ACEPTAR MALOS CONSEJOS

DEVOCIONAL

Cuántas veces habremos escuchado palabras de advertencia sobre malas compañías o los malos consejos?

Muchas seguramente, pero lo que resulta sorprendente es que no siempre esas palabras fueron atendidas y prevaleció lo que tenemos de soberbios y prepotentes.

El joven rey Roboam, desechó los consejos de los ancianos y no cumplió el Mandato que había recibido de su padre Salomón de cuidar al pueblo de Israel, haciendo todo lo contrario.

Es necesario comprender que los consejos de los jóvenes no eran malos por causa de sus edades, sino porque buscaban ser duros con el pueblo que gobernaban.

El resultado fue que a causa de estos malos consejos y por haberlos escuchado, Roboam apartó a Israel de la Casa de David y rompió la unidad nacional.

Cuántas veces por un mal consejo hemos tenido frutos amargos?

2 Crónicas 10:16
Y viendo todo Israel que el rey no les había oído,
respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David?
No tenemos herencia en el hijo de Isaí. Israel, cada uno a sus tiendas!
David, mira ahora por tu casa!
Así se fue todo Israel a sus tiendas
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

LA DESPEDIDA

DEVOCIONAL

En horas muy amargas un creyente, ha dejado un maravilloso ejemplo de fe y de confianza en el Señor, al aceptar la muerte de su joven esposa.

Quienes fuimos conmovidos por su desaparición, nos sentimos reconfortados con el mensaje de su esposo, mostrando como obra el Consuelo maravilloso del Espíritu en la vida de las personas.

Resulta conmovedor comprobar como el esposo consoló a quienes estábamos muy tristes y pesarosos, por la desaparición de la que fue su amada compañera.

Este ejemplo debe alentarnos a buscar al Dios Todopoderoso, para saber que sus designios son inescrutables y para aceptarlos aunque sean dolorosos e incomprensibles para la mente humana.

En la hora del dolor solo el Eterno puede darnos el Consuelo y el aliento, porque es una expresión de su Amor sobre nuestras vidas y de su Misericordia en la hora de una pérdida irreparable.

Nos alienta el mensaje de fe de un joven esposo y la certeza del reencuentro cuando nos llegue la hora de estar frente al Trono de la Gloria.

Salmo 94:22
Mas Jehová me ha sido por refugio,
y mi Dios por roca de mi confianza.

Diego Acosta / Neide Ferreira