El Eterno demanda que lo amemos,
que lo sirvamos con todo nuestro corazón y con toda el alma.
Circuncidemos el prepucio de nuestro corazón
y no endurezcamos nuestra cerviz,
y hagamos justicia a la viuda, al huérfano y al extranjero.
EN ESTE DÍA
El Hijo del Hombre cambió de argumento en el Sermón del Monte y se refirió a la cuestión de los juramentos y detalló lo que no debemos hacer.
MATEO 5:33-36 33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
La primera advertencia estuvo relacionada con el hecho de no perjurar, fundamentado en Levítico 19:12 Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová. Y también en Éxodo 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Jesús determinó que no podemos jurar de ninguna manera ni por el cielo, que es el Trono del Padre. De esta manera rebatió las ideas de que había distintos grados de cumplimiento de los juramentos y también con el uso descuidado y hasta profano de esta clase de pronunciamientos.
Los otros juramentos que prohibió el Príncipe de Paz eran verdaderos timos que algunos judíos hacían al no mencionar a Jehová y por tanto evitando que sus mentiras estuvieran bajo el juicio divino.
Olvidaban con esas actitudes lo destacado en el Salmo 11:4 Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
En el Libro de Deuteronomio Jehová mandó temerle, servirle y por su nombre jurar. Requirió que se cumplan sus Mandamientos y no tentarlo para que te vaya bien sobre la Tierra y para que arroje tus enemigos de delante de ti. EN ESTE DÍA
La novena plaga en forma de tinieblas, se abatió sobre Egipto, dejando a salvo a los hebreos, afectando todas las formas de vida, ya que la oscuridad se podía tocar aumentando el horror y el temor sobre los egipcios. Diego Acosta – ESCUDRIÑAR
La advertencia de Dios a Caín, de que el pecado lo estaba acechando en el caso que no hiciera lo bueno, es la segunda referencia bíblica con relación a la libertad que tenemos para obrar.
Por qué hablamos del libre albedrío?
Para tratar de explicar los riesgos que corremos. Porque cuando Caín tomó la decisión equivocada y se apartó de las normas que tenía grabadas en su corazón, consumó el primer asesinato de la humanidad con su hermano Abel.
Debemos aprender de las lecciones del pasado, para que seamos fieles en todos los hechos de nuestra vida. Obrar bien, es una forma de evidenciar la obediencia y fidelidad, que nos demanda el Eterno.
Vivamos con temor y temblor ante Dios, porque la sabiduría humana nunca será suficiente para decidir bien. Que sea la Sabiduría del Espíritu la que guíe nuestros hechos y no nuestro engañoso corazón.
Génesis 4:6-7 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de é
Jehová mandó a Moisés que elevara su mano hacia el cielo para que hubiera tinieblas sobre Egipto. La aterradora novena plaga se abatió sobre los egipcios, era tan densa que se podía palpar y no afectó a los judíos. Diego Acosta – ESCUDRIÑAR
Jehová Dios condena a los que se hacen ídolos, incluyendo a los soberbios y egoístas, que desprecian al débil y se aman a sí mismos, ignorando al Prójimo, en lugar de amarlo como mandó Jesús. Diego Acosta – MENSAJE
Los frutos de la Tierra que Jehová nos da debemos presentarlos en una canasta y entregarlos al sacerdote para que él los brinde al Eterno en su altar. EN ESTE DÍA
Moisés tal como le mandó Jehová, subió al monte Sinaí con las dos tablas de piedra, adorando a Jehová y clamando que si había hallado gracia ante sus ojos, los acompañara y los tomara por heredad. EN ESTE DÍA
Faraón con el corazón endurecido, no solo no permitió que salieran los niños de Egipto junto con sus padres como se le había solicitado, sino que tuvo el atrevimiento de echar de su presencia a los enviados de Jehová.
Ante esta actitud de rebeldía, el Todopoderoso ordenó a Moisés que extendiera su mano sobre la tierra de Egipto, para traer la langosta, a fin de que consumieran todo lo que la plaga de granizo no había destruido.
Tras extender su mano Moisés, las langostas llegaron con el fuerte viento del este, probablemente el siroco y comenzaron su obra destructiva.
En el Libro de los Salmos 105:34-35 podemos leer a propósito de esta plaga y del Poder de Jehová: Habló, y vinieron langostas, y pulgón sin número; y comieron toda la hierba de su país
y devoraron el fruto de su tierra.
Las langostas se abatieron sobre Egipto en un número como no lo hubo antes ni lo habrá después. Fue de tal magnitud que se oscureció la tierra y no quedó nada verde ni para los hombres ni para sus animales.
Ante la magnitud del desastre Faraón pidió perdón a Moisés y Aarón, por haber pecado contra ellos. Y les pidió perdón a los hermanos y no al Eterno, para que la plaga dejara de afectar al reino.
Moisés oró a Jehová y el viento del oeste se llevó todas las langostas hasta el Mar Rojo. Advirtamos como el viento responde a las órdenes del Altísimo: Trajo las langostas con el viento del este y las quitó con otro, pero del oeste.
Jehová endureció el corazón de Faraón y pese a todo, no dejó libres a los israelíes.