DE PEQUEÑO A GRANDE

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Cuántas veces hablamos de Dios a partir de nuestra humana pequeñez?

Muchas, Demasiadas!

Así es como nos permitimos juzgar a nuestros propios hechos, entendiendo la mayoría de las veces que tienen poco relieve, que son insignificantes.

Si hablamos y pensamos sobre quienes nos rodean, los juicios pueden ser más severos todavía, porque el factor humano se potencia y la condescendencia que podamos tener con nosotros mismos, se torna en rigurosa con los demás.

Esto forma parte de nuestra naturaleza y solamente buscando la Sabiduría de lo Alto, podremos entender la magnitud de nuestro error, la gravedad de lo que hacemos.

Y es grave sencillamente porque omitimos que todo lo que ocurre o que nos ocurre forma parte del Grandioso Plan de Dios.

Partiendo de nosotros mismos, que fuimos Creados a Su imagen y semejanza, por lo que nos convertimos en joyas únicas de la Creación.

Para decirlo con otras palabras, cada uno de nosotros es una pieza esencial en el Plan de Dios y por tanto todo lo que hacemos forma parte de un Plan que es perfecto porque quién lo diseñó es Perfecto.

Recuperando esta Verdad, debemos obrar de una forma diferente, sin abandonarnos a la dudosa mediocridad que pensamos que somos.

Tampoco sin caer en la vanidosa idea de entender que somos superiores a los demás, por nuestros talentos o por nuestros logros.

Todo lo que somos y todo lo que hacemos, está bajo el control y la Autoridad del Eterno, por lo que debemos de tener la actitud de agradecer todo siempre, en cada circunstancia y momento.

Si alguna vez nos consideramos pequeños, estamos empequeñeciendo al propio Dios y si alguna vez nos consideramos superiores, estamos en rebeldía contra la Grandiosidad de quién nos ha Creado.

Por eso cuando leemos en Isaías el mensaje de Jehová a Israel, que haría de un pueblo pequeño una gran nación, así debemos de entender que está haciendo Dios con nuestra vida.

No importa cómo nos consideremos ni tampoco tiene validez lo que los demás piensen de nosotros. Lo único que tiene valor es lo que el Todopoderoso tiene en consideración de nosotros.

Sabiendo esta Verdad podremos ser verdaderamente felices!

Diego Acosta

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LA ENGAÑOSA MANIPULACIÓN

Blog del TIEMPO!

Por sorprendente que resulte para muchos, cuando los discípulos le preguntaron a Jesús sobre las señales del fin de los tiempos, advirtió: Cuidad que nadie os engañe.

Primero que nada no habló de catastrofismos, sino de evitar que seamos engañados, lo que implica un estado de alerta para no dejarnos engañar… por nosotros mismos.

Algunos de los grandes medios de difusión del mundo e incluso la propia Unión Europea, se hicieron eco de las graves consecuencias de las cargas policiales registradas en Cataluña.

La comunidad española y sus pretendidos impulsos soberanistas, utilizaron el burdo recurso de manipular imágenes con las que convencieron a propios y extraños que habían sido brutalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad del Estado.

La Verdad siempre prevalece y nada permanece oculto, está demostrando que ni la represión fue como se había pretendido y de los cientos de heridos hospitalizados, de un día para otro solamente quedaron…dos.

Manipular para lograr objetivos es una antigua costumbre que siempre ha quedado en evidencia. Llama la atención como su aplicación sigue siendo tan eficaz.

Esto nos lleva a pensar que no hay nada peor para un engañado…que su voluntad de creer el engaño. Quienes nos llamamos hijos de Dios, debemos ser prudentes con todas las informaciones. También lo dice la Biblia, que nos manda: Escudriñar.

No seamos víctimas de nuestros propios engaños. Dios no permitirá nunca, que la Verdad no sea revelada.

Diego AcostaB

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ÁRBITRO

En las ocasiones en la que se analizan y también discuten cuestiones doctrinales, es muy difícil llegar a conclusiones que aclararen las situaciones.

Lo más grave, es que como resultado primero de los cambios de ideas, surgen diferencias que se trasladan a lo personal.

Más de una vez he pensado que en las discusiones, siempre se olvida lo fundamental: Tenemos un Árbitro, que es quién tiene la Autoridad para definir cualquier controversia.

Ese Árbitro no es otro que Jesús, pues ÉL representa el fundamento de nuestra fe y la manera eficaz de ponerla en acción.

Olvidar esta realidad, nos puede hacer perder la perspectiva de lo que es Verdad a lo que es pensamiento de humanos.

Solo el Hijo del Hombre es la Verdad y la Luz!

Seamos sensatos y decidamos por el Camino verdadero!

Apocalipsis 3:14

Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios.

Apocalipse 3:14

E ao anjo da igreja que está em Laodiceia escreve: Isto diz o Amém, a testemunha fiel e verdadeira, o princípio da criação de Deus.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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FUENTE…

La Biblia es una fuente inagotable de Sabiduría!

Esta es una Verdad absoluta!

Para romper la actitud de los incrédulos, es bueno utilizar ejemplos que pueden demostrar con contundencia, que esta afirmación es totalmente cierta.

Creo que todos recordaremos cuantas veces hemos escuchado predicar sobre un determinado pasaje de la Palabra de Dios.

Y todas las veces los mensajes fueron diferentes!

Cambió el pasaje? No lo que cambió fueron las revelaciones que a través de los versículos, recibieron los predicadores.

Qué demuestra esto, que simplemente parece una anécdota?

Demuestra que la Palabra de Dios es como un río que da Vida y que va renovando la visión de quienes se acercan a él, como a una fuente maravillosa de inspiración.

Cada vez que abro mi Biblia, pienso en lo que me mostrará el Señor. Será siempre distinto, porque ÉL sabe lo que necesito a cada momento.

Por estas razones, la Palabra de Dios es una fuente inagotable de Sabiduría. Porque siendo Eterno lo sabe todo!

Provérbios 2:6

Porque o Señor dá a sabedoria,

e da sua boca vem o conhecimento e o entendimento.

Proverbios 2:6

Porque Jehová da la sabiduría,

y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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CAMBIAR!

Un escritor italiano firmó una frase que se hizo una  célebre: Que todo cambie para que todo siga igual… en un diálogo de su novela más famosa.

Una frase que encierra una cínica referencia a los comportamientos humanos en determinadas circunstancias, históricas o personales.

Esta frase contrasta casi podría decir que violentamente con lo que afirmó Pablo, cuando exhortó a que transformemos, cambiemos, nuestra mente, para no aceptar los fundamentos del mundo.

En otras palabras: Debemos ser hombres y mujeres nuevos, surgidos del simbólico bautismo en el que dejamos muerto a quienes éramos en el pasado.

Cada vez que escucho esta frase, me pregunto cuánto daño ha causado a los desprevenidos de siempre o a los ingenuos, también de siempre.

Tener esta frase a mano, parece ser una forma de evitar que la Palabra de Dios cumpla su misión Renovadora de quienes nos llamamos sus hijos.

Creo firmemente que una de las principales misiones que debemos asumir los seguidores de Jesús, es ocupar todos los espacios del pensamiento que nos sea posible.

Esto resulta indispensable, porque si no lo hacemos dejamos lugares vacíos en nuestras mentes, para que los mercaderes del mundo los ocupen con sus prédicas perversas.

Si somos amantes de la Verdad, enfrentemos sin miedo a quienes se aprovechan de nuestros errores y también de nuestra falta de conocimiento.

Nunca será verdad que el cambio deja las cosas tal y como estaban, si no lo aceptamos!

El Eterno entregó su Hijo para salvarnos y no podemos ignorar la grandiosa consecuencia de la expiación de nuestros pecados.

Seamos fieles y estemos dispuestos a CAMBIAR todos los días!

