tormenta septimomilenio

LA PEQUEÑEZ

Una fuerte tormenta con lluvia, nieve y sobre todo con ráfagas de viento de gran intensidad, provocó una serie de problemas e incluso hasta la pérdida de vidas.

A pesar de las circunstancias decidimos mantener el rumbo de nuestro viaje, soportando inclemencias que nunca habíamos visto.

Fue entonces cuando percibí varias circunstancias que estaban relacionadas con mi propia vida y que tenían su reflejo en la fuerza de la naturaleza.

Resultó evidente que no había nada que por su tamaño pudiera enfrentar a los vientos de fuerza notable. Y por supuesto, sufriendo con más impacto sus embates los más pequeños.

Del mismo modo que tanto la lluvia como la nieve, pueden afectar de manera considerable la movilidad y la propia existencia.

Es así como me sentí pequeño, muy pequeño, tal vez demasiado pequeño, porque los embates que duraron horas, solamente eran superados por la Gracia que preservó a miles de personas que se desplazaban.

Cuántas veces he sido cuidado sin advertirlo! En estas circunstancias, el Eterno me estaba mostrando que solamente por su Misericordia, muchas veces podemos superar las adversidades de la naturalezas…y las otras.

Comprender nuestra pequeñez, contribuirá a combatir nuestro orgullo y vanidad y acercarnos y depender aún más al Dios Todopoderoso!

Mateo 18:14

Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

Mateus 18:14

Assim também não é vontade de vosso Pai,

que está nos céus, que um destes pequeninos se perca.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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oración septimomilenio

ORACIÓN – Luz

Para que prevalezca la Luz!

Para que la obra de los hacedores del mal quede al descubierto!

Para que nadie sea engañado por los malvados!

Para que la Misericordia no sea motivo de especulación de los hacedores del mal!

Para que las congregaciones sean guardadas por el discernimiento de quienes especulan con los buenos sentimientos!

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predicador septimomilenio

LAS CRÍTICAS

Un recuerdo que siempre conservaré por lo que tuvo de enseñanza, es el del primer mensaje que pronunció un joven predicador en una congregación.

A sus evidentes nervios y emoción, se agregó la notoria falta de experiencia, lo que rápidamente generó un ambiente propicio a las críticas.

Algunos hermanos fueron muy severos en sus afirmaciones, olvidando de una manera sorprendente lo que les ocurrió cuando ellos pasaron por el mismo trance.

Incluso yo mismo me olvidé de mis primeras veces y me sumé a las críticas, hasta que el Espíritu me amonestó severamente con relación a lo que estaba haciendo.

En circunstancias como estas, es cuando advertimos que pese a utilizarlas muchos, las palabras Amor y Misericordia, las ponemos muy poco en práctica.

Demostramos además, que no tenemos el menor sentido de grandeza, cuando criticamos y hasta nos burlamos de quién predica por primera vez en una iglesia.

Bueno sería transformar críticas en palabras amables de y ánimo, para alentar a continuar, a quién ha recibido la alta responsabilidad de traer la Palabra del Señor por primera vez a los suyos.

Salmo 26:3

ES – Porque tu misericordia está delante de mis ojos,

           Y ando en tu verdad.

PT –  Porque a tua benignidade está diante dos meus olhos;

             e tenho andado na tua verdade.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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cuidado septimomilenio

EL CUIDADO

Le contaba a un amigo que había tenido que realizar un largo viaje hasta una ciudad y volver a mi casa.

Mientras le daba detalles de cómo se había desarrollado el viaje y de algunos accidentes que presencié, él me interrumpió y me dijo: Como te cuida el Señor!

Me quedé sorprendido y le contesté que sí, que me había cuidado y que había orado para clamarle por su protección en todo momento.

Cuando me quedé solo me puso a pensar en lo que me había dicho mi amigo y mi sorpresa fue mayor todavía, porque comprendí que el Eterno me había cuidado mucho más de lo que me podía imaginar.

Me resulta penoso ver como son mis propios comportamientos. El cuidado que Dios tiene de mí es algo que lo debería saber y recordar, sin que nadie me lo mencione.

Sin embargo fue necesario que alguien lo dijera, para que nuevamente tuviera que dar gracias por su infinita Misericordia.

Hasta cuándo tendrá Dios que soportar tanta indiferencia hacia su Amor?

Salmo 55:22

ES – Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
       No dejará para siempre caído al justo.

PT – Lança o teu cuidado sobre o Senhor, e ele te susterá;

       nunca permitirá que o justo seja abalado.

Diego Acosta / Neide Ferreira

corregir septimomilenio

CASUALIDAD…?

Escribiendo a propósito de cuando Jesús llamó hipócritas a los discípulos, mencioné los problemas que tuvo Elí con sus hijos.

Unas horas después, para mi sorpresa escuché una predicación donde nuevamente se mencionaba la cuestión de los hijos.

Tanto en un caso como en el otro, el fondo del asunto era la falta de reprensión en el momento oportuno para evitar los males mayores, que se generan en la falta de autoridad de los padres.

