La Biblia 2 4

LABIBLIA – 1 Juan 5

“El triple testimonio del Padre, el Verbo y el Espíritu, nos debe dar para creer que el Hijo de Dios tiene la vida”.

1  Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.

Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.

Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.

10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

16 Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.

17 Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.

18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

21 Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

www.septimomilenio.com

A Bíblia3

4- A BÍBLIA – 1 Juan 3:1-24

“Sendo filhos de Deus, devemos distanciar-nos do pecado, amar ao próximo e ser fiéis a Jesus Cristo”.

1 Vede quão grande amor nos tem concedido o Pai: que fôssemos chamados filhos de Deus. Por isso, o mundo não nos conhece, porque não conhece a ele.

Amados, agora somos filhos de Deus, e ainda não é manifesto o que havemos de ser. Mas sabemos que, quando ele se manifestar, seremos semelhantes a ele; porque assim como é o veremos.

E qualquer que nele tem esta esperança purifica-se a si mesmo, como também ele é puro.

Qualquer que pratica o pecado também pratica iniquidade, porque o pecado é iniquidade.

E bem sabeis que ele se manifestou para tirar os nossos pecados; e nele não há pecado.

Qualquer que permanece nele não vive pecando; qualquer que vive pecando não o viu nem o conheceu.

Filhinhos, ninguém vos engane. Quem pratica justiça é justo, assim como ele é justo.

Quem pratica o pecado é do diabo, porque o diabo vive pecando desde o princípio. Para isto o Filho de Deus se manifestou: para desfazer as obras do diabo.

Qualquer que é nascido de Deus não vive na prática do pecado; porque a sua semente permanece nele; e não pode viver pecando, porque é nascido de Deus.

10 Nisto são manifestos os filhos de Deus e os filhos do diabo: qualquer que não pratica a justiça e não ama a seu irmão não é de Deus.

11 Porque esta é a mensagem que ouvistes desde o princípio: que nos amemos uns aos outros.

12 Não como Caim, que era do maligno e matou a seu irmão. E por que causa o matou? Porque as suas obras eram más, e as de seu irmão, justas.

13 Meus irmãos, não vos maravilheis, se o mundo vos aborrece.

14 Nós sabemos que passamos da morte para a vida, porque amamos os irmãos; quem não ama a seu irmão permanece na morte.

15 Qualquer que aborrece a seu irmão é homicida. E vós sabeis que nenhum homicida tem permanente nele a vida eterna.

16 Conhecemos o amor nisto: que ele deu a sua vida por nós, e nós devemos dar a vida pelos irmãos.

17 Quem, pois, tiver bens do mundo e, vendo o seu irmão necessitado, lhe cerrar o seu coração, como estará nele o amor de Deus?

18 Meus filhinhos, não amemos de palavra, nem de língua, mas por obra e em verdade.

19 E nisto conhecemos que somos da verdade e diante dele asseguraremos nosso coração;

20 sabendo que, se o nosso coração nos condena, maior é Deus do que o nosso coração e conhece todas as coisas.

21 Amados, se o nosso coração nos não condena, temos confiança para com Deus;

22 e qualquer coisa que lhe pedirmos, dele a receberemos, porque guardamos os seus mandamentos e fazemos o que é agradável à sua vista.

23 E o seu mandamento é este: que creiamos no nome de seu Filho Jesus Cristo e nos amemos uns aos outros, segundo o seu mandamento.

24 E aquele que guarda os seus mandamentos nele está, e ele nele. E nisto conhecemos que ele está em nós: pelo Espírito que nos tem dado.

www.septimomilenio.com

 

La Biblia 2 2

LA BIBLIA – 1 Juan 3:1-24

«Siendo hijos de Dios, debemos alejarnos del pecado, amar al próximo y ser fieles a Jesús Cristo»

3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 
3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 
3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 
3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 
3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 
3:6 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 
3:7 Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 
3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 
3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 
3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 
3:11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
3:12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 
3:13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 
3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. 
3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 
3:16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 
3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 
3:18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 
3:19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 
3:20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 
3:21 Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 
3:22 y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. 
3:23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
3:24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

www.septimomilenio.com

 

contra3

SE OLVIDÓ…!

Al poco tiempo de convertirme me ocurrió algo que me afectó profundamente. Seguramente por la falta de experiencia, presté mis oídos a las acusaciones de Satanás.

En circunstancias muy confusas y difíciles, pensé: Dios se olvidó de mí!

Esa idea no me abandonó durante muchos días, en los que a los problemas que tenía, agregué esta circunstancia de sentirme abandonado por el Eterno.

Por una cuestión de mi naturaleza, me resultó muy difícil hablar con alguien para comentarle lo que me estaba ocurriendo.

