LA ESCLAVITUD

Quienes buscan la venganza o la justicia personal
quedan esclavos de sus propias decisiones,
con relación a la falta de perdón.
Humillarnos y arrepentirnos
es el primer paso a la liberación de ser perdonados.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

LOS TIBIOS

El mundo influye a favor de los híbridos,
y en las congregaciones
hay una tendencia hacia la tibieza,

que es contraria a lo enseñado por Jesús
y que como en el caso de la iglesia de Laodicea,
pueden ser vomitados de la boca del Señor.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

EL REPOSO

DEVOCIONAL

En estos tiempos convulsos que vivimos, pareciera que los hombres no nos ponemos de acuerdo, en torno a la cuestión de trabajar. Unos pretenden hacerlo lo menos posible y otros, sin límites, casi.

Frente a esto es importante hacer Memoria del sentido que Jehová le dio al sábado, al punto de llamarlo santo, la jornada consagrada al reposo en un profundo concepto.

El sábado es cuando deberíamos mostrar nuestra obediencia al Eterno y no hacer nuestra voluntad, ni ocuparnos de las cuestiones terrenales y no hablar palabras ociosas.

Puede impresionarnos el sentido que dio Jehová al sábado, pero es necesario que lo comprendamos, para estar en obediencia y recibir el deleite prometido y cumplir con su Mandato.

Dios prometió a los hombres qué si reservábamos este día, para distinguirlo de las normas mundanas, recibiríamos la recompensa de la heredad de Jacob.

Isaías 58:13-14 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Diego Acosta / Neide Ferreira

CORAZÓN DE CERDO

ANTIVIRUS

El anuncio de que un equipo de cirujanos implantó un corazón de cerdo en un hombre, debe ser motivo de una fundada alarma.

Los propios médicos que hicieron el trasplante dejaron establecido que era difícil que se continuaran con estas experiencias, en un tiempo cercano.

Argumentaron razones éticas y también prácticas, por cuánto consideran qué si bien la experiencia había resultado positiva, no se pueden hacer especulaciones sobre el futuro que tiene esta clase de intervenciones.

Aceptando las explicaciones de los médicos, agregamos que estamos ante una grave cuestión que afecta principios fundamentales establecidos por Dios en la Creación.

Determinó que los seres se dividen cada uno según su especie y de allí la prohibición, entre otras, de que los seres humanos mantengan relaciones sexuales con animales.

Obviamente esto permite concluir que este tipo de trasplantes constituye una abierta rebeldía a lo determinado por el Creador. Es necesario que sigamos alertas, ante el agravamiento de las situaciones que desafían a Dios.

Diego Acosta

ANTE EL TRONO

DEVOCIONAL

Un apreciado y respetado pastor predicaba que debíamos presentarnos ante el Trono de la Gracia confiadamente y sin temor en el corazón.

Ciertamente esa es la actitud, recordando que cada vez que oramos en la intimidad, nos estamos presentando frente al Trono con el solo propósito de Adorar a Jesús.

Esto significa que no será ese el tiempo en el que debamos presentar nuestras peticiones, sino solamente reverenciar su Gloriosa Majestad.

Puede que en esos momentos tengamos una pesada carga en nuestra vida y entonces nos decidamos a pedir algo al Príncipe de Paz.

Recordemos entonces que no hay nada que podamos pedir, sin que ÉL ya lo sepa, sin que ÉL conozca mejor que nosotros nuestras necesidades y todo aquello que tenemos en el corazón.

Cuando oremos ante el Trono, tengamos la humildad de adorar y la absoluta confianza, que nada que nos ocurra le resulta indiferente a quién se merece toda la Honra.

Apocalipsis 7:11
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono,
y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes;
y se postraron sobre sus rostros delante del trono,
y adoraron a Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira