DISFRUTAR DE LA VIDA

ANTIVIRUS

Leyendo un comentario relacionado con un producto de un lujo desorbitado, un personaje vinculado con ese mundo, declaró que a raíz de la peste muchas personas se han dado cuenta que pueden morir en cualquier momento y por eso ha llegado el momento de disfrutar de la vida.

Y con esa frase justificaba la impresionante ostentación de lujo que mostraba, llegando al absurdo de explicar que esa exhibición era una forma de disfrutar de la vida.

Pregunto: Y los que no tenemos esos lujos podemos disfrutar de la vida?

La respuesta seguramente no la debemos esperar de quién vive de los lujos ajenos, pero sí la podemos encontrar en nuestra vida sabiendo lo que tenemos en el corazón.

Si en el corazón solo tenemos afanes y angustias por logros mundanos no alcanzados, la conclusión será que no podemos disfrutar de la vida.

Pero sí tenemos la aceptación de que somos y tenemos lo que Dios quiere para nosotros, entonces sí podremos disfrutar de la vida, a pesar de los pesares.

Y los lujos nos parecerán superfluos y quienes hacen ostentación de ellos solo deberían clamar por Misericordia.

Diego Acosta

EN TÍ CONFIARÉ

DEVOCIONAL

El rey David siempre declaró su plena confianza en Jehová, en los grandes momentos y también en los se sentía impotente ante la magntidud de la adversidad que debía afrontar.

Esa confianza lo guió para escribir una imprescindible enseñanza que debemos de tener en todos los tiempos de nuestra vida.

En esto pensaba cuando afronté una prueba que era muy importante y que se resolvió favorablemente, porque todas las dudas se disiparon.

Todo aquello que había pensado también quedó en el pasado porque la confianza en Dios fue superior a cualquier problema que pudiera tener.

Como sería de distinta mi vida si siempre confiara de esta manera en el Todopoderoso de Israel!

En las grandes dudas o dificultades o aún en los menores problemas, siempre debemos apelar al Eterno confiadamente, porque nunca habrá un mal que sea superior a su infinito Poder.

2 Samuel 22:3
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;
Salvador mío; de violencia me libraste.

Diego Acosta / Neide Ferreira

ACEPTAR MALOS CONSEJOS

DEVOCIONAL

Cuántas veces habremos escuchado palabras de advertencia sobre malas compañías o los malos consejos?

Muchas seguramente, pero lo que resulta sorprendente es que no siempre esas palabras fueron atendidas y prevaleció lo que tenemos de soberbios y prepotentes.

El joven rey Roboam, desechó los consejos de los ancianos y no cumplió el Mandato que había recibido de su padre Salomón de cuidar al pueblo de Israel, haciendo todo lo contrario.

Es necesario comprender que los consejos de los jóvenes no eran malos por causa de sus edades, sino porque buscaban ser duros con el pueblo que gobernaban.

El resultado fue que a causa de estos malos consejos y por haberlos escuchado, Roboam apartó a Israel de la Casa de David y rompió la unidad nacional.

Cuántas veces por un mal consejo hemos tenido frutos amargos?

2 Crónicas 10:16
Y viendo todo Israel que el rey no les había oído,
respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David?
No tenemos herencia en el hijo de Isaí. Israel, cada uno a sus tiendas!
David, mira ahora por tu casa!
Así se fue todo Israel a sus tiendas
.

Diego Acosta / Neide Ferreira