Pero en ese tiempo advertí que algo extraordinario estaba sucediendo. Se me acercó una persona de la congregación con la que prácticamente no tenía ninguna relación y me dijo: Dios tiene los ojos sobre ti!

Se lo agradecí, pero me costó trabajo entender que esa persona hubiera dicho algo que no tenía mucha lógica para ella, pero que sin embargo tenía mucho sentido para mí.

Trabajosamente el Espíritu obró en mi ánimo para que pudiera comprender que ese mensaje que había recibido era una rotunda respuesta a mi preocupación, de que el Eterno se había olvidado de mí.

Aprendí la lección?

Duramente!

No fue fácil para un nuevo seguidor de Jesús, captar la idea de que el Altísimo siempre está atento a lo que nos pueda ocurrir.

Desde esos días es que trato de ser fiel a todo lo que el Espíritu me manda. Aún cuando no lo comprenda ni lo comparta.

También desde que tengo conciencia de que el Eterno no se olvidó ni se olvidará de mí, trato de ayudar a quienes están viviendo la misma situación.

Jeremías 33:14

PT Eis que vêm dias, diz o Senhor,

        em que cumprirei a palavra boa que falei à casa de Israel e à casa de Judá.

ES – He aquí vienen días, dice Jehová,

         en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la

         casa de  Judá.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

dfilar

LA POBREZA

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Un amigo me dijo: Que triste es ser pobre!

Me dejó doblemente sorprendido, porque no me lo esperaba de él y porque el tono de su voz era francamente desolador.

Entonces le pregunté: Y por qué dices eso…?

Y con el mismo tono me respondió: Porque hace días que vengo pensando en esto y estoy cansado de luchar siempre por lo mismo.

Como se obra en una situación como esta?

Como siempre pedí auxilio al Espíritu para darle a mi amigo una respuesta que le fuera de ayuda y no de controversia.

Entonces le pregunté varias cosas:

Alguna vez te ha faltado cobijo? No

Alguna vez te ha faltado el pan para tu familia? No

Alguna vez has estado desprotegido por Dios? No

Entonces tu problema no es por la pobreza, es por otras cosas. Y no eres el único que se encuentra en esa situación, yo mismo por ejemplo.

Creo que la pobreza es una cuestión que tiene que ver más con nuestro hombre viejo que con la vida de hombre nuevo que debemos de tener.

Lo que entendemos por pobreza, es en realidad una comparación indigna de alguien que se llama hijo de Dios. Es una comparación más propia del mundo y de su influencia en nuestras actitudes.

Si no nos ha faltado nunca lo que podríamos llamar lo básico, por qué nos consideramos pobres?

Simplemente porque creemos que lo básico es insuficiente y que nos merecemos más que eso, anhelamos más que eso.

Creo que este es el verdadero fondo de la cuestión. Si no me falta de nada, por qué no acepto lo que tengo?

Tal vez porque escucho la voz del mundo que me dice todos los días que preciso más, que debo tener más, que mis necesidades son mayores que las reales.

Y en ese inconformismo nos convertimos en máquinas voraces de desear cosas y sobre todo de tener más dinero, que es el verdadero amo de la vida de muchas personas.

Yo no soy un hombre rico pero no me considero un hombre pobre. Si miro mi vida como seguidor de Jesús, lo único que puedo decir es que tengo la Provisión de lo  que necesito y que todo lo que mi corazón ansía es lo que mundo me sugiere y por tanto lo desecho.

Deseo que mi amigo haya comprendido estos pensamientos. Que no son míos, sino enseñanzas de Jesús!

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

evan3

EVANGELISMO METODOLÓGICO?

Blog del TIEMPO!

Algunas personas han comentado que en sus iglesias hay directivas muy precisas para evangelizar.

Esas instrucciones en muchos casos están contenidas en algo que se llama pomposamente: EVANGELISMO METODOLÓGICO.

Que significa esto?

Se pretende implantar un sistema, un método para evangelizar para lograr el máximo de eficiencia y que los frutos sean inmediatos y comprobables.

A propósito de esto recordamos la historia de un evangelista que en su despedida tras mucho tiempo de salir todos los días a la calle, dijo: No puedo afirmar que en más de 30 años de predicar el Evangelio, se haya convertido una sola persona.

Esto no me pone triste, solamente me revela que mi tarea fue predicar y el convencimiento es Obra del Espíritu Santo. Por lo tanto me retiro en mi vejez, sabiendo que he cumplido con el mandato de Jesús!

O tal vez este hombre ejemplar debió haberse inspirado en un Manual de Evangelismo Metodológico?

