retener el bien

RETENER EL BIEN

 

DEVOCIONAL

Que doloroso resulta comprobar que un día pudimos hacer el bien y no lo hicimos. Como lamentaremos esta situación, que afectó al Prójimo.

Cada vez que pienso en esta cuestión, mi corazón se estremece de pesar, porque por una injusta decisión hubo alguien que no pudo recibir lo que estaba en mi mano darle.

Por qué se obra de esta manera tan equivocada?

Hablando por mí podría decir que hay algo de maldad en el proceder, porque he cerrado mi puño cuando debí abrir mi mano con generosidad.

Sería como aquel que retiene algo que le agrada pero que no le pertenece y entonces trata de tenerlo en su poder todo el tiempo posible.

Pero luego llega la hora del arrepentimiento, de la tristeza porque hemos privado al Prójimo algo que era legítimamente suyo porque eso era lo que Dios había dispuesto que tuviera.

Me humillo ante el Eterno y pido perdón por mi necedad y por la falta de grandeza en la hora de la bondad.

1 Timoteo 6:18
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

masacre islamica

MASACRE ISLÁMICA

LA OTRA HISTORIA

El juicio contra veinte responsables del mayor atentado perpetrado por el islamismo en Francia, revive las horas de drama y horror que conmovieron a París y al mundo.

En la emblemática sala Bataclan y en otros 20 bares y restaurantes, terroristas islámicos produjeron una auténtica matanza en la que hubo que lamentar 131 muertos más y los islamitas abatidos.

A medida que avanza el juicio se van conociendo detalles de la locura asesina de los islamitas, que en algunos casos perpetraron aberrantes mutilaciones sexuales.

Cuando se cumplen seis de aquella larga noche del viernes en París, la perplejidad aumenta ante la orgía de sangre y muerte que cometieron quienes atacaron a hombres y mujeres indefensos, en el nombre de Alá.

La perplejidad aumenta pero no afecta la firmeza para responder a la violencia del islamismo.

Diego Acosta

 

mala suerte

MALA SUERTE

DEVOCIONAL

Un amigo de otros tiempos se quejaba amargamente de su mala suerte. En aquel entonces me preocupaba que esto fuera una realidad en su vida.

Pero con el paso de los años y también con la convicción que otorga el haber aceptado a Jesús, comprendo el doble error que él estaba cometiendo.

Su supuesta mala suerte no era otra cosa que el resultado de sus malas decisiones, adoptadas según sus criterios y haciendo lo que le venía en ganas.

Con esto dejaba en evidencia que no tenía referencia ninguna de lo bueno o de lo malo y también que no deseaba tenerlas, para no ajustarse a ninguna norma.

En cambio mi actitud de ahora es de plena convicción que todo lo que me ocurre es lo mejor para mi vida, aunque a veces no comprenda o no me agrade que sucede.

Dios está en el control de absolutamente todo, por tanto la mala suerte es para quienes niegan su Autoridad. En cambio tengo la seguridad que sus decisiones serán siempre las mejores, para mí.

Éxodo 3:14
Y respondió Dios a Moisés:
YO SOY EL QUE SOY.
Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel:
YO SOY me envió a vosotros.

Diego Acosta / Neide Ferreira

levantar la voz

LEVANTAR LA VOZ

EL ABUELO SALOMÓN

La humildad y la mansedumbre son virtudes qué si son verdaderas, juntas pueden lograr grandes cosas, principalmente frente a los soberbios y también frente a los prepotentes.

Pero hay circunstancias en las que sí debemos obrar de otra manera y es cuando debemos levantar la voz por los que no tienen voz y por tanto no pueden ser escuchados.

También cuando debemos luchar por los derechos de los desposeídos que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo por sí mismos.

Y también cuando debamos defender los derechos de los pobres y los necesitados, de los huérfanos y las viudas, de los más débiles entre los hombres.

Entonces sí deberemos levantar nuestra voz, porque tendremos en nuestro corazón la fuerza que solo pueden conceder la mansedumbre y la humildad.

Levantemos nuestra voz, nunca para defender nuestras causas y siempre para ayudar al Prójimo.

sin rechazo

SIN RECHAZO

DEVOCIONAL

En el Primer Libro de Samuel, podemos leer el pasaje cuando el profeta habló al pueblo de Israel, tras el pedido que hicieron a Dios de tener un rey como otros pueblos.

Analizando esta situación, podemos concluir qué a lo largo de los tiempos, los hombres siempre hemos tenido actos de rebeldía contra el Eterno.

Y siempre ÉL se ha mostrado magnánimo, para perdonar los hechos que desafiaban lo que había establecido y también siempre había exhortado a la obediencia.

Esto es válido para el Pueblo de Israel y también para quienes nos consideramos hijos de Dios, porque también hemos sido desafiantes con el Todopoderoso y hemos recibido su perdón y el llamado a permanecer fieles.

La historia se repite y por mucho que la escuchemos seguimos cometiendo los mismos errores. Pero tenemos una advertencia: Si persistimos en la maldad, seremos destruidos.

Es tiempo de obrar con Sabiduría.

1 Samuel 12:25
Mas si perseverareis en hacer mal,
vosotros y vuestro rey pereceréis
.

Diego Acosta / Neide Ferreira