INICIO DEL MINISTERIO

El Hijo del Hombre comienza su Ministerio en la Tierra, recibiendo una dramática noticia.

MATEO 4:12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea. Juan el Bautista había sido encarcelado por orden de Herodes Antipas, tras su valiente reprensión a quién detentaba el cargo de Tetrarca de Galilea y Perea.

MATEO 4:13  y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí. En la ciudad donde había vivido desde su niñez, al cabo de un tiempo Jesús fue repudiado por sus vecinos e incluso su vida corrió peligro ante las amenazas que recibió.

Por esa razón fue a residir a la ciudad del norte del Mar de Galilea, Capernaum, de donde eran originarios cinco de sus discípulos y en donde cumplió una intensa tarea de evangelismo entre los judíos y paganos que residían en el lugar.

MATEO 4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Esta es otra de la impresionante serie de profecías que fue cumpliendo a lo largo del tiempo el Hijo del Hombre.

MATEO 4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. Este último nombre se otorgaba a quienes entraban o salían de Israel y en la época de Jesús se había convertido en un importante centro del poder de los romanos en la provincia de Palestina.

Las profecías de Isaías anunciando la presencia de Jesús en la región revelan el Propósito del Padre con su Hijo en el Plan de Salvación para los hombres.

Diego Acosta

 

PRUEBA FINAL A JESÚS

El enfrentamiento de Jesús con Satanás asume características muy especiales, porque la réplica del Hijo del Hombre, está  en consonancia con el desafío que se le plantea.

MATEO 4:7  Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

La respuesta de Jesús está directamente relacionada con la experiencia de los judíos en el desierto, Deuteronomio 6:16  No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. Es de destacar que Masah, significa en hebreo probar. Éxodo 17:7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba,  por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?

Jesús recordó la frustrante actitud de los judíos luego de los múltiples cuidados que tuvo Jehová con ellos en el desierto y los milagros con los que fueron sustentados, Salmo 95:8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto.

MATEO 4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. La última prueba al Príncipe de Paz, fue en un nuevo cambio de escenario. Y el simbolismo no puede resultar más impresionante: Tenía ante sí todos los reinos del mundo.

MATEO 4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Nuevamente Satanás recuerda la magnitud del poder demoníaco y que el mundo entero estaba bajo su poder, 1 Juan 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

El momento decisivo de la lucha contra Satanás se acercaba.

Diego Acosta

SATANÁS TIENTA A JESÚS

Satanás sigue buscando tentar al Hijo del Hombre, en su intento de no permitir el cumplimiento del Plan de Salvación para la especie humana.

MATEO 4:5 Es altamente significativo el cambio de escenario. Jesús es llevado del desierto donde el diablo fracasó en su primer embate, hasta la Ciudad Santa. Ésta, no es otra que Jerusalén, la ciudad desde la que gobernara el rey David a Israel, hacía en ese tiempo más de mil años. Una vez más queda de manifiesto el carácter de sagrado que tiene para los judíos, despejando cualquier duda que se pueda plantear acerca de que también puede ser pretendida por los árabes.

El pináculo del Templo probablemente era un pórtico de la esquina SE de este lugar sagrado para los judíos y desde esa posición la altitud del muro hasta el río Cedrón, tenía aproximadamente 117 metros según lo atestigua el historiador Josefo.

MATEO 4:6 Satanás vuelve a desafiar a Jesús, poniendo en entredicho su condición de Hijo del Padre y lo insta a que se lance al vacío, volviendo a citar textos del Antiguo Testamento. En la primera frase, utiliza parcialmente el Salmo 91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.

A continuación vuelve a citar con mínimos cambios al Salmo 91:12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

Se ha destacado la astucia de Satanás en su desafío a Jesús, ya que no solo lo cambia de escenario, del desierto a Jerusalén, sino que lo lleva hasta el pináculo del Templo. Y una vez más se puede apreciar el conocimiento profundo que tiene de la Palabra de Dios, ya que se permite alterar parcialmente el Texto original.

Diego Acosta

NO SOLO DE PAN…

El Hijo del Hombre enfrenta a Satanás con argumentos tan sólidos como definitivos. Así como el enemigo de la fe utiliza el Antiguo Testamento, también Jesús emplea sus versículos para desarmar la artimaña con la que es tentado.

MATEO 4:4 Escrito está alude a Deuteronomio 8:3 cuando se revela al pueblo judío que Dios permitió que padeciera y tuviera hambre en el desierto para de esta manera poder sustentarlo de una manera extraordinaria y sobrenatural con un alimento desconocido: el maná. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Además quedó explicitado que no hay ningún alimento que sea superior y más importante para el hombre, que la  Palabra de Dios.

La experiencia de los judíos en el desierto es perfecta para aplicarla a Jesús en las mismas circunstancias. Con una diferencia fundamental: Que el Hijo del Hombre salió triunfante en su confrontación contra Satanás, que simboliza al mal.

Encierra este episodio una enseñanza de gran importancia para los creyentes, ya que debemos recordar que aún en las circunstancias más difíciles, siempre podremos contar con la presencia y la ayuda del Todopoderoso de Israel.

Y también tendremos el recurso de apelar a la Palabra de Dios para recibir además de aliento y consuelo, la dirección oportuna para poder obrar con Sabiduría y vencer a las tentaciones que debamos enfrentar como pruebas de nuestra confianza en el Eterno.

Diego Acosta

 

JESÚS AYUNA EN EL DESIERTO

El Hijo del Hombre inicia el Plan de Salvación para la especie humana.

MATEO 4:1 Jesús es llevado por el Espíritu para ser tentado por Satanás. Dios en sí mismo nunca es el ejecutor de la tentación, como lo enseña Santiago 1:13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.

MATEO 4:2 Jesús durante 40 días estuvo sin comer ni beber, como también lo estuvo Moisés en el Monte Sinaí, Deuteronomio 9:9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua.

Elías también ayunó por un tiempo semejante, 1 Reyes 19:8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

El número 40 es significativo en otros pasajes del Antiguo Testamento o Antiguo Pacto: Números  14:33-34 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.

Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.

Números 32:13 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.

Jesús al cabo de los 40 días tuvo hambre, cosa natural porque siendo Dios también era hombre, nacido de mujer.

Estaba por comenzar la obra de Satanás en su intento de hacer pecar a Jesús. Tal y como hace todos los días, con cada uno de nosotros.

Diego Acosta

A DONDE IREMOS…?

DEVOCIONAL

A donde iremos en la hora de la angustia?

A donde iremos en la hora del miedo?

A donde iremos?

Muchas veces he pensado en que es probable que haya muchas personas que se hayan hecho estas preguntas y aún así, se siguen negando las respuestas.

Me apena profundamente pensar que haya quienes sabiendo de Dios reniegan de ÉL, de su Hijo, de su Mensaje de Salvación, negándose toda posibilidad de ser libres con la Verdad.

Y también pienso cuál es mi parte de responsabilidad en estos dramas personales, que son más dolorosos sabiendo que quienes perseveren por este camino tan equivocado, solo tendrán el dolor eterno.

A donde iremos?

Es necesario insistir que el único lugar al que debemos ir es ante el Trono de la Gloria, para pedir perdón por nuestros pecados, por la soberbia y por el orgullo que nos impide aceptar que nada somos.

Clamo al Eterno para que este Mensaje no se pierda, como tantos otros que no fueron escuchados.

Mateo 25:31
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria,
y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria,

 

Diego Acosta / Neide Ferreira