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

miedo1

MIEDO AL MIEDO

La primera vez que escuché que una hermana decía que tenía…miedo al miedo, me produjo una gran conmoción por su realismo y también por su sinceridad.

Dar una respuesta adecuada a semejante afirmación es sumamente difícil, si no se cuenta con la ayuda del Espíritu.

Con una cierta desazón me separé del grupo del que estábamos participando, para reflexionar y pedir dirección sobre la cuestión.

Por sorprendente que parezca lo primero que me fue mostrado fue que el miedo, se relaciona con nuestro cuerpo, con las cosas materiales.

El temor y el temblor del que nos enseñó Pablo, están relacionados con las cuestiones espirituales. Es decir, estábamos hablando de las dos grandes magnitudes en la que podemos vivir los hombres: Lo espiritual y lo material.

Esta revelación perfectamente aplicable a lo manifestado por la hermana, me llevó a poder hablar con ella y con el grupo con el que se reunía.

Les comenté acerca de las dos esferas en las que vivíamos, donde en una podemos sentir miedo y en la otra temor y temblor. Dicho esto el Espíritu me llevó a la conclusión.

El miedo se corresponde con sentimientos que albergamos en nuestro corazón, que es donde se manifiestan las impresiones que nos provoca el mundo exterior.

Por tanto el único Poder que tenemos para combatirlo es la Oración. No palabrería, como nos enseñó el Hijo del Hombre.

Sino expresar con palabras sencillas nuestro miedo y también nuestra Confianza en quién ha prometido estar siempre a nuestro lado.

Siempre.

No tenemos derecho al miedo, porque significaría sencillamente que no tenemos confianza en el Señor!

Isaías 30:21

PT –  E os teus ouvidos ouvirão a palabra que está por detrás de ti, dizendo: Este é o caminho; andai nele, sem vos desviardes nem para a direita nem para a esquerda.

ES – Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

igles

JESÚS Y SU IGLESIA

Blog del…TIEMPO!

A propósito de la decisión del Sínodo de las iglesias luteranas de Noruega, de autorizar los casamientos entre parejas del mismo sexo, creemos que es fundamental recordar los mensajes que JESÚS envió a SUS IGLESIAS. Recordemos el Libro de Apocalipsis.

A Efeso, Apocalipsis 2:2-7

2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;

y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

A Esmirna, Apocalipsis 2:8-11

El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:

Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.

10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.

A Pérgamo, Apocalipsis 2:13-17

13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.

14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.

15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.

16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.

17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

A Tiatira, Apocalipsis 2:19-28

19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.

20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.

21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.

22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.

23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga;

25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.

26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,

27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre;

28 y le daré la estrella de la mañana.

A Sardis, Apocalipsis  3:1-6

Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

A Filadelfia, 3:7-13

Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

A Laodicea, Apocalipsis 3:14-22

He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente!

16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la verg:uenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Repito y me repito lo que dijo JESÚS: El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

baul

BAÚL

Por cuestiones que no se terminan de explicar con la razón, pero sí por la Obra del Espíritu, me dediqué a revisar un baúl que había en mi casa.

En encontré lo inimaginable, pero más que nada pude comprobar cuantas cosas inútiles guardamos a lo largo de los años!

Tan inútiles que por una lógica elemental, terminamos olvidando lo que guardamos, por lo que nos sorprende encontrar objetos insólitos.

En definitiva se trata de ver las cosas que en determinados momentos nos resultaron importantes, pero que con los años percibimos que carecen totalmente de valor.

En mi caso particular era un especializado en recortes de informaciones publicadas en periódicos, sobre las más variadas cuestiones.

Cuando las comencé a revisar advertí que ninguno de ellos tenía la más mínima trascendencia, como no fuera la sorpresa que causan algunas fechas concretas y lo que dábamos por bueno en esos momentos.

En definitiva: Nada nuevo bajo el sol!

Y también podríamos agregar que lo que se nos enseña en la Biblia, afecta totalmente a lo que podamos guardar en un baúl.

De manera especial, los recuerdos que en su tiempo nos parecieron esenciales y que muchos años después nos damos cuenta que no tienen el menor importancia.

Por qué ocurre esto?

Creo que por la sencilla razón de que cuando los años pasan, corroboramos que lo único verdaderamente valioso es lo relacionado con el Eterno.

Y nada más!

De aquel baúl no quedó nada y ahora está vacío, como debería estar nuestro pasado, como lo único esencial es la relación personal con Dios.

Salmo 128:1 

PT – Bem-aventurado aquele que teme ao Senhor

        e anda nos seus caminhos!

ES – Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

         que anda en sus caminos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com