QUIENES ERAN LOS JEBUSEOS

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Los jebuseos eran un pueblo cananeo según Génesis 10:16-18 y  fueron los habitantes de Jerusalén, cuyo nombre era Sión siendo esta la primera mención que se encuentra en la Biblia, vinculando con el mismo nombre a las dos ciudades.

Estaba situada en el territorio adjudicado a la tribu de Benjamín y al ser coronado David como rey de Israel, pudo tomar la ciudadela jebusea que se encontraba en la colina sudoriental.

Sión también fue el nombre que se otorgó al Monte del Templo, Isaías 10:12, nombre que también fue usado para denominar a Jerusalén, Isaías 28:16. Como resulta lógico, fue también nombrada la ciudad de David, Lucas 2:4.

David a pesar de la hiriente hostilidad de los jebuseos, conquistó la ciudad y permitió que muchos de ellos siguieran morando en el lugar. Loe jebuseos se contaban en un número aproximado al medio millar.

Jerusalén está situada en una colina de alrededor de 700 metros sobre el nivel del Mediterráneo. Estaba abastecida de agua por el manantial de Gihón, que corría hasta dentro de sus murallas.

Con estas aseveraciones bíblicas, se puede afirmar que los judíos fueron los soberanos de la tierra que conocemos como Israel, desde hace aproximadamente tres mil años.

De allí la importancia que adquieren los jebuseos con relación a Jerusalén, su ciudadela y sobre todo, la permanencia en su territorio desde hace más de 3 milenios. Negando así la veracidad a los dichos árabes, sobre la ciudad de David e Israel.

Diego Acosta

QUIENES ERAN LOS FILISTEOS

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Los israelitas los tenían por uno de sus grandes enemigos y este concepto se convertía en la idea de que eran también enemigos de Dios.

A su nombre se le atribuye la posterior denominación de una franja de territorio que hoy ocupa Israel, como Palestina. Eran originarios de la isla de Creta y tenían muchos dioses.

Formaban parte de los llamados Pueblos del Mar que invadieron a Egipto de donde fueron expulsados en guerras que se sucedieron entre 1285 y 1175 a.C.

A su huida encontraron cobijo en la región que se llamaría Palestina y eran despreciados por los hebreos por ser incircuncisos, según consta en el Libro de los Jueces 14:3 y en 1 de Samuel 17:26 y 18:25.

Vivieron en cinco ciudades-estado que eran tierras que fueron arrebatadas a los cananeos: Ecrón, Gat, Gaza, Ascalon y Asdod. Según los estudiosos los filisteos lucharon desde su asentamiento con los israelíes.

Fueron derrotados por el rey David, entre 1188 y 965 a.C. posteriormente se enfrentaron a su hijo el rey Salomón hasta el reinado de Acaz, en el período del 960 y 735 a.C.

Luego fueron dominados por los asirios y babilonios, hasta la llegada de los helenos, entre los años 735 a 586 A.C. aproximadamente. El ejército filisteo  era muy organizado, 1 Samuel  13:5, 29:2 y 31:3.

Su poderío se basaba en el dominio del hierro y a que impidieron que los israelitas lo manipularan, 1 Samuel 13:19-22. El rey Saúl pudo enfrentarlos, pero a su muerte, nuevamente se hicieron fuertes en Palestina.

Los filisteos fueron parte de la historia de Israel. Con un episodio fundamental: la victoria del joven David ante el gigante Goliat, aproximadamente en el 900 a.C.

AMARÁS Y ODIARÁS

AMARÁS Y ODIARÁS

El Príncipe de Paz continuó hablando en el Sermón del Monte, acerca de las actitudes con relación al Prójimo.

MATEO 5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Jesús volvía a poner el acento en una cuestión que tenía profundas raíces en las convicciones de los israelíes.

Amar al Prójimo, ya había sido establecido por la Ley, según comprobamos en Levítico 19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

Era el propio Jehová el que mandaba que no se debía hacer dos cosas con su Pueblo: no buscar la venganza por la propia mano ni tener actitudes rencorosas.

La segunda parte de la frase, relacionada con el aborrecimiento, estaba originada en la forma en que tanto los intérpretes de la Ley que eran los escribas, como de quienes se encargaban de hacerla cumplir, los fariseos, la interpretaban.