Romanos 12:2

ES – No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

PT – E não vos conformeis com este mundo, mas transformai-vos pela renovação do vosso entendimento, para que experimenteis qual seja a a boa, agradável e perfeita vontade de Deus.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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VIVIR CON INJUSTICIAS

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Pero José les respondió: No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. Génesis 50.19–20

Podemos convivir con muchas dificultades y sacrificios, pero cuando percibimos que hemos sido tratados con injusticia nos sentimos traicionados en lo más profundo de nuestro ser, especialmente cuando viene de aquellos que más amamos. La agonía de esta insoportable carga la capta el salmista: «No me afrentó un enemigo, lo cual yo habría soportado, ni se alzó contra mí el que me aborrecía, pues me habría ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, ¡mi guía, y mi familiar!, que juntos comunicábamos dulcemente los secretos y andábamos en amistad en la casa de Dios» (55.12–14).
El cristiano maduro deberá aprender a manejar correctamente las injusticias para evitar un proceso que le quitará el gozo y la paz y, eventualmente, pondrá fin a la efectividad de su ministerio. Nada ilustra esto con tanta fuerza como la vida de los hermanos de José. A pesar de que habían pasado 44 años desde aquella terrible decisión de vender a José como esclavo, seguían atormentados por lo que habían hecho, presos del miedo a la venganza. Piense en eso. ¡La mitad de la vida atormentados por algo que habían hecho casi 50 años antes!
No sabemos en qué momento José resolvió las devastadoras consecuencias de ser vendido por sus hermanos, pero el texto de hoy nos da pistas acerca de dos cosas que habían ayudado a José a superar la crisis. En primer lugar, José entendía que él no estaba en el lugar de Dios, y que juzgar a sus hermanos era algo que no le correspondía. Nuestros juicios siempre van a estar empañados por nuestra limitada visión humana. Solamente Dios juzga conforme a la verdad. Por esta razón, no le es dado a los hombres el emitir juicio contra otros. Aun Jesucristo se abstuvo de emitir juicio, diciéndole a los judíos: «Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie» (Jn 8.15).
En segundo lugar, José tenía una convicción profunda de que Dios estaba detrás de lo que le había pasado. Esto es algo fundamental para el hijo de Dios. Con demasiada frecuencia nuestra primera reacción en situaciones de injusticia es cuestionar la bondad de Dios, preguntando por qué Él ha permitido lo acontecido. Pasaron años antes de que José comenzara a ver el «bien» que el Señor tenía en mente cuando permitió que la tragedia tocara tan de cerca su vida. Mas la convicción de que Dios puede convertir aún las peores maldades en bendición siempre existió, y esto guardó su corazón de la amargura y el rencor.

Pr. José Gilabert – España

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CONSAGRACIÓN

Se cuenta que una familia estaba airada contra el padre, luego de haber ganado una importante cantidad de dinero en una apuesta.

El motivo es sorprendente: La queja era porque el padre no había sido lo suficientemente listo y jugado diez veces más, con lo que hubieran sido diez veces más ricos.

La primera vez que escuché esta historia, que no sé si es real, pero merece serlo, me quedé sorprendido de la actitud de la familia.

Pero, cuando el Señor llegó a mi vida, comencé a comprender por qué es tan peligroso el dinero para los seres humanos.

Me costaba trabajo entender las advertencias de Jesús acerca de los ricos y de su relación con el Reino de los Cielos.

Sin embargo con el tiempo aprendí la tremenda Verdad contenida en la Palabra de Dios, con relación al dinero y su poder destructor.

El dios Mammon, como todo dios que no sea el Verdadero, es cruel y lo único que pretende es obediencia para destruir luego a sus fieles.

Así ocurre con el dinero: Primero seduce con su supuesto poder y luego esclaviza, tanto cuando se lo consigue, como cuando no se lo tiene.

La esclavitud al dinero es una de las más perversas que puede someter a los hombres, entre los que naturalmente me incluyo.

Un esclavo del dinero nunca podrá ser libre, porque por mucho que posea, nunca será capaz de utilizarlo para comprar su propia libertad.

Dios conoce mi medida y la de todos los seres que ha Creado. ÉL sabe que es lo mejor para cada uno de nosotros.

No lo desafiemos con una consagración insensata!

1 Timoteo 6:10

Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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