EMBLEMÁTICO JORDÁN
El río a cuya orilla bautizaba
Juan el Bautista y donde fue bautizado Jesús,
tiene unos 360 kilómetros de largo
y luego de nacer en el Líbano,
desemboca en el Mar de Galilea.
LA CREACIÓN
El río a cuya orilla bautizaba
Juan el Bautista y donde fue bautizado Jesús,
tiene unos 360 kilómetros de largo
y luego de nacer en el Líbano,
desemboca en el Mar de Galilea.
LA CREACIÓN
El Hijo del Hombre llega hasta la orilla del Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista. Pero éste se niega, por cuanto consideraba que el bautismo que practicaba era para arrepentimiento, algo que no condecía con la Perfección del Cordero.
MATEO 3:14 Juan dejó perfectamente establecida su posición al decirle a Jesús, que era él quién precisaba ser bautizado por el Hijo de Dios y no al revés.
MATEO 3:15 Jesús revela el Propósito de su presencia en la Tierra: Venía a identificarse con los pecadores y a morir por sus pecados. Jesús expresa que así conviene para que cumplamos con toda Justicia. Estas palabras puede interpretarse como la plena aceptación de la Voluntad de Dios.
Esta comparecencia delante de Juan es el primer episodio del Ministerio Terrenal de Jesús y tiene varios aspectos que deben ser remarcados.
De esta manera se cumplía lo anunciado por Isaías 53:1: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
MATEO 3:16 Una vez consumado el bautismo en las aguas del río Jordán, los cielos le fueron abiertos y la sobrenatural presencia del Espíritu de Dios se posó sobre ÉL, con forma de paloma. De esta manera quedaba expuesto el carácter que tenía Jesús para el cumplimiento del Plan de Salvación para los hombres.
La humanidad puede ver en este episodio trascendental el comienzo de la consumación del perdón para los pecadores arrepentidos.
Diego Acosta
Juan el Bautista, recurre a una imagen que los judíos de la época conocían perfectamente, para hablar de la Obra que realizaría el Hijo del hombre.
MATEO 3:12 El instrumento que anuncia que Jesús tendría simbólicamente en la mano, es un aventador, una pala de madera con tres puntas, que se usaba en los campos para levantar las espigas y así poder separa los granos de trigo de la paja.
También anuncia que la paja, es decir todo aquello que no sirve, será echada al fuego que nunca se apagará, haciendo alusión al fuego del Espíritu Santo.
Juan utiliza una herramienta sobre la que hay dos citas en el Antiguo Testamento:
En Isaías 41:16: Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel. Y también en Jeremías 15:7: Aunque los aventé con aventador hasta las puertas de la tierra, y dejé sin hijos a mi pueblo y lo desbaraté, no se volvieron de sus caminos.
El Evangelio nos lleva al gran momento en el que Jesús hace su aparición iniciando su Ministerio Terrenal, Mateo 3:12. Jesús llegó desde Galilea hasta la orilla del río Jordán, para ser bautizado.
Juan se opuso, pensando que el bautismo que él practicaba era para el arrepentimiento, algo inapropiado para quién era el Cordero Perfecto y sin mancha de Dios, Mateo 3:13.
Esta cuestión es de vital importancia tenerla en cuenta, porque permite apreciar el verdadero Propósito que tenía la presencia de Jesús a la orilla del río Jordán, simbolizando su presencia de Dios hecho Hombre en la Tierra.
Diego Acosta
JESÚS Y MATEO
Juan el Bautista continúa con su prédica a los judíos que se acercaban hasta la orilla del río Jordán. Sus severas palabras, son aún más duras.
MATEO 3:10 Anticipa un juicio inminente al expresarles que el hacha ya estaba puesta en la raíz de los árboles, lo que significaba que solamente faltaba la decisión de desechar a los que estaban dando malos frutos, para cortarlos y echarlos al fuego.
Estas palabras acentuaban la urgencia que tenía su pedido relacionado con la actitud de humillarse y pedir perdón por los pecados.
MATEO 3:11 El hijo de Elizabeth y del sacerdote Zacarías, formula a continuación una impresionante demostración de su humildad y reverencia hacia Jesús. Explica que está bautizando en agua para arrepentimiento, que en este caso podría entenderse como una limpieza. Pero anuncia que el que viene tras él, que es más poderoso los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Esta forma de bautismo tiene un elevado contenido espiritual y el fuego, representa el Juicio que se abatirá sobre los no arrepentidos.
Además, Juan utiliza una expresión que puede resultar llamativa en nuestros días, al anunciar que el que viene tras él era más poderoso, porque ni siquiera era digno de llevar su calzado. Y este es el gran ejemplo de su humildad: Llevar el calzado era una de las obligaciones que tenían los esclavos en aquellos tiempos. Y él, ni siquiera tenía la posibilidad de ser digno de hacer un servicio, tan elemental y sencillo como ese.