En realidad aborrecer al Prójimo no lo mandaba la Ley, pero podía verse sugerido en algunos Libros como el de los Salmos, más concretamente los versículos que encontramos en el 139:21-22.

Decía el Rey David: No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?  Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos.

 En este Salmo el hijo de Elí deja expresado su asombro ante la inaprensible Sabiduría de Dios y su Omnisciencia, pues nada queda oculto, aún los más recónditos pensamientos de los humanos.

En ese contexto el rey de Israel declara que a quienes hablan contra el Eterno, los odia y los aborrece y los tiene por enemigos.

Diego Acosta

LA OTRA MEJILLA

LA OTRA MEJILLA

EL Hijo del Hombre siguió en el llamado Sermón del Monte, abordando una de sus más conocidas enseñanzas que ha perdurado a través de los siglosMATEO 5:39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. La cuestión expresada por Jesús tiene múltiples enfoques.

El que podríamos llamar coloquial, explica que en aquellos tiempos un golpe en la mejilla, era considerado como la mayor de las ofensas personales.

La alusión al que es malo, está relacionada con cualquier persona a la que podamos llamar nuestro enemigo, en todos los órdenes de la vida.

Es obvio que este concepto no es de aplicación a los delitos punibles por la justicia, como pueden ser los crímenes o a las confrontaciones militares.

En el Antiguo Testamento, encontramos referencia a lo expresado por el Príncipe de Paz, en Samuel 22:36, aludiendo al cántico de David a Jehová dando las gracias por su ayuda frente a sus enemigos: Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido.

 El propio rey de Israel, hace mención de su agradecimiento en términos muy similares en el Salmo 18:35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu benignidad me ha engrandecido.

Pablo, en su Carta a los Colosenses  3:12 amplia la idea expresada por Jesús: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia

Diego Acosta

1967, LA GUERRA MILAGROSA

BLOG del TIEMPO

A 56 años del episodio bélico conocido como la Guerra de los Seis Días, se reiteran los comentarios acerca de lo extraordinaria que resultó la victoria de Israel.

Tres estados árabes unidos para lograr la aniquilación del nuevo país, sufrieron una derrota con consecuencias que se mantienen vigentes hasta nuestros días.

Incluso hubo quienes afirmaron que la Guerra de Egipto, Jordania y Siria, contra Israel, fue algo sobrenatural, para restituir a los judíos, territorios que les eran propios.

La conquista de Jerusalén, a las tropas jornadas, marcó un punto de inflexión histórico, porque de esta manera la manera fue nuevamente proclamada capital indivisa de Israel, como lo era desde la época de David.

La magnitud de la derrota de los ejércitos árabes, es todavía más destacada, cuando se registraron los documentos de la época y algunos episodios revelados pudieron ser llamados como milagrosos.

Nada sería igual a partir de aquellos seis días, en los que el Estado judío, parecía condenado a desaparecer.

Diego Acosta

GUERRA MILAGROSA

LA OTRA HISTORIA

Se cumplen 55 años del final de la Guerra de los 6 Días, que enfrentó a Israel con la coalición árabe formada por Egipto, Siria, Irak y Jordania.

Una guerra que para los árabes era de muerte y exterminio de Israel y para la que alistaron a una fuerza que dejaba en clara posición de inferioridad al Estado judío.

Esta guerra tuvo hechos sorprendentes por lo que se la calificó de “milagrosa”, al rendirse o huir fuertes unidades árabes, frente a pequeños contingentes israelíes.

Fue así como los árabes perdieron vastos territorios, incluyendo a los Altos del Golán, Judea, Samaria y recuperando el pleno control de Jerusalén, la histórica capital espiritual de Israel, desde los tiempos del rey David.

La Guerra de los 6 Días, terminó con el acatamiento del alto el fuego dispuesto por las Naciones Unidas, paralizando Israel un eventual ataque sobre Damasco, la capital de Siria.

Desde entonces creció el antisemitismo, el movimiento palestino y también el cambio de postura de Francia bajo la presidencia del general De Gaulle, quién pasó de ser proveedor de armas de Israel a convertirse en un apoyo de los árabes.

La Guerra de los 6 Días, sigue constituyendo una dolorosa pérdida para el mundo árabe y para muchos judíos, el testimonio de la protección de Dios sobre su Pueblo.

Diego Acosta