de la idea de esta frase, pero pienso en ellos con Amor y Misericordia. Para que vean la Luz ante de caer definitivamente en las tinieblas.

Mateo 10:33

Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres,

yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

Mateus 10:33

Mas qualquer que me negar diante dos homens,

eu o negarei também diante de meu Pai, que está nos céus

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

hablar septimomilenio

HABLAR

Hay situaciones en las que deseo esconderme para no tener que enfrentarlas. Pero tengo claro que esta postura es indigna de alguien que se llama hijo de Dios.

Esas situaciones son las que se generan cuando luego de orar tenemos en nuestro interior la certeza, de que debemos de hacer algo.

Y en eso radica el problema. Debemos hablar, aún cuando pensemos que nos pueda perjudicar el tema, que quién reciba nuestras palabras se pueda disgustar o que no nos convenga socialmente.

Todas cuestiones que reconozco, no tienen nada que ver ni con el Amor ni con la Misericordia, que enseñó Jesús para que cambiemos nuestro modo de vivir.

Tengo el convencimiento de que debo obrar y hablar, sabiendo que el Espíritu Santo pondrá en mi boca las palabras adecuadas para cada momento.

Sabiendo todo eso, no hablar significaría negar mi fidelidad al Señor, ignorar sus Mandamientos y ser esclavo de mi propia cobardía.

Ezequiel 33:6

ES – Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta,

y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a

alguno,

éste fue tomado por causa de su pecado,

pero demandaré su sangre de mano del atalaya.

PT – Mas, se, quando o atalaia vir que vem a espada, não tocar a

trombeta,

e não for avisado o povo; se a espada vier e levar uma vida dentre

eles,

este tal foi levado na sua iniquidade,

mas o seu sangue demandarei da mão do atalaia.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

guatemala septimomilenio

DONDE…?

A veces la preocupación por no saber donde evangelizar es un pretexto para seguir sin hacer nada.

Donde?

Donde esté nuestro prójimo.

Donde sea peligroso.

Donde nadie quiera ir.

Donde nadie nos escuchará.

Donde nadie nos verá.

Donde seremos repudiados.

Ahora sé dónde ir!

 

Mateo 28:19-20

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,

bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;

y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Amén.

Mateus 28:19-20

Portanto, ide, ensinai todas as nações,

batizando-as em nome do Pai, e do Filho, e do Espírito Santo;

ensinando-as a guardar todas as coisas que eu vos tenho mandado;

e eis que eu estou convosco todos os dias,

até à consumação dos séculos. Amém!

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

reloj septimomilenio

EL PRESENTE

 

Las cuestiones personales son buenas para explicar algunas situaciones y también para poner en evidencia, como son de errados mis comportamientos.

Desde hace algunos años venía sugiriendo-pidiendo que mis más cercanos afectos, me regalaran un nuevo reloj, pero sin lograr ningún resultado.

El argumento era tan sólido como irrebatible: El que tengo a pesar de tener más de diez años de uso, funciona admirablemente bien.

A pesar de su poco valor, su calidad es asombrosa. Así que a pesar de mi insistencia, no obtuve ninguna respuesta, ni siquiera para el tiempo de mis aniversarios.

Llegué a pensar que no era el Propósito del Señor, que tuviera un reloj nuevo como anhelaba y poco a poco fui descartando la idea.

Pero cuando entregué esta cuestión ante la Soberanía de Dios, ocurrió un milagro: Un día, sin venir a cuento de nada, un amigo me dijo que me entregaba el reloj que estaba usando.

Me negué rotundamente y le me contestó: Me lo debes aceptar, porque anoche el Señor me dijo que te lo entregara. Finalmente lo acepté porque creí totalmente en esa afirmación.

Ahora me queda agradecer a Dios y a su instrumento por el regalo. Y también pedir perdón por la insistencia por tener algo que solamente estaría en mis manos, por una Gracia del Eterno.

Mateo 6:26

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en

graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.

¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Mateus 6:26

Olhai para as aves do céu, que não semeiam, nem segam, nem

ajuntam em celeiros; e vosso Pai celestial as alimenta.

Não tendes vós muito mais valor do que elas?

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

viejo septimomilenio

POR VIEJO…

Un respetado autor y cantante hizo una reflexión tan plena de sabiduría, que me recordó uno de los grandes mandatos de la Biblia.

Dijo el intérprete que la sociedad de nuestros tiempos exalta a los jóvenes porque son los que generan dinero y con los que se gana dinero.

Por el contrario, la misma sociedad margina a los mayores porque no tienen ese poder adquisitivo y por tanto carecen de interés.

El argumento fue dicho con gran sencillez y hasta diría que con una cierta elegancia, por lo que la dureza de su profundidad quedó reservada para la conciencia de cada uno que lo escuchó.

Cruel pero verdadero!

Quizás, completando la reflexión se pueda preguntar, que siendo lo expuesto una gran verdad, que pasará con una sociedad que margina a los mayores por la simple razón de que son viejos y que casi no tienen dinero?

La Palabra de Dios es tan drástica como elocuente!

Quién margine a los mayores se expondrá a un rigor impensable, tan grande como será bendición para quién los cuide.

Éxodo 20:12

 Honra a tu padre y a tu madre,

para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Êxodo 20:12

 Honra a teu pai e a tua mãe,

para que se prolonguem os teus dias na terra que o Senhor, teu Deus, te dá.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com