JESÚS AYUNA EN EL DESIERTO

El Hijo del Hombre inicia el Plan de Salvación para la especie humana.

MATEO 4:1 Jesús es llevado por el Espíritu para ser tentado por Satanás. Dios en sí mismo nunca es el ejecutor de la tentación, como lo enseña Santiago 1:13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.

MATEO 4:2 Jesús durante 40 días estuvo sin comer ni beber, como también lo estuvo Moisés en el Monte Sinaí, Deuteronomio 9:9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua.

Elías también ayunó por un tiempo semejante, 1 Reyes 19:8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

El número 40 es significativo en otros pasajes del Antiguo Testamento o Antiguo Pacto: Números  14:33-34 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.

Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.

Números 32:13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.

Jesús al cabo de los 40 días tuvo hambre, cosa natural porque siendo Dios también era hombre, nacido de mujer.

Estaba por comenzar la obra de Satanás en su intento de hacer pecar a Jesús. Tal y como hace todos los días, con cada uno de nosotros.

Diego Acosta

LAS LEYES HUMANITARIAS

DEVOCIONAL

En el Libro de Deuteronomio, podemos aprender las normas que Jehová dio a los hombres, en el pasaje que se conoce como las Leyes Humanitarias.

Normas que tienen miles de años, pero que siguen teniendo vigencia espiritual, porque de ellas se puede aprender a obrar según lo que Dios ha establecido.

Una de esas normas establece que quién entre en un viñedo, podrá comer hasta saciarse, pero no podrá poner un solo racimo en su  cesta.

Con el mismo criterio se enseña para que quienes entren en un plantío de trigo, puedan recoger las espigas con sus manos, pero no utilizar la hoz para cegarlas.

Son principios que pueden sorprender por en estos tiempos, pero de obligatorio cumplimiento, cuando hablamos de lo que tenemos y de cómo podemos ayudar al Prójimo necesitado, con lo que el Eterno nos ha dado.

Deuteronomio 23:24-25
Cuando entres en la viña de tu prójimo,
podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto.

Cuando entres en la mies de tu prójimo,
podrás arrancar espigas con tu mano;
mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

Deuteronômio 23:24-25
 Quando entrares na vinha do teu próximo,
comerás uvas conforme o teu desejo até te fartares,
porém não as porás no teu vaso.
Quando entrares na seara do teu próximo,
com a tua mão arrancarás as espigas,
porém não meterás a foice na seara do teu próximo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

MOISÉS EXHORTA A LA OBEDIENCIA

El Patriarca nos exhorta a ser fieles a Jehová
porque en ello está la Sabiduría y la inteligencia.
También nos exhorta a guardar nuestra alma,
para que no olvidemos los milagros que hemos visto
y para que enseñemos todo a nuestros hijos
y a los hijos de nuestros hijos.
EN ESTE DÍA