DE LIMPIO CORAZÓN
nuestro cuerpo del esfuerzo
y prepararnos para los largos meses del trabajo.
Pero seamos sabios y no convertir este tiempo en locura,
de la que nos arrepentiremos.
Diego Acosta – ANTIVIRUS
Jesús nos enseñó en la sexta Bienaventuranza
cuál era la única condición para ver al Padre:
Tener limpio corazón,
viviendo en santidad
y alejados de la contaminación del mundo.
Diego Acosta – MENSAJE
Ha vuelto a recrudecer la acción
de los falsos profetas de la prosperidad
buscando engañar, confundir, destruir
lo que verdaderamente se enseña en la Palabra de Dios.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
Las altas temperaturas que se están registrando,
son desconocidas en la historia del planeta.
Organismos internacionales formularon este anuncio,
en medio de la preocupación por el futuro.
Y la Mayordomía?
Diego Acosta – ANTIVIRUS
EL ABUELO SALOMÓN
En cierta ocasión me encontré casi en la necesidad de hacer una especie de recuento relacionado con mis amigos. Y me llevé una gran sorpresa.
Estaba ante una situación complicada y me hice un listado imaginario y resultó que las personas a las que consideraba mis amigos, por diferentes razones no eran tantos como me había imaginado.
Y ahí descubrí la diferencia que existe entre amigos y conocidos. Gente con las que tenía trato, eran bastantes, pero aquellos a los que podía abrir mi corazón muy pocos.
A tal punto llegó esta especie de análisis desapasionado, que en mi mente comenzó a perfilarse la idea de que me había equivocado en mi planteamiento.
No tengo en realidad, prácticamente a nadie a quién considerar verdaderamente mi amigo. Y esto me llenó de tristeza, porque no pude encontrar con quién compartir mis momentos de dudas.
O a lo mejor, me había equivocado a quién debía buscar.
Diego Acosta
Jesús dejó establecido que ÉL
es el único Mediador, Intercesor,
ante el Dios Padre,
y que nadie llega a ÉL sino a través suyo. Por eso oramos pidiendo en su Nombre.
Diego Acosta – MENSAJE
Es tiempo de comenzar a enfrentar al enemigo
y debemos hacerlo enseñando
a nuestros hijos sobre la Verdad,
quién la proclamó
y quién nos dió el Mandamiento del Amor.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
EL ESPÍRITU SANTO
Integra la Santísima Trinidad, junto al Padre y al Hijo. Comparte la condición de Eterno y es fundamental en la vida de los seres humanos.
En el Nuevo Testamento, la palabra griega pneuma identifica al Espíritu y lo ubica en una relación especial con el alma. Pero es por el Espíritu, que los hombres nos podemos relacionar con Dios.
Pablo en su Carta a los Romanos en el capítulo 8 versículos 14-16 nos enseña: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
El Espíritu tiene el Poder de iluminar nuestra alma y también de vivificarla divinamente. Por tanto el Espíritu debe prevalecer en todos nuestros hechos como seres humanos.
Pablo en su Carta a los Efesios en 4:29 nos enseña: ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
El Espíritu es el Consolador prometido por Jesús antes de su partida para sentarse junto al Padre en el Trono de la Gloria. De allí la importancia que tiene el glorioso cumplimiento de esta promesa en Pentecostés.
El propio Jesús nos dejó una severa advertencia sobre el Espíritu, en Mateo 12:32: A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
Hasta aquí hemos cumplido un pequeña parte del propósito, de que no perezcamos por falta de Conocimiento.
Diego Acosta
LA OTRA MEJILLA
EL Hijo del Hombre siguió en el llamado Sermón del Monte, abordando una de sus más conocidas enseñanzas que ha perdurado a través de los siglosMATEO 5:39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. La cuestión expresada por Jesús tiene múltiples enfoques.
El que podríamos llamar coloquial, explica que en aquellos tiempos un golpe en la mejilla, era considerado como la mayor de las ofensas personales.
La alusión al que es malo, está relacionada con cualquier persona a la que podamos llamar nuestro enemigo, en todos los órdenes de la vida.
Es obvio que este concepto no es de aplicación a los delitos punibles por la justicia, como pueden ser los crímenes o a las confrontaciones militares.
En el Antiguo Testamento, encontramos referencia a lo expresado por el Príncipe de Paz, en Samuel 22:36, aludiendo al cántico de David a Jehová dando las gracias por su ayuda frente a sus enemigos: Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido.
El propio rey de Israel, hace mención de su agradecimiento en términos muy similares en el Salmo 18:35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido.
Pablo, en su Carta a los Colosenses 3:12 amplia la idea expresada por Jesús: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia
Diego Acosta