ESPEJOS VIVIENTES

DEVOCIONAL

Generalmente tenemos la tendencia de convertir en anécdotas o en episodios triviales, cuestiones que tienen más importancia que la que le atribuimos.

Una de ellas, es la de como los niños tienden a imitar en sus primeros años, todo lo que hacen los padres. O la mayoría de las actitudes de los padres.

Y en cierta forma puede resultar gracioso o simpático lo que ocurra. Pero pensándolo bien, también los niños pueden ver como los padres no se tienen respeto.

O más grave aún que un niño pueda ver agresiones físicas. Entonces es cuando comienzo a advertir que lo gracioso se convierte en tragedia, mucho más cuando una criatura no tiene el discernimiento suficiente como para entender lo que está ocurriendo.

De allí la importancia que tengamos siempre presente, que somos el espejo de nuestros hijos. Y que ellos buscarán imitar aquello que vieron. Sea para lo bueno o sea para lo malo malo.

Deuteronomio 11:19
Y las enseñaréis a vuestros hijos,
hablando de ellas cuando te sientes en tu casa,
cuando andes por el camino,
cuando te acuestes, y cuando te levantes.

Diego Acosta – Neide Ferreira

SI ME AMAS…

DEVOCIONAL

Sabemos que hay enseñanzas qué con el tiempo, van adquiriendo más importancia, porque ayudan a establecer normas de conducta.

Una de ellas fue el de una querida maestra, que luego de que ponderara su predicación, me llamó aparte y me dijo: Si me amas, no me alabes…

En ese momento mi reacción fue de sorpresa y ella simplemente me respondió: Piensa en lo que te dije, porque lo que has dicho me estimula la vanidad.

Y naturalmente pensé y mucho llegando a la conclusión de que a veces la ponderación, puede resultar dañina. Y lo que se hace con buena intención, puede tener consecuencias impensadas.

Mucho más, cuando quién recibe el juicio favorable, tiene la certeza de la sinceridad de la opinión. Me resultó bueno saberlo y comprenderlo, porque alentar la vanidad no es bueno para nadie. Y si es malintencionada, peor todavía.

1 Samuel 12:21
No os apartéis en pos de vanidades
que no aprovechan ni libran,
porque son vanidades.

Diego Acosta – Neide Ferreira

 

TIEMPO DE RESTAURAR

EL ABUELO SALOMÓN

Para todo hay un tiempo, para lo bueno y para lo malo, para la alegría y también para la tristeza. Y también hay un tiempo para sanar y para restaurar.

En los tiempos difíciles debemos pensar que no siempre habrá dolor y sufrimiento, ni tampoco desesperanza y amargura. A todo lo malo seguirá lo bueno.

Siempre ha sido así y seguirá siendo!

Restaurar, es un esfuerzo edificante porque borramos del pasado lo que nos hizo daño y también perdonamos a quienes nos hicieron ese daño.

Persistir evocando aquello que nos hizo doler, es una idea que nos destruye y también nos limita, hacia un mañana que debe ser mejor que el que tenemos.

No miremos las ruinas, sino miremos con los ojos de la esperanza, aquello que podamos construir, sobre lo que haya quedado de bueno. Esto es restaurar.ruinas, esperanza,

 

VULGARIDAD

Blog del TIEMPO!

La vulgaridad es una cruel patología que poco a poco va afectando al criterio de las personas, que quedan expuestas al avance de tanta tontería que se magnifica como novedosa o atractiva.

Una vez más cabe la pregunta sobre lo que está pasando en el mundo!

Y la respuesta asume la sencilla complejidad de explicar que ante el vacío interior, pareciera que no queda más alternativa que llenarlo con más vacío mental…

Solamente así se puede entender que se conceda espacio a una mujer paseando desnuda en un auto, caro por supuesto o que se anuncie que un determinado futbolista pueda llegar a comprar un auto, más caro todavía.

El vacío total no existe y cumpliendo con esta ley física, lo llenaremos con ese otro vacío tan peligroso, que es el de la vulgaridad que disfraza a lo malo por bueno, a lo que es una mera tontería por una falsa importancia.

El vacío de los hombres, solamente lo puede ocupar Dios. Si no fuera así queda para muchos el recurso del yoga budista o el asumir lo tristemente patético como ideal de vida.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com