Esto revela la verdadera dimensión de quién predicaba en el desierto.
Diego Acosta
El enfrentamiento entre Juan el Bautista y los fariseos y saduceos, tuvo una implicancia especialmente llamativa, para las creencias de la época.
MATEO 3:7, en la segunda parte del versículo, tras llamarlos generación de víboras, les formula una pregunta: Quién os enseñó a huir de la ira venidera.
Esta cuestión representó otro duro ataque de Juan, porque aludía a dos referencias del Antiguo Testamento. Una de ellas era Ezequiel 7:9 Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia;
según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones;
y sabréis que yo Jehová soy el que castiga.
La otra referencia es la de Sofonías 1:8
Y en el día del sacrificio de Jehová
castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey,
y a todos los que visten vestido extranjero.
Esta manifiesta alusión a la ira prometida en el Día del Señor, debió haber afectado gravemente a sus destinatarios, por cuánto ellos creían que la Ira no estaba reservada a los judíos sino a quienes no pertenecían a su pueblo.
Esto puede ayudar a entender la gravedad que tenía para los fariseos y saduceos y también los escribas, el anuncio de que pronto vendría el Mesías y lo que podía significar para el poder que detentaban en la sociedad de su tiempo.
MATEO 3:8 Trás estas severas recriminaciones, Juan les pidió que hicieran frutos dignos de arrepentimiento. Debemos comprender que el arrepentimiento y la fe están indivisiblemente unidos y no son otra cosa que una manifestación de la conversión.
El arrepentimiento significa volver la espalda al pecado y la fe, volver a Dios. Por tanto los frutos dignos de arrepentimiento pueden interpretarse como una identificación con las obras que produce la fe, luego del arrepentimiento de los pecados.
La profundidad del tema, explica también la magnitud de la separación de las posturas entre Juan y los representantes del liderazgo judío de la época.
Diego Acosta
Juan el Bautista comenzó a predicar en el desierto de Judá, en la orilla del río Jordán y a una distancia de un día de viaje desde Jerusalén.
Su presencia, a pesar de la lejanía no pasó desapercibida, por varias razones. Una de ellas, era su apariencia y por la forma en que vivía
MATEO 3:4
Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
Para comprender el impacto que provocó su presencia, debemos citar el texto de 2 de Reyes 1:8
Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.
El diálogo se registra entre el rey Ocozías y los hombres que había enviado a buscar al profeta Elías. Jehová le anunció la muerte al rey y él identificó por sus vestiduras, que eran inequívocas.
El pueblo judío conocía sobradamente lo que representó en la vida de Israel el profeta Elías y la relación que tenía con Jehová. Esto justifica el impacto del hijo de Elizabet entre los suyos.
Cabe agregar que los profetas tambien usaban un manto de características muy especiales, como consta en Zacarías 13:4
Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir.
La alusión de Elías como tisbita, obedece a que había nacido en la ciudad de Tisbé, en la región de Galaad, en las altas mesetas al este del río Jordán.
Cabe agregar que Juan el Bautista se alimentaba de miel y langostas, que era un alimento permitido según consta en Levítico 11:22
estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, el langostín según su especie, el argol según su especie, y el hagab según su especie.
En medio del clima que se vivía en el Reino de Judá, por la dura forma de obrar de los representantes del imperio romano, la figura de Juan, se tornó cada vez más relevante.
Diego Acosta
ARQUEOLOGÍA BÍBLICA
Mientras realizaban excavaciones en las inmediaciones de Bethsaida, un grupo de arqueólogos creen haber descubierto la ciudad romana de Julias, en Israel.
Esta población ubicada en el valle del río Jordán, en su entrada del lago Kinneret, era objeto de debate entre los especialistas por cuanto no se lograba precisar dónde estaba asentada, llegando a ser considerada una ciudad perdida.
El descubrimiento se produjo cuando estaban investigando en una antigua casa de baños de la época de la dominación romana, en un lugar conocido como Beit-Habek. Los arqueólogos hallaron evidencias de haber encontrado la ciudad de Julias, donde estaba el hogar de Pedro y su hermano Andrés.
Este singular descubrimiento abre nuevas expectativas para los estudios del Nuevo Testamento y sobre la llamada Galilea judía.
Algunas de las evidencias de haber descubierto la ciudad de Julias es la existencia de una casa de baños romana y también una rara moneda de plata con la esfigie del emperador Nerón, que correspondería a los años 65/66 d.C.
Se espera que con la continuación de los trabajos, logre identificarse definitivamente a la ciudad perdida de Julias y también los indicios donde estaba el hogar de los apóstoles Pedro y Andrés.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post – Israel