Creo que serán muchos los que pensarán que se trata de una simple casualidad…que un tema tan importante como este sea mencionado con un doble llamado de alerta.

Quienes de ninguna manera aceptamos la frívola explicación de la casualidad, entendemos que es la Obra del Espíritu, en dos personas diferentes haciendo una severa advertencia.

Es de mi exclusiva responsabilidad entender que este llamado repetitivo no tiene otro propósito, que ponerme en alerta en torno a un problema que se agudiza cada día más.

Y no es otro que la falta del ejercicio de autoridad de los padres, con relación a sus hijos, cualquiera sea la edad que tengan.

Tenemos que entender que así como aceptamos la Misericordia de cada día, también debemos de renovar nuestro Pacto diario con el Eterno.

Y renovar el Pacto significa entre otras cosas que el ejercicio indelegable e indeclinable de nuestra condición de padres.

Es a nosotros a quienes se reclamará individualmente, al padre y a la madre, lo que hicieron o lo que dejaron de hacer con su Autoridad.

En mi caso estoy doblemente advertido sobre la cuestión y me siento doblemente responsable de todo lo que haga para que otros escuchen el llamado de atención.

Proverbios 13:24

El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.

Provérbios 13:24

O que retém a sua vara aborrece a seu filho,

 mas o que o ama, a seu tempo, o castiga.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LIMITES SEPTIMOMILENIO

LÍMITES

Siempre me ha sorprendido la capacidad de algunas personas para poner límites a su ayuda, a su solidaridad.

Esta capacidad para administrar el esfuerzo según la conveniencia personal, es visible no solo en la vida mundana, sino también en las congregaciones.

Lo del mundo lo podría entender, porque al fin de cuentas se trata de la supervivencia personal o el pleno ejercicio del egoísmo.

Pero en una congregación, el tema adquiere otra dimensión. Y para ejemplificar debe bastar el típico caso de la limpieza del lugar de culto.

Cuántos participan? Cuántos argumentan problemas insalvables para cumplir con su compromiso? Cuántos directamente ni se toman la molestia de explicar nada, simplemente faltan.

Lo que me duele es que estas personas no tienen idea del mal que se están haciendo. La congregación de una manera o de otra, siempre terminará solucionando sus necesidades.

Pero una persona, yo mismo me lo planteo, si ponemos límites a las obras que ponen en evidencia la fe, en qué nos convertimos?

Pienso y creo que deberíamos analizar, que ocurriría si Dios pusiera los mismos límites a su Misericordia, a su Amor, a su Gracia?

Tal vez así comprenderíamos que cada vez que ponemos límites a nuestro compromiso, nos estamos mostrando delante del Eterno, como lo que verdaderamente somos.

Egoístas, oportunistas, insolidarios y burladores del principio de amor al prójimo. Estos calificativos no son los mismos que se pueden aplicar a las personas del mundo?

Sabiendo esto busco cambiar mis actitudes, para demostrar y demostrarme, para intentar,  de ser digno de llamarme hijo de Dios.

Salmos 4:4

PT – Perturbai-vos e não pequeis;

       falai com o vosso coração sobre a vossa cama e calai-vos.

ES – Temblad, y no pequéis;
meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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mustard septimomilenio

POCA FE…

En los momentos que dedico a observar mis hechos, me sorprendo de cómo son de pobres, de cómo son de mejorables…

Me sorprendo porque mis obras no tienen nada que puedan servir de ejemplo para otros creyentes o para quienes podrían tener una visión de Jesús a través de mí.

Todo esto tiene una sola explicación: Mi poca fe!

La Palabra de Dios nos enseña que no basta con declaraciones ni palabras rimbombantes, sino que deben estar acompañadas por hechos que las reflejen.

La fe debe ser alimentada del mismo modo que alimentamos nuestro cuerpo para que permanezca sano y esté robusto para enfrentar las demandas cotidianas.

Si no alimento mi fe, estaré disminuyendo mi propia condición de hijo de Dios, aunque persista en mis palabras hablando de lo que mucho que creo y de lo mucho que confío.

Jesús nos advirtió a propósito de no ser engañados…y en primer lugar debemos observar esta advertencia, para no engañarnos nosotros mismos.

Me queda por delante la obra de aumentar mi fe. Confío en la Misericordia del Señor, para que siga haciendo su Obra en mí.

Mateus 17:20

E Jesus lhes disse: Por causa da vossa pequena fé; porque em verdade vos digo que, se tiverdes fé como um grão de mostarda, direis a este monte: Passa daqui para acolá  e há de passar; e nada vos será impossível.

Mateo 17:20

Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ayuda septimomilenio

AYUDA…!

He pensado largamente acerca de lo que ocurre cuando pido…ayuda!

Y vienen a mí memoria momentos de angustia, de miedo, de dificultad.

Entonces es cuando clamo a Dios por su Ayuda!

Entonces y solo entonces, vuelvo a pensar en su Amor y su Misericordia y me recuerdo de otros momentos y de otras demostraciones de Su Poder sobre mi vida.

El pedido de ayuda supone la plena aceptación de mi pequeñez y la humildad de reconocer que solo no puedo hacer nada.

