no os turbeis

NO OS TURBÉIS

Jesús nos anunció que oiríamos de guerras y
de rumores de guerras,
como está ocurriendo con la invasión rusa a Ucrania
uno de los países con más creyentes de Europa.
No nos turbemos y oremos por Misericordia y Justicia.
Diego Acosta – MENSAJE

cristianos y judios en ukrania

CRISTIANOS Y JUDÍOS EN UKRANIA

BLOG del TIEMPO

Mientras la invasión de Rusia a Ukrania conmueve al mundo, hay otras realidades que llaman a la preocupación sobre este grave momento que se vive en el este de Europa. Ukrania tiene alrededor de 43 millones de habitantes.

Un informe actualizado revela que aproximadamente el 78 por ciento de la población de Ukrania se declara miembro de la iglesia ortodoxa. Este número ha aumentado significativamente ya que en l991 el porcentaje alcanzaba el 39 por ciento o sea la mitad de la actualidad.

Un 10 por ciento de los ukranianos se declaran seguidores de la iglesia católica. En cuanto a los evangélicos representan alrededor del dos por ciento de la población, pero tienen significativa participación en la vida del país.

El informe de Cristianity Today International, publicado por el periódico de la organización fundada por el pastor Billy Graham y con sede en Illinois en Estados Unidos contiene otras revelaciones.

Indica que en Ukrania viven alrededor de 200 mil judíos, muchos de los cuales están intentando viajar a Israel ante la gravedad de los acontecimientos que vive el país. El Gobierno del estado judío, ha pedido a sus compatriotas que abandonen el escenario de guerra.

El gobierno de Israel y la Agencia Judía, están realizando preparativos para acoger a los judíos ukranianos que puedan inmigrar al país. Desde que Rusia invadió Crimea en 2014, más de 19 mil judíos emprendieron el camino hacia Tel Aviv.

Es tiempo de orar por los hombres y mujeres de Ukrania, en estas dramáticas y cruentas horas que vive la nación.

Diego Acosta

 

 

plaga de sangre

PLAGA DE SANGRE

ESCUDRIÑAR

En el Libro de Éxodo se nos revela como Moisés y Aarón por mandato de Jehová, pidieron a Faraón que liberara al pueblo israelita. Fue un reclamo y no una amenaza.

Cuando la respuesta fue negativa, la situación cambió. Los que debían ser liberados fueron sometidos a un régimen más riguroso que el que estaban soportando.

Moisés y su hermano Aarón fueron ante Faraón en el momento en el que estaba en el río y le dijeron, según consta en Éxodo 7:17:19 Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre. 18 Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río. 19 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.

Este anticipo tenía el propósito de dejar establecido que lo que ocurrió luego, no fue debido ni a una casualidad ni a cualquier otra circunstancia. El Eterno siempre avisa para dar una oportunidad de cambio de actitud.

Pero los hechiceros hicieron lo mismo y el corazón de Faraón se endureció e ignoró los reclamos recibidos y también el hecho que los enviados de Jehová hubieran convertido las aguas de Egipto en sangre.

El pecado de la soberbia de Faraón fue el responsable de la situación que se enfrentaron los egipcios durante siete días.  Los pozos y las aguas subterráneas aliviaron las penurias del pueblo.

Dos cuestiones deben ser remarcadas: Las aguas no adquirieron el color de la sangre sino que se convirtieron realmente en sangre. Además el Faraón no advirtió el detalle que sus hechiceros repitieron el milagro dispuesto por Jehová, pero no fueron capaces de restaurar el principio fundamental: convertir la sangre en las aguas de las que se servían los egipcios.

Diego Acostasiete días,

miedo al cambio

MIEDO AL CAMBIO

DEVOCIONAL

A lo largo de la vida se van presentando situaciones que nos afectan, algunas para nuestro regocijo y otras para perturbación de ánimo. Y algunas más concretas que otras.

El día que por las razones que sea debemos cambiarnos de casa, es un ejemplo claro. Algunas veces nos alegramos y en otras lo lamentamos. Pero en los dos casos nos alteramos.

Es como se hubiera algo en nuestro interior que se resiste a cambiar lo que nos resulta conocido y tenemos miedo a lo nuevo, a lo que nos resulta diferente.

Lo mismo ocurre con otras cuestiones materiales, como suele suceder con el trabajo y también si lo trasladamos a lo más serio y profundo que es nuestra relación con Dios.

Tal vez esto justifique cuánto nos cuesta abandonar al hombre viejo o a la mujer vieja, transformándonos por la obra del Espíritu Santo y ser hombres y mujeres nuevos, nacidos de nuevo.

Seamos sabios y aprendamos la gran lección que nos dio Jesús, porque si nos resistimos a este cambio o nos produce miedo, es porque verdaderamente a pesar de lo que digamos, la Obra del Espíritu no se ha perfeccionado en nosotros.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Diego Acosta / Neide Ferreira

llevarse un arbol

LLEVARSE UN ÁRBOL

ANTIVIRUS

En tiempos en que parece más que necesario, urgente, repoblar el planeta de árboles, un rico de Georgia, hizo exactamente lo contrario.

Por absurdo que resulte, un millonario compró un árbol grandes dimensiones de 130 años y unos 40 metros de altura y lo trasladó hasta su propio parque con el consiguiente costo, ya que tuvo que atravesar el Mar Negro.

Esto significó que un campesino de pobre condición se resignó a perder un árbol de las características indicadas y ceder ante la necesidad económica.

Este hombre de campo no solo ha cambiado el paisaje de su lugar de sustento, sino que también se expone a que su falta modifique el régimen de lluvias o su intensidad.

No es desde luego un ejemplo de razonabilidad este episodio, que muestra una vez más como el poder del dinero es capaz de cambiar hasta el raciocinio de las personas. Ignorando lo que estableció el Creador: Que somos los mayordomos de la Creación.

Diego Acosta