La humildad abre el camino hacia la Ayuda del Eterno!

Por esta razón, cuando alguien nos pida ayuda, recordemos que no debemos sentirnos poderosos porque alguien esté necesitado de nuestro modesto esfuerzo.

Si somos humildes cuando pedimos ayuda, también lo deberemos ser la debamos brindar a quién la necesite.

Salmo 31:24

PT –  Esforçai-vos, e ele fortalecerá o vosso coração,

vós todos os que esperais no Senhor.

ES Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová,
y tome aliento vuestro corazón.

Diego Acosta / Neide Ferreira

diego septimomilenio

INCOMPRENSIBLE…? INCOMPREENSÍVEL…?

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

La Biblia nos enseña que Dios confunde la mente de los hombres, para que no nos vanagloriemos de nuestra propia sabiduría.

Esta Verdad tiene su plena vigencia cuando recordamos uno de los momentos culminantes del Ministerio Terrenal de Jesús.

Uno de sus discípulos acuerda entregar a su Maestro a cambio de 30 denarios, una cantidad relativamente modesta, que revela la codicia y a la vez la miserable condición de su corazón.

En el Evangelio de Mateo, se nos revela el momento de cómo Judas se llega hasta el Hijo del Hombre y lo saluda  y lo besa.

En aquellos tiempos llamar Mestre a un hombre significaba reconocerle su Autoridad y el beso ejemplificaba la consideración que se tenía por ÉL.

Judas era plenamente consciente de lo que estaba haciendo.

Jesús, aún sabiéndolo todo por ser Dios le preguntó: A qué vienes?

Y lo llamó: Amigo…!, Mateo 26:50.

Llamaríamos amigo a alguien que sabemos tiene el propósito de traicionarnos? Y más aún: Lo llamaríamos amigo luego de haber consumado su traición, como hizo Judas con su beso?

Seguramente no!

Y por qué lo hizo Jesús?

Porque aún cuando era absolutamente conocedor de la intención de quién era su discípulo, le dio todavía una oportunidad.

Para qué?

Para que se arrepintiera, para no cambiar la profecía de que sería entregado a cambio de dinero. La traición ya estaba consumada cuando le llamó Amigo.

Jesús hasta el último momento tuvo Misericordia por el hombre que se estaba condenando a sí mismo, tanto, que  Judas se ahorcó.

Esto nos demuestra que muchas veces aún teniendo la oportunidad del arrepentimiento y el perdón, lo desechamos por nuestra soberbia y altivez.

En cambio Pedro, que también traicionó a quién vendrá como Rey, lloró amargamente cuando lo hubo negado tres veces.

Y así como Judas desechó ese llamado final sintetizado en la palabra amigo, Pedro se arrepintió con su llanto, buscando el perdón.

Puede que a los hombres nos resulte incomprensible llamar amigo a alguien que nos traicione, pero esto nos lleva a pensar que nunca debemos desechar a nadie. Por grande que haya sido su maldad.

Esa Misericordia que brindamos, puede que un día nosotros mismos la necesitemos.

Diego Acosta

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parasitos septimomilenio

PARÁSITOS

Una sola vez escuché predicar sobre este tema!

Hay parásitos naturales que se encuentran en el interior o en el exterior de los cuerpos vivientes. Son seres que según su naturaleza solo le es posible la existencia en su condición de parásitos…

Pero hay otros parásitos sobre los que es necesario hablar: Los parásitos espirituales…!

Son distintos a los que por su naturaleza solamente les es posible vivir con la energía de los demás. Son hombres y mujeres que eligen…ser parásitos.

Los podemos distinguir más o menos fácilmente:

Son los que gustan de la frescura o de la tibieza del lugar de culto.

Son los que roban sistemáticamente la atención de los líderes.

Son los que se nutren diariamente de mensajes de todo tipo.

Son los que demandan atención permanente para no considerarse postergados o ignorados.

Son..

Seguramente entre todos podríamos ampliar este listado de personas que se valen de sus supuestos derechos, para robar bendiciones y llevarlas a la intimidad de su hogar.

Pensando sobre esto, la primera reacción es de condena, pero la segunda es de arrepentimiento, porque debemos de sentir pena por ellos.

Como nunca dieron nada, el día en que verdaderamente precisen bendiciones traducidas en ayudas, no las podrán obtener.

Sencillamente porque las bendiciones se originan en nuestras actitudes de bendecidores!

Siempre habrá más bendición en dar que en recibir!

Oremos con Misericordia y Amor por estas personas que escondidos tras su apariencia de fieles, no son más que salteadores dispuestos a robar.

Oremos por los parásitos espirituales, que de tanto acaparar, el día que precisen verdaderamente algo, no serán capaces de recibirlo.

Atos 20:35

Tenho-vos mostrado em tudo que, trabalhando assim, é necessário auxiliar os enfermos e recordar as palavras do Senhor Jesus, que disse: Mais bem-aventurada coisa é dar do que receber.

Hechos 20:35

 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Diego Acosta / Neide Ferreira